jueves, 30 de octubre de 2008

APRENDAMOS A APRENDER

Los seres humanos somos los seres perfectos que Dios a creado en la tierra, y digo perfectos simple y sencillamente porque tenemos todas nuestras facultades para entender, para amar, para construir, y tambien para aprender, a medida que vamos creciendo y madurando, después de un tiempo percibiremos una sutil diferencia entre dar una mano y socorrer un alma… y aprendes que amar no significa apoyarse… y que compañía no siempre significa seguridad. Comenzamos a aprender que los besos no son contratos… y los regalos no son promesas.Empezamos a aceptar nuestras derrotas con la cabeza erguida y la mirada para adelante, con una sonrisa adulta y no con la tristeza de un niño… y aprendemos a construir todas nuestras calles en el HOY, porque el terreno del mañana es muy incierto para hacer planes… y el futuro tiene la costumbre de caer en medio del vacío…Después de un tiempo aprendes que el Sol quema si quedas expuesto por mucho tiempo, y aprende que no importa cuanto te valoras, a algunas personas simplemente no les importas… y acepta que no importa cuan buena es una persona, te va a herir de vez en cuando, por lo que necesitarás perdonarla… Ahora bien yo te invito de forma personal :
Aprende que hablando puedes aliviar dolores emocionales… descubre que lleva años construir confianzas y apenas unos segundos para destruirla… que puedes hacer cosas en un instante, de las que te arrepentirás por el resto de tu vida.

Aprende que las verdaderas amistades continúan creciendo aún a la distancia, y lo que importa no es lo que tienes en la vida, sino quien eres en ella… y que los buenos amigos son la familia que se nos permite escoger.

Aprende que no tenemos que cambiar de amigos si comprendemos que los amigos cambian, aprecia que tú y tu amigo pueden hacer cualquier cosa o no hacer nada, y aún así, tener buenos momentos juntos… descubre que las personas que más te importan en la vida pueden tener una vida muy corta. Por eso, siempre debemos dejar a quienes amamos con palabras amorosas… puede ser la última vez que las veamos.

Aprende que las circunstancias y los ambientes tienen influencia sobre nosotros, pero somos responsables por nosotros mismos. Comienza a aprender que no se debe comparar uno con los otros, sino con lo mejor que podamos ser… descubre que lleva mucho tiempo para volverse la persona que se quiere ser… es que el tiempo es corto.

Aprende que no importa donde llegaste, sino donde estas yendo, pero si no sabes para donde estás yendo, cualquier lugar sirve…

Aprende que, o controlas tus actos, o ellos te controlarán, y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, pues no importa cuan delicada y frágil sea una situación, siempre existen dos lados.

Aprende que los héroes son personas que hicieron lo que era necesario hacer, enfrentando las consecuencias…Aprende que la paciencia requiere mucha práctica… descubre que algunas veces quien esperas que te patee cuando estás caído es uno de los pocos que te ayudarán a levantarte.

Aprende que la madurez tiene que ver más con los tipos de experiencias que tuviste y con las que aprendiste de ellas que cuantos años has celebrado.Aprende que hay más de tus padres en ti que lo que supones…

Aprende que nunca se debe decir a un niño que los sueños son tonterías… pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si se lo creyesen…

Aprende que cuando estás con cólera tienes el derecho de estar así, pero eso no te da el derecho a ser cruel… descubre que sólo porque alguien no te ama de la manera que quisieras que te ame, no significa que no te ame con todo lo que puede, pues existen personas que nos aman, pero simplemente no saben como demostrarlo.

Aprende que no siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tienes que aprender a perdonarte a ti mismo…

Aprende que con la misma severidad con que juzgas, serás en algún momento condenado…Aprende que no importa en cuantos pedazos tu corazón fue partido, el mundo no para, para que te recuperes… aprende que el tiempo no es algo que pueda voltear para atrás… por lo tanto, planta tu jardín y decora tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores…

Aprende que realmente puedes soportarlo… que realmente eres fuerte, y que puedes ir mucho más lejos después de pensar que no se puede más…SIEMPRE APRENDE…

miércoles, 29 de octubre de 2008

SOMOS DIFERENTES PERO IGUALES

¿Son diferentes en tamaño los dedos de la mano? Si, ¿hay alguno que sea menos dedo que otro por ser más pequeño? No, entonces, los dedos son iguales pero al mismo tiempo diferente uno de otro. Ahora bien ¿Qué pensaría usted de una persona que estuviese enojada porque los dedos de su mano son diferentes? Lógicamente que ha perdido la cabeza. A lo largo de la historia de la humanidad siempre han aparecido personas que desconociendo los planes de Dios han querido igualar todos los dedo de la mano pero eso nunca ha sido ni será posible porque Dios los ha querido diferentes unos de otros. La Iglesia nos dice: “Al venir al mundo, el hombre no dispone de todo lo que es necesario para el desarrollo de su vida corporal y espiritual. Necesita de los demás. Ciertamente hay diferencias entre los hombres por lo que se refiere a la edad, a las capacidades físicas, a las aptitudes intelectuales o morales, a las circunstancias de que cada uno se pudo beneficiar, a la distribución de las riquezas. Los ‘talentos’ no están distribuidos por igual. Estas diferencias pertenecen al plan de Dios, que quiere que cada uno reciba de otro aquello que necesita, y que quienes disponen de ‘talentos’ particulares comuniquen sus beneficios a los que los necesiten. Las diferencias alientan y con frecuencia obligan a las personas a la magnanimidad, a la benevolencia y a la comunicación. Incitan a las culturas a enriquecerse unas a otras Las diferencias naturales entonces que existen entre los seres humanos han sido queridas por Dios con el propósito de que podamos realizar aquello que nos dijo nuestro Señor Jesucristo: “Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños a mí me lo hicisteis” (Mt 25, 40). Y para que también se realice aquello otro que el mismo Señor nos dijo: “Cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo” (Mt 26,45). En otras palabras estamos llamados a ayudarnos y apoyarnos mutuamente porque no hay nadie que sea innecesario en este mundo, no hay nadie que viva o que este aquí de mas, todos nacimos en cierta forma diferentes, unos somos blancos o negros, o pequeños o grandes, gordos o flacos, inteligentes o menos inteligentes, profesionales o no profesionales, entro otros… pero lo que quiero que entendamos es que somos diferentes pero iguales en dignidad, en derechos y deberes, en todo estamos obligados a ayudarnos desde nuestras cualidades, y recuerde que todos somos responsables de todos, y todos nos debemos a todos, asi que no se sienta superior ni tampoco menos, porque aunque no hable la misma lengua, si tiene los mismos derechos. Recuerde que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios.

lunes, 27 de octubre de 2008

SEAMOS SEMBRADORES DE LA PAZ

La paz es el anhelo que todos los seres humanos buscamos. Creo que en el mundo son pocos los que no anhelan tenerla. Todos nos esforzamos o al menos tratamos de buscarla y todos estamos obligados a ser constructores de paz."Estas fueron palabras que el tan querido y recordado Juan Pablo II nos dijo en su primera visita a El Salvador en 1983. "Todos tienen el deber de ser en este país, tan convulsionado por el odio y la violencia, artesanos de la paz" Me parece que fue ayer que lo dijo, y ya han pasado veinticinco años, y aún nos falta mucho por hacer. Nada vale tanto como la paz. Por eso Jesús mismo dijo: "Dichosos los que trabajan por la paz porque ellos serán llamados hijos de Dios" (Mt 5,9). Siempre me he preguntado como alguién que se denomina cristiano, no es capaz de trabajar con asiduo por conseguir un estado de paz en el ambiente donde vive y se desarrolla. Y es que ser un elemento de paz no es nada fácil y sencillo, porque implica que hay que comenzar por tener paz interior para poder transmitirla, y plantarla; y para tener esa paz interior hay que hacer obligatoriamente, un encuentro personal con Jesús vivo y resucitado, un encuentro que es necesario y que urge. Uno de estos días se acerco una persona y me pregunto: ¿Padre, cual cree usted que es la solución más correcta para cambiar toda la violencia que impera en nuestra sociedad? Le conteste que todo esto cambiará hasta que todos los hombres y mujeres asimilemos con responsabilidad el evangelio, y lo hagamos vida, en nuestras vidas mismas. Cuando el evangelio cala en lo más profundo de nuestro corazón, nos volvemos diferentes, y la paz interior sale a la luz. Al hablar de convicción me refiero a vivir con transparencia y sinceridad, apartando de nosotros esos fanatismos absurdos que lo único que hacen es dividirnos más. Claro, todo esto hay que verlo con ojos de fe. Si lo vemos con ojos humanos nada de esto es posible, pero recordemos que "para Dios todo es posible" (Mc 10,27). Es tiempo que como seres humanos nos detengamos a examinar que el odio, la violencia, la envidia, y todo aquello que atenta contra la armonía de nuestro diario vivir, no nos hace felices, y por ende no nos lleva a nada. ¿ No se ha preguntado alguna vez que es lo que le estamos legando a nuestras futuras generaciones? Al paso que vamos lo que heredaremos no es más que una ciudad desgarrada y estropeada, por el odio y la división. Ya San Pablo nos lo advirtió: "No se acomoden al mundo presente" (Rm 12,2). Usted puede convertirse en el terrorista de su propia vida, de su familia, en el terrorista de su comunidad pues "si no vive en paz con Dios sólo difícilmente vivirá en paz con su prójimo" (Juan Pablo II). Nuestro tiempo nos exige que trabajemos por "salvar a la persona humana y renovar nuestra sociedad. Pero se trata de salvar al hombre y a la mujer en su unidad y totalidad, con cuerpo y alma, corazón y conciencia, inteligencia y voluntad" (GS 4). Como cristianos no podemos sentarnos ha esperar para que Dios arregle todo lo que nos hace sufrir en este mundo sino que, nos corresponde también a nosotros trabajar para hacer de este mundo un lugar más digno donde podamos habitar todos los hijos e hijas de Dios. Por eso, la Iglesia nos dice: "Todos los fieles cristianos, dondequiera que vivan, están obligados a manifestar, con el ejemplo de su vida y el testimonio de su palabra, al hombre nuevo de que por el Bautismo se revistieron, y la virtud del Espíritu Santo, por quien han sido fortalecidos mediante la Confirmación; de tal modo que todos los demás, al contemplar sus buenas obras, glorifiquen al Padre y perciban en su plenitud el sentido auténtico de la vida y el vínculo universal de la unión de los hombres" (AG 11). Por tanto, urge que nos responsabilicemos de nuestras propias acciones y comencemos a ser hombres y mujeres que forjemos con nuestras vidas la paz que tanto anhelamos, encontrémonos con Cristo, y seamos cristianos vivientes en nuestra sociedad.

