jueves, 10 de noviembre de 2011

TRIGESIMO TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

“Quítenle el talento y dénselo al que tiene diez…”
Mt. 25,14-30
Rev. Alexander Diaz

El evangelio de este domingo nos invita a reflexionar sobre el uso que hacemos de nuestra libertad, y plantea lo referente a la rendición de cuentas. Lo hace utilizando unas imágenes y un lenguaje de hace dos mil años. Quiero invitarlos a que exploremos esta parábola de los talentos que, más allá de un estilo que puede parecer un poco arcaico, plantea temas de enorme actualidad.

Según nos relata el evangelista Mateo, tres empleados de confianza recibieron un dinero de su jefe poco antes de que éste iniciara un viaje. A su regreso, el jefe pidió cuentas de los resultados obtenidos. Se trata de una simple “rendición de cuentas”, que es una práctica corriente en el mundo de los negocios.

Al leer el texto de la parábola, es fácil descifrar el lenguaje simbólico que utiliza el evangelista:

El amo de este relato, a quienes los criados llaman “señor”, es Cristo, que se ha ausentado después de la resurrección y que volverá al final de los tiempos.

Los “talentos” o “millones” recibidos en consignación son los carismas que cada uno de nosotros posee y las tareas que él nos ha asignado a cada uno. Nadie ha venido a este mundo sin ningún carisma, esos talentos están escondidos en nosotros y tenemos que desarrollarlos y ampliarlos para el desarrollo del contorno social, expandir nuestros propios horizontes, con fe, con entuciasmo, con pasión, y con el amor que Dios a plantado en nuestros corazones.

El “rendimiento de cuentas” es el juicio final, en el cual cada uno será evaluado según los resultados obtenidos, esta evaluación se dara cara a cara con Dios, nos dice la teología y la tradición de la Iglesia, es una evaluación de acuerdo a como nosotros vivimos nuestra vida, como usamos nuestra libertad y que tanto fuimos capaces de ir mas a allá del mínimo esfuerzo.

El diverso comportamiento de los empleados muestra diversas maneras de vivir la fe cristiana. Veamos qué modelos de comportamiento aparecen en el relato.

La eficacia de los dos primeros empleados es el resultado de asumir la fe, no como un discurso teórico, sino como un compromiso de servicio y transformación de la sociedad a la luz de los valores anunciados por Jesús. Hay tanto que hacer en este mundo y tan pocos que quieren aportar y ayudar a este desarrollo.

En muchos de los casos siento que la sociedad ha perdido la iniciativa por mejorarse, por duplicar y facilitar mejor la construcción de la paz, de la libertad, de la alegría sana y con sentido de vivir en armonía. Estos dos primeros personajes representan a aquellos que se ponen a trabajar imaginando como lo haría el dueño de la empresa. Pregúntate que haría Jesucristo si estuviera en tu lugar en este momento, que respuestas le daría a aquellos que cuestionan nada más, como facilitaría mejor la vida a aquellos que no le encuentran sentido.

Jesús a través de los talentos que te nos a dado y que hemos puesto a trabajar, quiere dar respuesta a todas esas preguntas y construir una sociedad que no se estanque, que no se acomode a vivir dependiente, sino a iniciar una aventura que transforme y haga soñar, vivir las realidades cristianas. Esa realidad y esas respuestas que hoy se exigen están presentes en usted y yo.

En cambio, el tercer empleado estuvo paralizado por el temor, y sus prejuicios e imaginarios le impidieron actuar. El miedo es uno de los peores enemigos de nuestra vida, porque no nos deja crecer por miedo al que pasara, o por miedo al que diran, o por miedo a equivocarnos. Pienso que ninguno de esos tres elementos debe detener nuestra marcha hacia nuestro desarrollo persona.

El tercer criado no fue capaz de desarrollar su talento por miedo a equivocarse, no fue capaz de desafiarse así mismo, no fue capaz de romper su propia barrera… Rompamos las barreras del miedo y saquemos fuerzas de lo débil, cuantas cosas hemos dejado de hacer o a medias simple y sencillamente porque tememos a los que están a nuestro lado. No tengas miedo, camina y no veas hacia atrás.

Esta parábola de los talentos es una manera de plantearnos dos estilos diferentes de vida cristiana:

Por una parte, la vida de fe se presenta como una tarea de transformación de la realidad. Dios cuenta con nuestra colaboración, necesita nuestros labios para seguir anunciando su buena noticia, necesita nuestras manos para seguir apoyando; nos pide que lo hagamos presente en todos los lugares.