¿NUESTRO PLANETA SE ESTA SOBRECALENTANDO?

En una de mis ultimas homilías en la parroquia donde trabajo, hablé a cerca de este tema, haciendo conciencia a todos mis fieles de la destrucción y el daño que los hombres hemos y estamos causado al planeta donde vivimos, algunas personas me dijeron luego que ellos venían a la iglesia para escuchar hablar de Dios y no para que yo les dijera, o les diera una ponencia sobre la contaminación o el aumento del agua en los mares a causa del calentamiento existente, y me dio mucha tristeza porque eso me dio a entender que no nos importa cuidar el planeta ni nos importa destruir lo que Dios nos construyó con mucho amor y perfección, creemos que hablar del tema es un asunto de los científicos y que son cuestiones que se inventan y ya. Pero una de las realidades existentes es que el planeta se esta calentando de manera precipitada y nosotros seguimos sin darnos cuenta de lo que pasa.No es la primera vez que estamos hablando del calentamiento global como preocupación primordial en estos días. El tema lo estamos escuchando por todas partes. Lo que más me preocupa es que cuando estamos anunciando desde el púlpito que hay que lanzar un SOS para cuidar el medio ambiente o proteger lo que nos queda en este bello planeta, muchos feligreses piensan que se trata de un tema de moda pasajero, que es una propaganda más o un comercial para vender protectores de piel o de embellecimientos faciales etc. Este es un tema candente, grave y muy serio para la humanidad. Desafortunadamente nuestra comunidad mundial está enterada en un 25% de las consecuencias catastróficas que pagaremos si no buscamos soluciones inmediatas para remediar este gran problema que impactará nuestras vidas de forma significativa. Los seres humanos, indiferentes a esta terrible tragedia estamos contribuyendo a este fenómeno. Somos, queramos o no, un factor principal con nuestra actitud negativa al tratar al medio ambiente, veamos como ejemplo del tema, el calor insoportable en nuestro país, los cambios bruscos de temperatura, las épocas en las cuales no llueve, y podemos poner mil ejemplos, entre los cuales puedo contarles que aquí en Estados Unidos, la primavera este año a sido de lo mas raro posible, hay días que amanece la temperatura baja, que pareciera que es invierno, y al día siguiente caliente como en verano, nos llamo mucho la atención que en marzo es raro que caiga nieve, porque ya es primavera, pero este año nevó en pleno viernes santo. Interesante verdad, pero seguimos contaminando el planeta de una acelerada, sin darnos cuenta que lo destruimos.La iglesia, desde ya, debe de nuevo jugar un papel importante en la protección del globo terráqueo. El mundo ha sido creado por Dios y Él como creador del universo desea que todos lo disfrutemos, gocemos las maravillas y dejemos un mejor mundo del que encontramos para aquellos que ocuparán nuestro espacio en un futuro. Todos los sacerdotes, ministros y pastores, sin importar la denominación a la cual pertenezcamos, deberíamos desde el púlpito hacer conciencia del cuido de nuestro ambiente, como también a través de los medios de comunicación, debemos educar a nuestra población creyente a descontaminar este mundo de la polución que a diario estamos sembrando. Aprendamos y enseñemos ¿Dónde está el estudio completo sobre el impacto del calentamiento global en la educación de nuestra gente? ¿Cómo se afectan lo cultivos y el suministro de agua, ya sea para actividades agrícolas o para consumo humano? ¿Cuál va a ser la contribución nacional con el fin de desacelerar este fenómeno? ¿Qué medidas regulatorias puede tomar el gobierno? Aunque de hecho, y estoy seguro que nuestros gobiernos ni se percatan de la situación existente, a veces me da la impresión que los ministerios de medio ambiente no son escuchados como tal, a los gobiernos no les interesa lo que se diga, esa es mi impresión y ojala este equivocado. Porque me preocupa cuando los gobiernos protegen mas los intereses económicos de las grandes trasnacionales sin importar el daño que pueda causar al planeta, y ustedes saben que me refiero, a aquellas empresas que utilizan químicos o talan árboles o ponen en peligro nuestra sociedad, sin darse cuenta o - al menos ellos lo que hacen es tratar de ocultar la realidad - que al explotar los nutrientes o minerales de la tierra también la están contaminando y destruyendo. Y en este caso mi pregunta es ¿donde esta los encargados de cuidar el medio ambiente, donde esta su autoridad?Desde ya empecemos a usar menos aerosoles, ambientadores, químicos a veces innecesarios; separemos nuestras basuras desde los mismos hogares entre vidrios, papeles, cartones, plásticos y orgánicos, no tiremos la basura por todos lados, no cortemos los árboles y si lo hacemos, tratemos de sembrar mas, nuestro departamento se ha visto deforestado en una forma catastrófica en menos de quince años, y si no recuerde usted las fincas espesas que habían detrás la Sotero Laínez, y todo el contorno de sensuntepeque, y cuantos árboles mas sembramos, creo que ninguno, esos eran los pulmones de la ciudad, y se y estoy seguro que algunos pondrán objeciones con respecto al tema, pero el hecho es que el efecto será real en nuestra economía y en nuestra calidad de vida, si no tomamos conciencia pronto. La responsabilidad es de todos para salvar el planeta.

jueves, 23 de octubre de 2008

XXX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

AMAR AL PROJIMO ES AMAR A DIOS
Amar a Dios y amar al prójimo. En estos dos mandamientos se encierra la voluntad de Dios revelada en la Sagrada Escritura. No puede separarse uno del otro.
Veamos el primero de los dos: amar a Dios. Nos dice Jesús que éste es “el más grande y el primero de los mandamientos” (Mt. 22, 34-40). Pero ... ¿en qué consiste? ¿qué significa amar a Dios? El mismo Jesús nos lo dice: “Si me aman, cumplirán mis mandamientos” (Jn. 14, 15). Amar a Dios, entonces, es complacer a Dios. Quien ama complace al ser amado. Amar a Dios es tratar de agradar a Dios en todo, en hacer su Voluntad, en cumplir sus mandamientos, en guardar su Palabra. Amar a Dios es también, amarlo a El primero que nadie y primero que todo.
Sabemos también que Dios es la fuente de todo amor... y no sólo eso, sino que Dios es el Amor mismo (cfr. 1 Jn. 4, 8). Esto significa que no podemos amar por nosotros mismos, sino que Dios nos ama y con ese Amor con que Dios nos ama, podemos nosotros amar: amarle a El y amar también a los demás.
Esto significa también que ambos mandamientos -el amor a Dios y el amor al prójimo- están unidos. Uno es consecuencia del otro. No podemos amar al prójimo sin amar a Dios. Y no podemos decir que amamos a Dios si no amamos al prójimo, pues el amor a Dios necesariamente se traduce en amor al prójimo.
“La característica de la civilización cristiana es la Caridad: el Amor de Dios que se traduce en amor al prójimo… el amor a Dios y el amor al prójimo son inseparables” (Benedicto XVI, 19-10-2008).
El Señor nos manda a “amar al prójimo como a nosotros mismos”. Y ¿qué es amarse a uno mismo? Se ha pretendido basar la llamada “auto-estima” en este mandato del Señor. Pero, viéndolo bien... ¿significa amar a alguien estimarlo por sus cualidades o, más bien, significa buscar su bien sin tener en cuenta cualidades y defectos? Asimismo ¿significa amarse a uno mismo estimar las cualidades propias o más bien buscar el propio bien y la propia complacencia? Apreciar las propias cualidades y el propio valer es estimarse a uno mismo, pero esa estima no significa amarse a uno mismo. Amarse a uno mismo es otra cosa: es buscar el propio bien y la propia complacencia. Y ésa fue la medida mínima que Dios nos puso para amar a los demás.
¿Qué nos quiere decir el Señor, entonces, cuando nos pide amar al prójimo como a uno mismo? Nos quiere decir que desea que tratemos a los demás como nos tratamos a nosotros mismos. Si nos fijamos bien, somos muy complacientes con nosotros mismos: ¡cómo respetamos nuestra forma de ser y de pensar! ¡cómo excusamos nuestros defectos! ¡cómo defendemos nuestros derechos! ¡cómo nos complacemos nosotros mismos, buscando lo que nos agrada y lo que necesitamos o creemos necesitar!
El precepto del Señor de amar a los demás tiene esa medida: la medida de cómo nos respetamos y nos complacemos nosotros mismos. Dicho más simplemente: debemos tratar a los demás como nos tratamos a nosotros mismos, complacer a los demás como nos complacemos a nosotros mismos, ayudar a los demás como nos ayudamos a nosotros mismos, respetar a los demás como nos respetamos a nosotros mismos, excusar los defectos de los demás como excusamos los nuestros, etc, etc.
Amar al prójimo como a uno mismo no significa, por tanto, auto-estimarse, sino más bien seguir este otro consejo de Jesús: “Traten a los demás como quieren que ellos les traten a ustedes” (Lc. 6, 31). Nos amamos tanto a nosotros mismos que esa fue la medida mínima que puso el Señor para nuestro amor a los demás ... porque también nos dio una medida máxima que El nos mostró con su ejemplo: “Aménse unos a otros como Yo los he amado” (Jn. 15, 12). Y El nos amó mucho más que a sí mismo, dando su vida por nosotros.

EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACION

El sacramento de la Confirmación es uno de los tres sacramentos de iniciación cristiana. La misma palabra, Confirmación que significa afirmar o consolidar, nos dice mucho.
En este sacramento se fortalece y se completa la obra del Bautismo. Por este sacramento, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo. Se logra un arraigo más profundo a la filiación divina, se une más íntimamente con la Iglesia, fortaleciéndose para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. Por él es capaz de defender su fe y de transmitirla. A partir de la Confirmación nos convertimos en cristianos maduros y podremos llevar una vida cristiana más perfecta, más activa. Es el sacramento de la madurez cristiana y que nos hace capaces de ser testigos de Cristo.

El día de Pentecostés – cuando se funda la Iglesia – los apóstoles y discípulos se encontraban reunidos junto a la Virgen. Estaban temerosos, no entendían lo que había pasado – creyendo que todo había sido en balde - se encontraban tristes. De repente, descendió el Espíritu Santo sobre ellos –quedaron transformados - y a partir de ese momento entendieron todo lo que había sucedido, dejaron de tener miedo, se lanzaron a predicar y a bautizar. La Confirmación es “nuestro Pentecostés personal”. El Espíritu Santo está actuando continuamente sobre la Iglesia de modos muy diversos. La Confirmación – al descender el Espíritu Santo sobre nosotros - es una de las formas en que Él se hace presente al pueblo de Dios.

Institución

El Concilio de Trento declaró que la Confirmación era un sacramento instituido por Cristo, ya que los protestantes lo rechazaron porque - según ellos - no aparecía el momento preciso de su institución. Sabemos que fue instituido por Cristo, porque sólo Dios puede unir la gracia a un signo externo.
Además encontramos en el Antiguo Testamento, numerosas referencias por parte de los profetas, de la acción del Espíritu en la época mesiánica y el propio anuncio de Cristo de una venida del Espíritu Santo para completar su obra. Estos anuncios nos indican un sacramento distinto al Bautismo. El Nuevo Testamento nos narra cómo los apóstoles, en cumplimiento de la voluntad de Cristo, iban imponiendo las manos, comunicando el Don del Espíritu Santo, destinado a complementar la gracia del Bautismo. “Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaria había aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran al Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían al Espíritu Santo”.
(Hech. 8, 15-17;19, 5-6).

El Signo: La Materia y la Forma
Dijimos que la materia del Bautismo, el agua, tiene el significado de limpieza, en este sacramento la materia significa fuerza y plenitud. El signo de la Confirmación es la “unción”. Desde la antigüedad se utilizaba el aceite para muchas cosa: para curar heridas, a los gladiadores de les ungía con el fin de fortalecerlos, también era símbolo de abundancia, de plenitud. Además la unción va unido al nombre de “cristiano”, que significa ungido.
La materia de este sacramento es el “santo crisma”, aceite de oliva mezclado con bálsamo, que es consagrado por el Obispo el día del Jueves Santo. La unción debe ser en la frente.

domingo, 19 de octubre de 2008

LA VERDAD NOS HACE LIBRES

El Esplendor de la Verdad, con estas palabras empezaba la gran encíclica del Papa Juan Pablo II sobre moral. Es curioso que se hable de esplendor (que apunta a belleza) y de verdad en el título de una exposición de ética. Vale la pena detenerse en estas dos palabras, y desde ellas pensar en lo que quería decir el Papa, que, en definitiva, deseaba ofrecernos una motivación y un recuerdo de lo que debe ser nuestra vida como cristianos, una vida que tiene de hecho, por su misma naturaleza venida de Dios, girar en torno a la verdad. Jesucristo se definió a sí mismo como “el Camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6). El es la Verdad, la Única Verdad que hace libre al hombre y a la mujer “que vienen a este mundo” (Jn 1,9). Vivir en la verdad y llevar esa verdad al ambiente en el que cada uno y cada una vivimos es la tarea que nos corresponde a nosotros como bautizados. Jesús dijo a sus apóstoles: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado” (Mt 28,19). El Evangelio que es la Verdad tiene como misión penetrar y transformar no sólo el ser sino el hacer del hombre y de la mujer cualquiera que sea la ocupación de estos en este mundo, en otras palabras, no podemos aislar la Palabra de Dios de la vida diaria, de lo que cada uno hacemos y esto ha sido y es uno de los problemas más grandes de los que decimos creer en Jesucristo: no hemos sabido encarnar el Evangelio en la vida de cada día y “como consecuencia, el mundo del trabajo, de la política, de la economía, de la ciencia, del arte, de la literatura y de los medios de comunicación social no son guiados por criterios evangélicos” (Sto. Domingo, 96). Muchos cristianos quisieran un Evangelio que no tocara para nada sus vidas, el que vive en pecado quiere seguir en lo suyo, el rico no quiere que nadie le hable de justicia, algunos políticos creen que la Iglesia es su enemiga cuando ella les llama a trabajar buscando no sus propios intereses sino los de aquellos que más sufren en este mundo. Hace falta entender que el Evangelio es la medida de todo, que es la Luz que puede y debe de iluminarlo todo: “no es la cultura la medida del Evangelio, sino que es Jesucristo la medida de todas las culturas y de todas las acciones humanas” (Juan Pablo II). Pero el Evangelio de Jesucristo sólo logrará ser la medida de todo si “los laicos que tienen como vocación especial el hacer presente y operante a la Iglesia en los lugares y circunstancias donde ella no puede llegar a ser la sal de la tierra sino es a través de ellos” (LG, 33) conocen, aman y viven ellos mismos de acuerdo a los criterios del Evangelio, fácil es hablar de la Palabra de Dios pero sólo eso no cambia nada las cosas, hace falta además “el testimonio de vida cristiana de cada bautizado (RMi, 42). Por eso, es importante que como cristianos nos preguntemos con sinceridad así mismos: ¿Qué tanto estoy viviendo yo en todos los aspectos de mi vida dejándome iluminar y conducir por la Verdad del Evangelio? Y esto, porque vivir de acuerdo a la Verdad de Dios no es algo que resulte fácil para nadie; muchos “viven buscando nada más la comodidad en su vivir pero no encuentran alegría en someterse a la voluntad de Dios que es la Verdad. Muchos cristianos viven una religión que no les cuesta ningún trabajo pero esa no es ninguna religión en absoluto” (Jonh H. Newman, Discurso sexto). Si ya conocemos a Jesucristo que es la verdad, entonces, “no podemos tenerlo sólo para sí mismos sino que debemos de anunciarlo” (Juan Pablo II). Esta es la problemática de estos tiempos, en que los hombres y mujeres no nos atrevemos a anunciar de verdad y con valentía la verdad, que es Cristo, nos hemos acomodado, y acostumbrado a llevar una vida placentera y sin exigencias, una vida llena de mediocridades que cubrimos con algo que nosotros llamamos “Verdad”, pero que sabemos que no lo es, “yo estaba tranquilo en mi mediocridad hasta que me resulto insoportable, decía Robert Hostien, cuando le preguntaron porque su cambio de vida, y añadió, la mayor lacra de esta humanidad es vivir de mediocremente, y es por ello que no somos capaces de avanzar, y vivimos amargados y tristes” (razones para vivir #15) interesante verdad, pero es así la vida que esta sociedad nos presenta. Una última pregunta, ¿tratas de vivir en la verdad? Todos los acontecimientos de tu vida.

sábado, 18 de octubre de 2008

EL PADRE HOYOS Y EL PADRE ALEX EL DUO DINAMICO DEL SIGLO XXI

Estoy aprovechando esta pagina de reflexion tan leida por muchas personas en los Estados Unidos, en El Salvador, Bolivia, Colombia y Argentina. Para destacar a un gran amigo sacerdote al Reverendo Mauricio Alexander Diaz conocido por todos como "el Padre Alex", y hoy 18 de octubre donde Dios regalo a El Salvador un personaje muy especial, inteligente y gran predicador, deportista, honesto y franco y cuando digo gran predicador es porque ya se ha tomado tanta fama que hasta de Roma lo han llamado a predicar, pero no es Roma de Italia, sino Roma de Georgia, Estados Unidos. Aunque nos sorprenda que su fama muy pronto llegara a esos salones del vaticano.