Por otra parte, la parábola nos muestra el triste espectáculo de creyentes que permanecen pasivos ante las necesidades de la Iglesia y de la comunidad. No hablan, no hacen. Para estas personas, la fe es una experiencia absolutamente individual, que se produce en lo íntimo de la conciencia y que no trasciende a la vida social. Se limitan a ser buenos en su ámbito individual.

Que esta “parábola de los talentos” nos ayude a tomar conciencia de los carismas recibidos y de la responsabilidad social que pesa sobre cada uno de nosotros. Debemos rendir cuentas ante nuestra conciencia, ante la sociedad y ante Dios de los carismas recibidos. También nosotros escucharemos las palabras “te felicito, siervo bueno y fiel” o la condena “siervo malo y perezoso”. Usemos responsablemente las posibilidades que nos da nuestra libertad.



lunes, 7 de noviembre de 2011

EL PROPÓSITO DE DIOS DETRÁS DE LOS PROBLEMAS



La vida es una oportunidad para resolver problemas. Los problemas que enfrentamos nos derrotan o nos desarrollan dependiendo de cómo respondamos a ellos. Solo tenemos dos opciones a escoger:
1. Podemos pretender ignorarlos  2. Reconocerlos, aprender y crecer
 Enfrentar los problemas desde la segunda opción, nos permite ver a los problemas como oportunidades. Desafortunadamente, la mayoría de las personas fallan en ver como Dios desea utilizar esos problemas para bien de nosotros.
Las reacciones apresuradas, el abandono, los resentimientos, son algunas de nuestra respuestas a los problemas que detienen el proceso de crecimiento, en lugar de considerar el beneficio del problema. Cada adversidad la podemos cambiar o transformar de amargura a un beneficio, ¡La elección es nuestra!
En Biblia encontramos la siguiente recomendación: Entonces dijo así el Señor: Si vuelves, yo te restauraré, en mi presencia estarás; si apartas lo precioso de lo vil, serás mi portavoz. Que se vuelvan ellos a ti, pero tú no te vuelvas a ellos (Jeremías 15:19 LBLA).
Dios desea que aprendamos a sacar cosas preciosas, lo mejor de entre lo vil o difícil. Todo proceso de maduración requiere TIEMPO y Dios lo tiene. El tiempo en si mismo no hace madurar a nadie, solo las responsabilidades. Las adversidades nos enseñan mas que los éxitos. Las personas que ven los problemas como oportunidades, es porque han desarrollado las capacidades necesarias y porque han pagado un precio.
Veamos cinco formas en las que Dios usa los problemas en nuestras vidas.
1. Dios usa los problemas para darnos DIRECCIÓN. Algunas ocasiones Dios enciende un fuego debajo de nosotros para que continuemos en movimiento. Los problemas frecuentemente nos apuntan a una nueva dirección y nos motivan a cambiar, nos desafían a aprender nuevas habilidades, nos sacan de nuestra comodidad o “status quo”. Es Dios tratando de llamar nuestra atención.
En ocasiones es una situación dolorosa, para hacernos cambiar nuestro camino, ¿porqué sucede así? simplemente porque Dios nos ama. La Biblia dice: La maldad se cura con golpes y heridas; los golpes hacen sanar la conciencia (Proverbios 20:30 DHH). Cuando reconocemos a Dios en nuestros caminos, nuestro corazón será y estará agradecido. …los que aman a Dios TODAS las cosas ayudan a bien…. (Romanos 8:28 RV60).