Cada persona en el area metropolitana tiene una anecdota, una historia o un comentario simpatico de que hablar del padre Alex.
Le gusta primero que todo orar, ver peliculas clasicas, de suspenso y de aventuras, oir buena musica, contestar sus correos electronicos, chatear en el internet y jugar futbol. Siempre anda impecable, orgulloso de ser sacerdote; es muy sensible ante los problemas sociales muy organizado. Es el profesor mas popular del Apostolado Hispano, gran amigo de "Sebas" y amigo de todos. Muy acomediado y super paciente con sus superiores. A pesar que esta a diete le encanta la pizza. Es agradable hablar con el padre Alex pues siempre tiene una palabra de aliento y una sonrisa amable. El padre Alex vive las misas de sanacion, es un gran confesor y es como San Francisco de Asis ama a los animales sobre todo a su gato "mincho" y a su perro "pluto" que con gran cariño lo espera y se alegra cuando esta de visita en su hogar en sensuntepeque, y que decir de su Mamá, ella lo adora pues aunque el no lo admite el padre Alex es su concentido.
La fe y el amor lo han llevado muy lejos, pues el ha puesto toda su comfianza en Cristo y la virgencita Maria en especial la Guadalupana que ocupa un gran puesto en su cuarto y en su corazon.
Alex, con tigo en esta Diocesis de Arlington hemos formado el gran duo Dinamico para la pastoral y el acompañamiento de nuestros hermanos inmigrantes. Todo se puede con gran voluntad firme y una fe viva.


Gracias Dios mio por darnos un buen Sacerdote


FELIZ CUMPLEAÑOS PADRE ALEX


Reverendo Jose Eungenio Hoyos
Director del Apostolado Hispano
Diocesis de Arlington
Virginia Estados Unidos

viernes, 17 de octubre de 2008

DOMINGO XIXDEL TIEMPO ORDINARIO

DAD AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR Y A DIOS LO QUE LE PERTENECE

Las Lecturas de este Domingo tratan un asunto importante para el buen desenvolvimiento de la vida de los pueblos, de los gobiernos y de los gobernados. El Evangelio de hoy toca un asunto político-religioso: la autoridad civil y la autoridad divina. Se trata del episodio en el cual los Fariseos, pretendiendo nuevamente poner a Jesús contra la pared, le preguntaron si era lícito pagarle impuestos a Roma. Si decía que no -pensaron ellos- podría ser interpretado como desobediencia a la autoridad civil, en manos de los Romanos que tenían ocupado el territorio de Israel. Si contestaba que sí, podría interpretarse como una limitación de la autoridad de Dios sobre el pueblo escogido. La respuesta de Jesús fue clara y sin caer en la trampa: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Mt. 22, 15-21).


Así que Jesús no estaba contra la pared. Con esta hábil respuesta -como muchas otras del Señor ante la insidia de los Fariseos- Jesús deja claramente establecido que la autoridad política tiene su campo propio de acción, relacionado con el orden público y el bien de todos los gobernados, y que cuando requiere la obediencia y la contribución o tributo, hay que cumplirle.
Pero también deja claro que el respeto y el tributo no sólo se le debe a la autoridad civil, sino que principalmente debemos darle a Dios lo que es de El y a El corresponde.
¿Qué significa esto? Significa varias cosas.

1.) En primer lugar debemos saber que toda autoridad temporal viene de Dios. Recordemos lo que Jesús, más tarde, le dijo a Pilatos, el gobernador romano, en el momento del juicio que éste le hizo: “Tú no tendrías ningún poder sobre mí, si no lo hubieras recibido de lo Alto” (Jn. 18, 11). Si la autoridad civil viene de Dios, también depende de El. Esto tiene como consecuencia que un gobierno puede llegar a ser injusto si, por ejemplo, se opone al orden divino, a la Ley de Dios; si exige algo que vaya contra la ley natural establecida por Dios, si va en contra de la dignidad humana, contra la libertad religiosa, etc.
En casos como éstos se aplica lo que vemos contestar a los Apóstoles cuando la autoridad civil les prohibe predicar en nombre de Jesús, o sea, cuando les prohibe realizar la tarea que Dios les había encomendado. Si la autoridad divina está por encima de la autoridad civil, es claro por qué ellos desobedecen y al serle reclamada su desobediencia, ellos responden: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hech. 5, 27-29). Es decir, cuando entra en conflicto la obediencia a Dios con la obediencia al poder civil, hay que tener en cuenta que toda autoridad temporal tiene su origen en Dios y que la autoridad divina está por encima de la autoridad humana.

2.) En segundo lugar, debemos tener claro que Dios es el Señor de la historia y todo lo ordena El para la salvación de la humanidad y de cada ser humano en particular.
Hasta las leyes de la Roma pagana y sus gobernantes sirvieron para que se llevaran a cabo los designios de Dios, tanto para el nacimiento como para la pasión y muerte de Jesús, el Salvador del mundo: el edicto de empadronamiento de los judíos, ordenado por el Emperador romano, obligó a San José y la Virgen a ir a Belén, donde nacería el Salvador del mundo (cfr. Lc. 2, 1-5) anunciado desde antes por el Profeta Miqueas (cfr. Mt. 2, 4-5 y Miq 5, 2). Con el juicio de Pilato a Jesús (cfr. Jn. 19, 14-16) se cumplió la redención del género humano. Nada escapa, entonces, a los designios divinos, bien sea porque Dios lo causa o bien porque lo permite. Los mismos gobernantes -sean buenos o malos, sean convenientes o inconvenientes, sean tolerantes o intolerantes, sean lícitos o ilícitos, sean tiranos o magnánimos- aunque no lo sepan o no lo quieran reconocer, aunque no se den cuenta sus gobernados, son instrumentos de Dios para que se realicen los planes que El tiene señalados para trazar la historia de la salvación de la humanidad.
Si revisamos la historia de la salvación que encontramos en la Sagrada Escritura, podemos ver cómo Dios va realizado su plan de salvación en el pueblo escogido. A veces éste se ve librado por Dios por un conjunto de circunstancias que pueden llegar a considerarse un milagro, enviándoles, por ejemplo, un jefe que los lleva a la victoria, o a veces, por el contrario, permitiendo que el pueblo fuese o derrotado o desterrado o dividido. En todas las circunstancias está la mano poderosa de Dios, porque “Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman” (Rom. 8, 28). En esto consiste la Historia de la Salvación, realizada por Dios, en la que utiliza a los seres humanos como instrumentos para realizar sus planes, porque Dios es el Señor de la historia ... nadie más.

Veamos, por ejemplo, lo que ocurrió al pueblo de Israel en una época de su historia:
931 años antes de la venida de Cristo, se dividieron las doce tribus y se constituyeron en dos reinos, el Reino del Norte y el Reino del Sur (cfr. 1 Re. 12, 1-32).
Luego en el año 722 antes de Cristo, cae el Reino el Norte en manos de Asiria (cfr. 2 Re. 17, 5-6 / 18, 9-12).

Y en el año 587 antes de Cristo cae también el Reino del Sur, quedando Jerusalén con su Templo destruido y sus habitantes desterrados a Babilonia (2 Re. 24, 10-17).
Y todo esto, por más adverso que pareciera para el pueblo escogido, lo permitió Dios, el Señor de la historia.

La Primera Lectura (Is. 45, 1.4-6) de hoy nos muestra la escogencia que el mismo Dios hace de un Rey pagano, Ciro, a quien convierte en el liberador del pueblo de Israel. Ciro, Rey del Imperio Persa, al conquistar Babilonia en el año 538 antes de Cristo, da la libertad a los judíos para que regresen a su tierra y autoriza la reconstrucción del Templo de Jerusalén (cfr. Es. 1).

Sin saberlo, Ciro colaboró con Dios para que todos vieran su gloria y a El se le rindiera culto nuevamente en el Templo de Jerusalén. Así nos dice la Sagrada Escritura sobre la elección de Ciro por parte de Dios para ser su instrumento: “Te llamé por tu nombre y te di un título de honor, aunque tú no me conocieras ... Te hago poderoso, aunque tú no me conoces, para que todos sepan que no hay otro Dios fuera de Mí. Yo soy el Señor y no hay otro” (Is. 45, 1-6).
En el comienzo de la historia de la Iglesia vemos cómo las persecuciones a los cristianos por parte de los romanos, sirvieron para la difusión del Evangelio de Jesucristo. Siempre se ha dicho que la sangre de los mártires es multiplicadora de semillas de nuevos cristianos. Y así fue y sigue siendo. Dios, de un aparente mal, como es la muerte de cristianos inocentes, saca un bien. Así sigue Dios escribiendo la historia de la salvación.

Más recientemente en nuestro siglo, vemos cómo los regímenes marxistas que habían intentado apagar la fe en Dios, no lo lograron del todo. La fe del pueblo se mantuvo viva y, cuando parecía que estaba apagada, fue como un fuego que vuelve a encenderse a partir de las cenizas.
Todo lo ordena Dios para sus fines. La historia de cada ser humano en particular y de los pueblos está en manos de Dios. Por encima de todo gobierno humano está el gobierno de Dios. Y todo lo ordena Dios, origen de toda autoridad humana y Señor de la historia, para realizar la historia de la salvación de cada ser humano en particular y de toda la humanidad.
Volviendo sobre la moneda y la imagen en la moneda: en nuestro Bautismo hemos sido sellados con el sello de Cristo. ¿De quién es, entonces, la imagen que llevamos nosotros? Hemos sido hechos a imagen y semejanza de Dios, y con el Bautismo hemos sido hechos hijos de Dios. Entonces, hay que dar al César lo que es del César, pero más importante aún es dar a Dios lo que es de Dios.

jueves, 9 de octubre de 2008

DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO

ESTAMOS INVITADOS A UNA BODA
Jesucristo nos presenta en el Evangelio de hoy por medio una acto muy singular de la parábola del "Banquete de Bodas" (Mt. 22, 1-14). Se trata de la celebración de la Boda del Hijo de Dios con la humanidad. Y a esa Fiesta estamos invitados todos. "El Reino de los Cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran a los invitados, pero éstos no quisieron ir ... Uno se fue a su campo, otro a su negocio..." ¡cuántas veces no hacemos nosotros lo mismo! Constantemente nos oponemos a la invitación del Señor. Dios nos llama y en vez de atender su invitación, le damos la espalda. Dios nos ofrece la oportunidad de ir a su fiesta y de tener la felicidad para siempre, y ... ¿cómo respondemos? ¿No hacemos como los invitados que nos describe el Evangelio? ¿No preferimos los negocios temporales a las invitaciones eternas? ¿No preferimos los banquetes de la tierra al Banquete Celestial? No aceptar la invitación del Rey es un desplante. Pueden haber cosas que parecen más importantes que asistir a la Boda del Hijo del Rey, pero nada es más importante que esa Fiesta: la Fiesta Escatológica, que sucederá al final de los tiempos. Y el Rey se disgusta, no sólo por el desprecio de sus invitados, sino porque, además, han matado a los que envió para invitarlos. Los enviados asesinados son los mártires de todos los tiempos: mataron a los Profetas del Antiguo Testamento, a San Juan Bautista, también a Cristo. Le siguieron los mártires del comienzo de la Iglesia. Y aún en nuestra era, no han cesado los martirios: el siglo 20 fue testigo del mayor número de mártires de todos los siglos. Pensemos en las persecuciones del comunismo contra la Iglesia católica. ¿Será que los hombres y mujeres de hoy estamos tan hundidos en los negocios terrenos que consideramos que es tiempo perdido pensar en Dios y en la vida eterna? Pero ... ¿qué nos dice el Evangelio sobre los que no acepten la invitación al Banquete Celestial? Es muy claro: otros serán invitados en lugar de los que no asistan San Lucas, al relatar esta Fiesta Celestial nos habla de que el anfitrión invitó luego a los pobres, los inválidos, los cojos y los ciegos (Lc. 14, 22). Y ¿quiénes son esos minusválidos que el Señor invita debido a la ausencia de los invitados iniciales? Son todos aquéllos que el mundo considera insuficientes: los pobres de corazón, que saben que no tienen nada si no tienen a Dios; los inválidos -inválidos espirituales- que saben que no pueden valerse sin la ayuda de Dios; los cojos que saben que necesitan las muletas que sólo Dios puede ofrecerles; los ciegos que saben que necesitan la luz de Dios para poder ver. Los sabios según la sabiduría de este mundo, los orgullosos, los presuntuosos, los apegados a las cosas del mundo y a los bienes materiales corren el riesgo de ser invitados y de no asistir, por no darse cuenta de que la invitación del Señor es infinitamente más importante que cualquier negocio, cualquier preocupación material, cualquier apego terreno. Y corren el riesgo, también, de no estar vestidos adecuadamente y de ser echados fuera. No estar bien vestido significa no tener la suficiente preparación espiritual para poder ser aceptado en la Fiesta de la Salvación. Significa esta parte de la parábola que no basta ser invitado, tampoco basta haber entrado al banquete (es decir, formar parte de la Iglesia). Se requiere estar debidamente preparado: vivir en estado de gracia, vivir en amistad con Dios.

CONOSCAMOS EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO

El término Bautismo procede del verbo griego baptizein, que significa sumergir, lavar. El simbolismo de los efectos del agua como signo de purificación es muy común en la historia de las religiones. Sabemos que Juan Bautista daba el bautismo a todos aquellos que aceptaban su predicación como cambio de vida. Jesucristo enseñó a los apóstoles un bautismo diferente del conocido por los judíos. No era sólo un símbolo, sino una verdadera purificación y un llenarse del Espíritu Santo. Juan Bautista lo había anunciado: "Yo bautizo con agua, pero pronto va a venir el que es más poderoso que yo, al que yo no soy digno de soltarle los cordones de sus zapatos; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego".(Lc 3,16)
El hecho más importante para interpretar el Bautismo cristiano es el Bautismo de Jesús, en el que culminan las prefiguraciones del Antiguo Testamento sobre este sacramento. Los cuatro evangelios cuentan el Bautismo que recibió Jesús (Mc 1, 9-11; Mt 3, 13-17; Lc 3, 21-22; Jn 1, 32-34) y los cuatro conceden excepcional importancia a este hecho porque representa el punto de partida y el comienzo del ministerio público de Jesús (Hch 1,22; 10,37; 1 Jn 5.6). Todos los evangelistas coinciden en narrar dos cosas:
- El descenso del Espíritu
-La proclamación divina asociada a la venida del Espíritu Santo
Según el judaísmo antiguo, la comunicación del Espíritu significa la inspiración profética. La persona que recibe el Espíritu es llamada por Dios para ser su mensajero (Eclo 48,24; Dn 13,45). Por lo tanto, en el momento del bautismo, Jesús recibió del Padre la vocación y el destino que marcó y orientó su vida.
Con ocasión de su Bautismo, Jesús experimentó su vocación, aceptando la misión y el destino que le llevarían a su muerte violenta. Así se explica que las dos únicas veces que Jesús utiliza el verbo bautizar (Mc 10,38; Lc 12,50) sea para referirse a su propia muerte. El bautismo par Jesús tiene un sentido concreto: es el acto y el momento en que el hombre asume conscientemente una vocación y un destino en la vida, la vocación y el destino de la solidaridad incondicional con los hombres, especialmente los más pobres, hasta llegar a la misma muerte.
La Iglesia bautiza porque así realiza el mandato de Jesús resucitado y porque está llena del Espíritu Santo para comunicar la salvación a través de este sacramento. El Bautismo es el sacramento de la fe (Mc 16,16). Pero la fe tiene necesidad de la comunidad de creyentes. Solo en la fe de la Iglesia puede creer cada uno de los cristianos. La fe que se requiere para el Bautismo no es una fe perfecta y madura, sino un comienzo que está llamado a desarrollarse. En todos los bautizados, niños o adultos, la fe debe crecer después del Bautismo.

domingo, 5 de octubre de 2008

LA CULTURA DE LA MUERTE, RENACE CON NUEVOS ROSTROS I

Hablar de cultura de la muerte no es nuevo, quizás el termino parezca nuevo aunque en realidad es algo a lo que la humanidad se ha venido enfrentando desde hace ya varios siglos, y porque no decirlo desde el primer momento en que nuestros padres desobedecieron a Dios en el paraíso, ya que desde ahí el hombre quedo viciando en su naturaleza e inclinado hacia el pecado, el problema es que a medida que avanza la humanidad esta cultura va creciendo de forma silenciosa, destruyendo cada vez mas la dignidad del genero humano, fomenta su destrucción, sobre todo en aquellos mas pequeños y débiles, sobre los desvalidos y que no tienen voz ni voto en la sociedad, los promotores de esta cultura, ven a estos como peones de ajedrez, como maquinas productoras o como títeres para enriquecerse cada vez mas, en ningún momento favorecen la dignidad de los pequeños ni sus derechos como tal. El término "cultura" de la muerte fue acuñado por el Papa Juan Pablo II en su Encíclica El Evangelio de la Vida, publicada el 25 de marzo de 1995. Esta cultura ha tenido su auge con nuevos rostros y nuevas estrategias en los últimos siglos, específicamente en los dos siglos anteriores ante esta situación el papa Juan Pablo II nos decía "...Estamos frente a una realidad más amplia, que se puede considerar como una verdadera y auténtica estructura de pecado, caracterizada por la difusión de una cultura contraria a la solidaridad, que en muchos casos se configura como verdadera ´cultura de muerte´" (El Evangelio de la Vida, núm. 12.). Su crecimiento es fomentado cuando los seres humanos sacamos cada día que pasa a Dios de nuestras vidas, y hay que tener claro que la presencia de Dios, representa la vida y la felicidad del hombre y la mujer misma, la presencia de Dios hace que el hombre crezca y se fortalezca en valores, en virtudes, que fomente la paz y el desarrollo interior, mientras que sin Dios, no le interesa absolutamente nada, y comienza su propia autodestrucción. Las estrategias principales que la "cultura de la muerte" ha usado para promover el aborto, la anticoncepción y la "educación" sexual hedonista ahora se han intensificado y se extienden a la manipulación de embriones humanos Ya no es solo el aborto, ya sea quirúrgico o el causado por los anticonceptivos abortivos, la única manera silenciosa y escondida en que la "cultura" de la muerte destruye a los seres humanos no nacidos. Lo es también la fecundación in vitro, la clonación y la experimentación con embriones humanos. Por otro lado, está el crimen de la eutanasia. Éste también ocurre en el silencio y a la sombra de las instalaciones médicas, revestido así de una apariencia de legitimidad. Es parte del engaño de la "cultura" de la muerte, de encubrir la destrucción de la vida de un ser humano con una fachada de "piedad". Es necesario profundizar en nuestro conocimiento sobre el avance que ha tenido la "cultura" de la muerte durante los últimos años. Se precisa una reflexión que ahonde en las estrategias y engaños presentes en los nuevos ataques de esta falsa "cultura". La necesidad de esa reflexión es apremiante, pues mientras más silencioso es el enemigo, más difícil es de combatir. Existe el peligro de que la conciencia, aún la de los buenos, se adormezca ante el sigilo de estas formas de atacar la vida humana, con el consecuente debilitamiento de la acción en defensa de la vida. Ello hay que impedirlo a toda costa, como lo lograremos, no favoreciendo en ningún momento todos estos elementos que la potencia, siendo cristianos auténticos, decididos y defensores de la verdadera cultura, la cultura de la vida.