2. Dios usa los problemas para INSPECCIONARNOS. Las personas somos como bolsas de Té. Si quieres saber que es lo que hay dentro de ellos, ¡Solo sumérgelos en agua caliente!
Dios quiere tratar con nuestro orgullo, y es bueno que entendamos que él hizo al hombre para su deleite y no a la inversa. ¿Ha probado Dios tu fe con algún problema? ¿Qué es lo que revelan los problemas acerca de nosotros? La Biblia dice: Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada (Santiago 1:2-4 LBLA).
Cuando no actuamos con integridad, tarde o temprano se revertirá el engaño. ¿Quién aprende en la teoría? Lo cierto es que nadie, es en las pruebas y a través de las pruebas donde crecemos. Así que recuerda, cada problema y adversidad es una oportunidad para triunfar y ser vencedor.
 3. Dios usa los problemas para CORREGIRNOS. Algunas lecciones solo las aprenderemos a través del dolor y los fracasos. Es como aquel niño que le dicen sus padres que no toque el horno caliente, y este lo hace y sufre las consecuencias de la desobediencia.
Algunas veces aprendemos el valor de algo solo al perderlo, como la salud, el dinero, las relaciones entre otras cosas. Una lección en este punto es aprender a valorar a las personas que pensamos están en nuestra contra. ¿Puedes creer que muchas de éstas personas son un instrumento divino para tu crecimiento? La Biblia dice: Bueno es para mí ser afligido, para que aprenda tus estatutos. Mejor es para mí la ley de tu boca que millares de piezas de oro y de plata. (Salmo 119:71-72 LBLA).
El hierro con hierro se afila, y un hombre aguza a otro hombre (Proverbios 27:17 LBLA). Esta verdad también aplica a los que estamos casados. Si estás casado, ¿sabias que Dios puso a cada uno de nuestros cónyuges para afilarnos en nuestro carácter? pero lo que hacemos regularmente es huir de los problemas y relaciones pensando que esa es la mejor opción.
Si trabajas, ¿podrías creer que tu jefe es una herramienta de Dios para construir carácter en tu vida? Sin embargo, muchos buscan la independencia simplemente para librase de la autoridad y como consecuencia no bendición ni crecimiento, nos convertimos en unos anarquistas y aún así nos revelamos contra Dios y sus autoridades delegadas.
4. Dios usa los problemas para PROTEGERNOS. Un problema puede ser una bendición para distinguir, reconocer y prevenirnos de problemas mayores. Un ejemplo vivo es la vida de José el hijo de Jacob. Por envidias sus hermanos lo vendieron como esclavo, estuvo en la cárcel, sin embargo el se mantuvo firme creyéndole a Dios. Ya como líder en Egipto pudiendo tomar venganza de sus hermanos el dice: Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucha gente (Génesis 50:20 RV95). Solo Dios puede hacer que las cosas adversas se transformen en bendición.
Cuando salimos de la cubierta de autoridad tenemos que aprender a pagar las consecuencias. ¿Por qué fueron instituidas las leyes? Para tener orden y convivencia. La libertad no consiste en hacer lo que me venga en gana, si ni en hacer lo que es correcto. ¿Qué es lo correcto? Lo que Dios manda. Si no tenemos un punto de referencia ¿como podemos localizar un punto en el espacio? Si no conocemos de Dios, ¿quien es entonces nuestra autoridad? “Y seréis como Dioses” fue la frase que Satanás usó para seducir y hacer tropezar a la primer pareja en el huerto del Edén.
Los problemas nos llaman a estar bajo la cubierta de autoridad.
5. Dios usa los problemas para MADURARNOS. ¿Cómo se alcanza la madurez? Algunos dicen que con el tiempo, bueno con el tiempo solo te haces viejo y mañoso. Otros arguyen que la madurez se alcanza a través del conocimiento, hoy tenemos mucho conocimiento, pero poca moralidad y la baja moralidad produce alta mortalidad.
Sin lugar a duda, lo cierto es que la madurez se alcanza a través de los problemas resueltos con responsabilidad. Nuestro carácter es edificado cuando respondemos correctamente ante las adversidades de la vida. ¿Sabías que Dios está mas interesado en construir carácter en tu vida, que en tu comodidad y confort?
Es en el laboratorio de la pruebas donde descubrimos nuestra verdadera naturaleza y la profundidad de nuestro carácter. La gente puede hablar mucho de si misma pero es en las pruebas cuando se descubre quién está con nosotros y en quién hemos creído.
La relación con Dios y el carácter son las dos cosas que tomaremos y llevaremos a la eternidad. El apóstol Pablo escribiendo a la iglesia en Roma les dice: Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;  y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza (Romanos 5:3-4 LBLA). 
 Otro resultado del proceso de maduración es el crecimiento espiritual, porque las adversidades son las que van forjando la fortaleza interior de la persona. El punto es: Dios está trabajando en nuestras vidas, aún cuando no le reconozcamos o entendamos, sin embargo es mas fácil y provechoso cuando cooperamos con él. Lee las siguientes citas Bíblicas y toma un tiempo de oración con Dios
 Este articulo fue escrito Por Saul Montes, en el blog http://centrovidafamiliar.wordpress.com