sábado, 4 de octubre de 2008

OCTUBRE MES DE MARIA

CONOZCAMOS A NUESTRA MADRE
- Quien es María
María no es un mito, sino una mujer real, con una historia personal, aunque si del Nuevo testamento podemos recoger sólo algunos aspectos de su personalidad y no propiamente una biografía.
- Vive en Nazaret, una ciudad de la Galilea sin ninguna importancia.
- Pertenece a un ambiente popular; esposa a José el carpintero, entrando en un clan de ascendencia davídica.
- Participa activamente en los hechos de la vida:
- Va a visitar a una pariente anciana, hace la peregrinación a Jerusalén,
- Interviene en una fiesta de bodas.
- Sabe escuchar y reflexionar; pero también hablar y tomar decisiones valientes. Contempla, llena de estupor, las maravillas de Dios y espera de El la justicia para los oprimidos, según la espiritualidad de los pobres de JHWH.
- Procura comprender sus proyectos, dispuesta a ponerse a su disposición como humilde "sierva del Señor" (Lc 1,38): es este el único título que se atribuye.
- Tiene dificultad para comprender a su hijo Jesús; lo sigue con materna premura y con fe heró ica; condivide con El la pobreza de Belén, el exilio en Egipto, la quietud escondida de Nazaret, el fracaso del Calvario.
- En fin, en Jerusalén, está presente en el núcleo inicial de la comunidad cristiana en oración para invocar la venida del Espíritu de Pentecostés: "Eran asiduos y concordes en la oración, junto a algunas mujeres y a María, la madre de Jesús y con los hermanos de El" (At 1,14).
Con esta información, terminan las noticias que tenemos de ella. Todo ello, aparentemente, no es mucho. Observemos, sin embargo, que María está presente en los momentos decisivos: Nacimiento, Pascua y Pentecostés. Son los momentos que señalan, respectivamente, el inicio, el cumplimiento y la comunicación de la salvación. Mientras su Hijo es imagen personal de Dios salvador, ella es el modelo de la humanidad salvada: una de nosotros, pero redimida y asociada a El de un modo del todo singular. En ella, la Iglesia encuentra su primera y más perfecta realización en el orden de la fe, de la caridad y de la perfecta unión con Cristo. No por nada el Evangelio de
- Lucas la presenta como la nueva Jerusalén; el Evangelio de Juan la indica como la mujer símbolo de Israel.
- El Apocalípsis la incluye, junto al pueblo de Dios, en la figura de la mujer vestida de sol que da luz al Mesías y es atacada por el dragón en el desierto.
María está dentro de la Iglesia, pero incomparablemente más cerca de Cristo que los demás creyentes. Recorriendo el camino de su existencia, a la luz de esta posición característica, se comprenden mejor sus singulares prerrogativas, que, en definitiva, se fundan en el misterio de su divina maternidad.
- Cristo es el único maestro y el único redentor; de El recibimos la gracia de ser discípulos y cooperadores, partícipes de su vida y de su misión, santos y santificadores.
María es la más perfecta discípula de Cristo y la primera colaboradora en la obra de la salvación. Su personal camino de fe, como ponen de relieve los relatos evangélicos, es también el dilatarse de su caridad hacia todos los hombres, con una inserción cada vez más consciente en el misterio de la redención.
María, ¿qué más decir de ti? ¡Cómo quisiéramos expresarnos correctamente para que pudiéramos comprender mucho mejor tu puesto dentro de la Iglesia!
Si, María es acción maternal dentro de la Iglesia. María madre de la Iglesia, la llamó Pablo VI, y la llamamos nosotros.
Pero también María es presencia ejemplar, es paradigma, es modelo en la Iglesia. A ella tenemos que mirar para aprender a ser miembros que fieles y comprometidos de la Iglesia.
Es modelo para los consagrados, ya sea contemplativos, ya sea activos, por su entrega radical al Señor.
Es modelo para los Pastores, por su espíritu de servicio desinteresado al pueblo de Dios.
Es modelo para todos los fieles por su identificación con el Hijo y por su docilidad y disponibilidad al Plan de Dios.
María es modelo para todos los que sufren, pues ella atravesó también el Getsemaní del destierro, la soledad, y el Calvario del sufrimiento y del desprecio. Pero ella se mantuvo fiel y firme en su fe.
Por todo lo dicho, convengamos: no podemos separar nunca a María de la Iglesia. Por eso el amor a la Iglesia se traducirá en amor a María y viceversa, porque la una no puede subsistir sin la otra. Así dijo Pablo VI en Marialis Cultus 35.María es modelo de evangelización. Es más, Ella es la Estrella de la Evangelización. ¿Qué es la evangelización? Es vivencia y proclamación de la persona y mensaje de Jesús. ¿Quién mejor que María para enseñarnos a evangelizar? Ella, que es Evangelio vivido, pues ese Evangelio se hizo carne en su seno.
María es Estrella de la evangelización porque conduce, señalando inequívocamente el camino a seguir. Orientarse por su ejemplo y su palabra es la mejor garantía para alcanzar con seguridad el objetivo: Dios y su reinado entre nosotros.


María es Estrella de la evangelización porque brilla y con su luz ilumina a aquel que nos sacó de las tinieblas del pecado y nos hace vivir en la luz de la gracia. En la Virgen resplandecen de manera admirable todos los valores evangélicos. Ella es un “catecismo viviente”, un libro abierto donde en forma sencilla y clara están contenidas todas las verdades de la fe.

María es estrella de la evangelización porque atrae e impulsa a seguir su ejemplo de total adhesión al Señor. Redimida como nosotros, la Palabra encuentra en ella la mejor acogida y se vuelve vida en abundancia, su ejemplo posee una fuerza de atracción especial porque es cálido y cercano. María, mujer totalmente evangelizada, evangeliza con su sola presencia. Cada encuentro con la Virgen es un encuentro con el Evangelio. Es invitación y estimulo a la vivencia de los valores más nobles y positivos, aquellos que impulsan al hombre y a las naciones a su plenitud.
Termino con la famosa frase de San Bernardo de Claraval donde nos exhorta a mirar siempre la estrella, a invocar a María: “No apartes tus ojos del resplandor de esta estrella, sino quieres ser oprimido por las barracas. Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas en los escollos de las tribulaciones, mira a la estrella llama a María.

Si eres agitado por las olas de la soberbia por la detracción, por la ambición, por la ambición, mira a la estrella, invoca a María. En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María invoca a María. No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón, y para conseguir la ayuda de su intercesión, no dejes de seguir el ejemplo de su vida.Si ella te tiene de la mano, no caerás; Si ella te protege, no tienes que temer.”

viernes, 3 de octubre de 2008

XXVII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

SOLO SOMOS ADMINISTRADORES DE LOS DONES DE DIOS
Bajo la imagen de la viña, común a la primera lectura y el evangelio, la idea central de la parábola bíblica de este domingo es el traspaso del reino de Dios, la iglesia que Jesús fundamenta como piedra angular, y que debe producir frutos para Dios. Esta parábola de los viñadores asesinos constituye un compendio de la historia de la salvación del hombre por Dios desde la alianza del Sinaí, hasta la fundación de la Iglesia por Jesús como nuevo pueblo de Dios, pasando por los profetas y la persona de Cristo. Dios que desde el pecado de nuestros primeros padres se ha preocupado por enviarnos la salvación a todos y a cada uno de nosotros, primero nos hablo por boca de los profetas y sin embargo no se les escucho, les quitaron la vida inmisericordemente, hasta que por fin nos envió a su hijo único, al que tampoco fuimos capaces de escuchar y que también le quitamos la vida, ahora bien, la pregunta de hoy es ¿Tiene alguna aplicación hoy en día esta parábola? Pues es posible que sí. Esos arrendatarios que se sienten dueños y se sienten con poder para hacer y deshacer a su antojo; esos arrendatarios que se creen los únicos que saben lo que es bueno para la viña; esos arrendatarios que ni matan a los criados ni al hijo, y en cuanto aparecen por la viña tratan de agasajarles, seducirles y comprarles incluso con la intención de que se vuelvan en contra del mismo dueño.
La viña de hoy en día, o sea el Pueblo de Dios, sufre mucho. Unos lo oprimen con pesos que les cargan y no pueden ni levantar la cabeza; otros parece que sólo intentan confundirlo y dividirlo; hay quienes lo juzgan con tanta severidad que le quita toda esperanza y el mensaje deja de ser “buena noticia”.
Mucho más sentido evangélico tienen las palabras de Pablo a los Filipenses. Los arrendatarios deberían, deberíamos escuchar muy atentamente al consejo del Apóstol: “Que nada os angustie”. Y a renglón seguido les anima a confiar en Dios, a orar, suplicarle, a darle gracias y como recompensa vivirán, disfrutarán de su paz, de la paz de Dios.
Hoy los arrendatarios se preguntan unos a otros cuál es el último libro que ha leído, qué película ha visto, qué conferencia ha dictado, cuántos artículos o libros ha escrito, qué títulos universitarios posee o que otros honores le han otorgado, qué opinión le merece este o aquel documento o pronunciamiento de algún otro arrendador. ¿No estaremos complicando nuestras vidas, tanto la del Pueblo de Dios (la viña) como la de los que la cuidan?
Pablo continúa: “Por último, hermanos, tomad en consideración lo que hay de verdadero, de noble, de justo, de limpio, de amable, de laudable, de virtuoso y de encomiable”. Algo así podría ser un buen plan para que todos los que pertenecen, son o están asociados con la viña, Pueblo de Dios, Iglesia, pudieran disfrutar del Dios de la paz que está siempre en medio de nosotros.
Posiblemente no sea tan difícil cuidar la viña, seguro que no hay necesidad de envidia que lleva a la violencia y al alejamiento y rechazo de unos y otros. Que siempre tengamos presente que esta viña en la cual vivimos no nos pertenece, sino que solo somos unos administradores de esta multiforme gracia que Dios nos ha dado y que al final de los tiempos vendrá el verdadero dueño y nos pedirá cuentas concretas para ver si hemos sido capaces de administrarla con responsabilidad.

SON NECESARIOS LOS SACRAMENTOS PARA NUESTRA SALVACION

Al ser los sacramentos un medio de comunicación entre el hombre y Dios, así como medios de salvación, debemos de preguntarnos sobre la necesidad que tiene el hombre de recibirlos.
Sabemos que Dios puede comunicar su gracia de muchos modos, pero conociendo al hombre, consideró que la institución de los sacramentos era conveniente, para que de este modo el hombre participara de lo que ocurría de manera invisible por medio de elementos visibles.
La Iglesia afirma que los sacramentos son necesarios para la salvación porque contienen la gracia que nos hace posible la santidad. Especialmente el Bautismo, que es el que nos abre las puertas a todos los demás sacramentos.Los sacramentos son medios para recibir la gracia, y obtener la salvación, por lo tanto, todos los hombres tienen necesidad de recibir la mayoría de ellos.
Hemos dicho que para todos es necesario el Bautismo (Cfr. Dz. 388, 413, 996). La Reconciliación es necesaria para los que hayan pecado mortalmente, después de recibir el Bautismo. La Eucaristía también es necesaria para quienes hayan llegado al uso de razón.
Jn. 6, 53.
Todos los demás sacramentos acrecientan la gracia, por tanto sería muy conveniente recibirlos. Pero, no todos los sacramentos son necesarios para todas las personas, algunos de ellos responden a un llamado especial de Dios, y ese llamado no es para todos. Ejemplo: el sacramento del Orden, o el sacramento del Matrimonio.
Que efectos producen estos sacramentos
Efectos de los Sacramentos:Por medio de los sacramentos nos identificamos con Jesucristo, esto fue declarado por el Concilio Vaticano II y esto se logra por la gracia que se confiere en ellos. (Cfr. L.G.no. 7).Los tres efectos que producen los sacramentos son:
· La gracia santificante, que se nos infunde o se nos aumenta.
· Esta gracia es la que nos borra el pecado.
· Hace posible que Dios habite en nuestra alma y nos hace hijos de Dios y herederos del cielo. En el caso de que la persona ya estaba en estado de gracia, al recibir un sacramento, entonces se aumenta el grado de gracia en su alma. El Bautismo y la Reconciliación nos dan la gracia, por ello son llamados “sacramentos de muertos”, pues el sujeto que los recibe estaba muerto a la vida sobrenatural. Todos los demás sacramentos se llaman de “vivos” porque se necesita estar en estado de gracia para recibirlos.La gracia sacramental que es la gracia particular que confiere cada sacramento, una energía especial que nos ayuda a cumplir mejor los deberes de cada quien.
* En el Bautismo se recibe la gracia de la vida sobrenatural.
* En la Confirmación, Cristo nos otorga la gracia de la madurez cristiana y nos hace testigos de Él.
* En la Eucaristía es la gracia del alimento del espíritu – pan y vino - la que se recibe.
* La Reconciliación o Penitencia nos hace posible que nos reconciliemos con Dios, a través deL arrepentimiento y el perdón de Dios.
* La Unción de los Enfermos es el que nos da la fortaleza para enfrentar la enfermedad.
* El Orden se recibe el poder que Cristo les da - a algunas personas – el sacerdocio ministerial.
* En el Matrimonio, Cristo hace posible la unión sacramental de un hombre y una mujer para toda la vida.
El carácter que se imprime en tres de los sacramentos (Bautismo, Confirmación y Orden Sacerdotal), es verdad de fe. (Cfr. Dz. 852; Catec. n. 1121). Este carácter es una huella indeleble e invisible que se imprime en el alma, es una marca espiritual y que nos marca como pertenecientes a Dios o en el caso del Orden, el carácter que imprime es el de ministro de Dios. Hace posible la participación de los fieles en el sacerdocio de Cristo y formar parte de la Iglesia. Esta huella –indeleble – resulta una promesa y una garantía de la protección de Dios. Estos tres sacramentos no se pueden repetir. (Cfr. Catec. no. 1121). En un principio se hablaba del carácter como “sello divino” o “sello del Espíritu Santo”, siguiendo la expresión utilizada en la Biblia.

viernes, 26 de septiembre de 2008

XXVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

¿SOMOS CRISTIANOS AUTENTICOS?
En el Evangelio de hoy (Mt. 21, 28-32), nos cuenta Jesús que un padre envía a sus dos hijos a trabajar. Uno le contesta que sí va a trabajar ... pero realmente se escapa de su obligación y no va. El otro le dice que no quiere ir, pero luego recapacita y va a hacer lo que el padre quiere. Y Jesús, quien ha planteado esta historia imaginaria a aquéllos que se oponían a sus enseñanzas. Se sentían muy seguros de su “sabiduría” y de su “santidad”... Tan santos se consideraban, que creían que no necesitaban convertirse cuando el Bautista llamaba al arrepentimiento. Y tan sabios, que pretendían oponerse al Mesías enviado por Dios. Al terminar dicha parábola Jesús pide a los presentes que emitan un juicio sobre estos dos hermanos: ¿Cuál de los dos cumplió con la voluntad del padre? Aquellos señores tan inteligentes no se dieron cuenta de lo que les caía encima. Jesús les anunció algo que para ellos era impensable: “Os aseguro, fueron las palabras del Maestro, que los recaudadores y las prostitutas les llevan la delantera para entrar en el reino de los cielos”. ¿Cómo sentaría semejantes palabras a unas personas tan arraigadas en cumplir con todas las formalidades externas, con hacer y decir lo políticamente correcto? ¿Quién podía imaginarse que esos pecadores públicos, como eran los recaudadores y las prostitutas, estuvieran más adelantados en el camino para entrar en el reino de los cielos?¿Tendrá todavía valor esta lección de Jesús? ¿Será posible que las prostitutas, los afectados por el Sida, los alcohólicos, los sin techo, los indocumentados estén más avanzados en el camino hacia el reino de los cielos que muchos de esos cristianos de fino exterior, de escapulario planchado, de galas eclesiales, de discursos catequéticos, de golpes sonoros de pecho, reverencias profundas y de constante beso de anillos? Esta parábola nos enseña la superioridad de la acción sobre la palabra. Hay infinidad de dichos que nos recuerdan semejante doctrina: “Obras son amores y no buenas razones”. El mismo evangelio nos recuerda: “No todo el que dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad del Padre”. “ser cristiano, quiere decir, siempre, estar haciéndose cristiano” dijo un santo, y como a renglón seguido añadía que su oración diaria era: “Dios mío, ayúdame a no contentarme con creer que soy cristiano, sino haz que llegue a serlo de veras” porque da la impresión que muchos en la época actual viven un cristianismo de barniz, de apariencias y de ilusiones platónicas que no les hacen crecer ni permiten que otros crezcan, que el Evangelio de este domingo nos haga reflexionar a tomar nuestras acciones con seriedad. Es fácil decirle a Dios que lo amamos, pero si no traducimos esas palabras en acciones, nuestras palabras estarán vacías, sin sentido alguno. Jesús lo dejo muy claro al principio del Evangelio de hoy: y lo repito de nuevo, “No todo aquel que me dice, 'Señor, Señor' entrara en el Reino de los Cielos, pero solo aquel que hace la voluntad de mi Padre en el cielo. Oremos y ofrezcamos la Eucaristía de este domingo podamos pedir la sabiduría del Espíritu Santo para aprender con el corazón a darle verdadero sentido a las palabras de amor que pronunciamos a los que decimos que amamos; para aprender a cumplir nuestras promesas; para aprender a hacer la voluntad de Dios; y para vivir en la Verdad que nos librara de las tinieblas de la mentira, la omisión y las palabras vacías. Amen

martes, 16 de septiembre de 2008

SE BUSCA UN AMIGO

Hace algunos días llego alguien platicar con migo, y me expuso lo defraudado que se sentía a causa de las actitudes de algunos que se decían ser sus amigos, de lo mal que se sentía al haberles entregado su amistad, su respeto y su cariño y que no habían sido capaces de agradecer esa amistad y que la habían traicionado criticando sus errores con otras personas a sus espaldas… ese día me quede pensativo y meditando a cerca de este elemento tan importante en nuestras vidas como es ser amigo, me puse a pensar que como puede ser posible que los seres humanos de un rato para otro nos volvamos dobles e hipócritas con nuestros seres queridos, en el momento sinceramente no lo entendí, pero después de meditar me di cuenta que es parte del pecado original, me consolaba saber que al mismo Jesús uno de sus mejores amigos lo traiciono y lo vendió, y lo mas grave es que cuando lo entrego, hasta con un falso beso lo despidió, eso me consuela porque me hace pensar que no estamos exentos de que alguien que dice ser amigo nos venda, aunque no por eso tenemos que desconfiar de nuestros amigos, porque pienso, desde mi perspectiva como amigo, que aquel que me traiciona y me critica y dice ser mi amigo, no me traiciona a mi, se traiciona a si mismo porque no esta siendo sincero consigo mismo ni con migo, y eso hiere en el alma, no a mi sino a el, porque cuando le hablamos o le mostramos afecto la conciencia siempre grita en lo profundo de nuestro ser, y esto pasa cuando herimos al otro sin que el lo sepa; pero el punto que quiero tratar no es ese, sino el que aprendamos a valorar dos elementos en nuestra vida cotidiana, uno valorar al amigo, y el otro ser amigos de verdad, valorar al amigo por que no podemos vivir sin el, siempre lo necesitamos, para hablar, para sonreír, para cantar, para pedirle prestado, para llorar en su hombro, para desahogar nuestro dolor, contarle nuestros triunfos, para que nos corrija, para que nos regañe, para que nos de sus puntos de vista, yo creo que los amigos son y grandes ángeles que Dios nos ha puesto para que nos cuiden y nos ayuden, son la presencia de Dios en nuestras vidas, porque El habla a través de sus labios y nos dice palabras, como sigue, no te deprimas, no hagas caso, levántate, ten fe, tu puedes seguir, lo logramos, al bagazo poco caso y tantas palabras que nos ayudan a ser mejor persona. No me imagino el mundo sin amigos, si no tiene amigos no se preocupe ni se agite no sienta lastima por si mismo. En vez de preocuparse por lo que no tiene, piense en lo que puede dar, busque algunas personas en las que pueda interesarse, comience a comunicarles con sus actitudes que usted se preocupa de manera especial, e invierta en sus vidas, se comienza mostrando interés y sinceridad, hay cientos de amigos potenciales en el mundo, encontrar un amigo apropiado comienza con ser el amigo apropiado. Por favor no digamos que los amigos no existen, porque eso no es cierto, los hay y soy testigo de ello, solo porque dos nos traicionaron, si dos nos traicionaron, otros no lo harán, yo tengo muchos amigos y amigas que me traicionaron y no lo niego me dolió en el alma porque los quería, y aun los quiero, pero eso no me hace desconfiar de los que aun me quedan y de los que encontrare en el futuro, por mis amigos han hecho historia en mi vida, de miles de maneras han cambiado mis limitaciones en hermosos privilegios y me han ayudado a caminar tranquilo y sereno y feliz en la sombra de mi necesidad. Seamos amigos y transformaremos el mundo, les dedico mi cariño especial a tres de mis mejores amigos sacerdotes que se que no me fallan, que me valoran porque ellos saben que yo lo hago y los amo y los respeto y que no es necesario decir sus nombres porque son los que conviven con migo y los conocen, convivo con ellos diariamente y a aquella amiga que siempre que le llamo me contesta con fuerza y optimismo con un YES, y me anima a seguir adelante, que cuando estoy caído me levanta, cuando estoy en el error me llama la atención, ahora alguien quizás dirá “ainteresante” la verdad es que una amistad sincera se vuelve intereante, por la confianza, el cariño y el respeto que se cultiva, a mi amigo inseparable que siempre esta ahí para escucharme y a tantos que me quieren, las cualidades de las que hablo en este articulo me las contaron ellos con sus acciones y su forma de hacerme sentir querido e importante, guardo a mis amigos como el tacaño guarda sus tesoros, porque de todas las cosas que me han dado por sabiduría, no hay ninguna mejor que la amistad. Amigo mío que me contaste que tus amigos te habían traicionado, no te deprimas, ellos perdieron, tu aun sigues siendo tierra fértil en la cual se puede seguir cultivando dulces frutos de amistad, no decaigas, pon un anuncio en tu rostro alegre que diga SE BUSCA UN AMIGO…

lunes, 15 de septiembre de 2008

DIOS TE SALVE PATRIA SAGRADA

Todos los meses de septiembre nuestro tan añorado el Salvador se viste de azul y blanco para celebrar su independencia, “según la tradición nacional”; los sonidos de los tambores y las trompetas alegran el ambiente en todos los rincones del país, los estudiantes y maestros se entusiasman preparando sus marchas para que esta celebración sea de lo mejor posible. Los altares cívicos se engalanan y las banderas ondean enérgicas y elegantes en sus astas, verdaderamente esta se convierte en una fiesta de entusiasmo y patriotismo. Pero que independencia celebramos me pregunte un día de estos, y la respuesta surge muy inmediata, del dominio europeo español, que según la tradición nos oprimía, con sus leyes y su poder imperial, entendí que está bien celebrarlo, pero también pensé que aun nos falta mucho por emancipar en nuestro querida patria, nos falta mucho por liberarnos, porque si bien cierto ya España no tiene nada que ver con nosotros, pero si embargo hay otras tiranías que nos oprimen y no nos dejan ser libres, ejemplo concreto solo mencionare dos entre tantas, y es la inseguridad y la corrupción que imperan en un país tan pequeño donde las autoridades no son capaces de dominar tales situaciones, y viven tirándose la pelota unos con los otros, culpándose de los problemas y dificultades que acosan al país, y nadie hace nada por buscar el dialogo y la concertación. La corrupción crece cada día mas, y crece porque a las mismas autoridades les hace falta asimilar los valores morales y espirituales en sus mismas vidas, me pareció tan doloroso hace algunas semanas atrás, cuando se divulgo que dentro de la mismos dirigentes de la policía, habían nexos muy fuertes con las pandillas y otras organizaciones delincuenciales, que esperan independizar entonces, si no buscan el bien común, o la bochornosos espectáculos que montan los “famoso padres de la Patria en el salón azul” que de padres poco tienen, porque les preocupan más sus colores políticos que el país, que es quien los tiene ahí, prefieren proteger mas sus intereses personales que los del país mismo, da tristeza y asco ver como muchos funcionarios públicos destruyen y despilfarran los bienes del estado, embarrándolos de su sucia corrupción, y para colmo de males ponen a los pobres como escudo para hacer sus fechorías, creo que a mi país para que tenga una autentica independencia le hace falta un cambio radical de actitudes, comenzando por nuestros gobernantes, que creo que muchos de ellos aun no saben descifrar ni mucho menos entienden que son los valores morales, espirituales y cívicos, que no nunca han asimilado en su vida el evangelio y la obra de amor manifestada en Jesús, nuestro Señor, que Dios te salve patria sagrada, para que sigas adelante, y que tus hijos no sigan siendo desagradecidos, y no te sigan desgarrando más de lo que ya te lo han hecho.

jueves, 11 de septiembre de 2008

XXV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

LA EXALTACION DE LA SANTA CRUZ
Hoy este domingo la Iglesia nos propone meditar sobre el misterio que encierra la Santa Cruz. Consta por la tradición que esta fiesta se celebraba en Jerusalén ya en el siglo V, el objetivo de esta fiesta es enaltecer y glorificar la cruz del Señor, porque la cruz para los discípulos de Cristo no es señal de muerte sino de vida, como expresa la primera lectura de hoy con el simbolismo de la serpiente de bronce levantada por Moisés en el desierto, la cruz no debe de ser vista como infamia y derrota sino como salvación y victoria, algunos que no han logrado entender su gran significado creen que los cristianos cargamos la cruz como signo de masoquismo, pero la realidad plena es que la cruz la cargamos y la aceptamos con amor.
El prefacio de la misa de hoy condensa profundamente el sentido de la fiesta de hoy, al expresar con claridad que Dios ha puesto la salvación del género humano en el árbol de la cruz, para que, donde tuvo origen la muerte, de ahí resurgiera la vida… como todos sabemos el demonio engaño al género humano en un árbol con frutos comestibles, así también en un árbol,(cruz) Dios nos dio el regalo el fruto de la salvación y venciera al que destruyo la vida naciendo a una vida nueva.
San Pablo, que reflexionó profundamente sobre la paradoja de la cruz decía: “Dios me libre de gloriarme si no es de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo” (Gal 6,14) el mismo Pablo les exhortaba sobre las diferentes visiones que se tenían y añade “Los Judíos piden signos, los griegos buscan sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los Judíos y necedad para griegos; pero para los llamados a Cristo – judíos o griegos – fuerza de Dios y sabiduría de Dios ( 1ª Cor 1,22s) Los cristianos del mundo moderno no estamos acostumbrados a aceptar la cruz, muchos aun la siguen viendo como un castigo o como algo que no tiene sentido tenerla ni llevarla, por ende no es bien vista ni aceptada, pero la los cristianos es fuete de vida, como nos lo ha dicho San Pablo, y es signo de vida eterna porque sin cruz no hay salvación, debemos de aprender a sobrellevar con fe, amor y alegría nuestras diferentes cruces, de cada día, siempre y cada instante.
Permítenos Señor que nos gloriemos de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo con sus pasiones esta crucificado para nosotros y nosotros para el mundo. Amén