sábado, 15 de diciembre de 2007

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO

LA SALVACION ESTA CERCA, PREPAREMOS EL CORAZON

En su reciente visita al Brasil para la Quinta Conferencia General de obispos de Latinoamérica, el Papa Benedicto XVI, nos dijo: “No es una ideología política, ni un movimiento social, como tampoco un sistema económico- lo que nos traerá la salvación- sino, la fe en el Dios Amor, encarnado, muerto y resucitado en Jesucristo” (Homilía del Papa en la misa de inauguración de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano). Y esta enseñanzas la encontramos repetidas veces en la Palabra de Dios: “El auxilio nos viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra” (Sal 121,2). Los seres humanos somos fáciles de caer en la tentación de la idolatría que “consiste en divinizar lo que no es Dios” (Catecismo de la Iglesia Católica, 2113). Y poner en ello nuestra confianza. Son muchas las personas a las que lo único que les interesa es arreglar sus problemas, sin importarles lo que tengan que hacer: los padres a quienes su hija les salió embarazada, creen que mandando la muchacha a la calle arreglan la situación; el joven que sufre alguna dificultad en su vida piensa que integrándose a una pandilla va ha arreglar su vida. A todos nos duele que nos traten mal, que se cometan injusticias en contra nuestra o de nuestras familias pero, aunque eso nos duela, nunca se justifica que tomemos la justicia en nuestras manos ¿Qué arreglamos con eso? Nada. ¿Qué se arregló en El Salvador con doce años de guerra? Nada. Todos quisiéramos vernos libres del azote de la delincuencia pero, ¿qué es lo que vivimos a diario en nuestro país? Todas las esposas quisieran tener a sus esposos en casa; todos los niños quisieran tener con ellos a sus papas en esta Navidad pero, ¿cuántas son las esposas que tienen que vivir solas porque sus esposos están trabajando en Estados Unidos? ¿Cuántos son los niños y niñas que tienen que vivir únicamente con sus mamas? Hermanos y hermanas, es importantísimo que comprendamos que, “la salvación únicamente nos viene de Dios, y de nadie mas”. Es triste que muchos cristianos sigan creyendo, aun hoy en día, que los políticos les van dan de comer, a pagar mejores sueldos, a preocuparse por la salud y la educación de sus hijos, a cuidar de sus familias, y a preocuparse para que tengamos un país con igualdad de oportunidades para todos. Todo eso es una pura mentira pues, solamente: “la buena nueva de Cristo renueva continuamente la vida y la cultura del hombre caído; combate y elimina los errores y males que brotan de la seducción, siempre amenazadora, del pecado. Purifica y eleva sin cesar las costumbres de los pueblos. Con las riquezas de lo alto fecunda, consolida, completa y restaura en Cristo, como desde dentro, las bellezas y cualidades espirituales de cada pueblo o edad” (Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mudo actual, 58). A San Juan Bautista le interesaba muchísimo que sus discípulos comprendieran que Jesucristo era el Salvador de la humanidad; por eso, nos cuenta el Evangelio de este domingo que, desde la cárcel “le mandó preguntar por medio de dos discípulos: ¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?” (Mt 11,3). San Juan Bautista manda hacer esta pregunta no porque él no supiera quien era Jesús, lo sabía, pues, él mismo lo había señalado como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1,29). Y cuando Jesús le pidió que lo bautizara, se había negado, diciéndole: “Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mi? (Mt 3,14). ¿Cómo San Juan Bautista no iba a saber quien era Jesús si él mismo dice: “He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él. Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ese es el que bautizara con Espíritu Santo. Y yo le he visto y doy testimonio de que este es el Elegido de Dios”? (Jn 1,32-34). Unos pocos días después de aquella pregunta, a San Juan Bautista le cortaron la cabeza, murió, pero se fue con la satisfacción de que sus discípulos habían entendido quien era el que había de salvar al mundo. ¿Y usted ya entendió? ¿Qué está haciendo para que su familia y sus vecinos entiendan que Jesucristo es Nuestro Salvador? Si no esta haciendo nada, entonces, es porque probablemente todavía no ha entendido quien es Jesús.

martes, 11 de diciembre de 2007

MADRE DE GUADALUPE A TU MANTO NOS ACOGEMOS

“NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE”
Celebramos en la Iglesia universal y específicamente en toda America, un acontecimiento de gran trascendencia en la vida de esta iglesia sufrida. Hace 475 años nuestra Madre Maria bajo la advocación de Guadalupe, se aparece a un hombre pobre y sencillo, que no sabia leer ni escribir, ni mucho menos hablar, se le aparece con un mensaje, que tiene que llevar al obispo de ese entonces. Misión que el pobre indito cumple, auque tiene que pasar por mil y tantas humillaciones. Nuevamente Dios a través de su Madre, nuestra Madre, vuelve a revelar la grandeza de su majestad a los pequeños, humildes y sencillos. Se aparece morena, del color de los indios para reflejar que ella también es madre de todos por igual, para hacernos entender que no es el color el que cuenta a la hora de de estar con ella y para llevarnos con su hijo Jesucristo. Madre de Guadalupe, madre de America Latina, Madre de este sufrido y despreciado pueblo te pido por todos aquellos que no nos quieren por nuestro color de piel o por nuestra lengua, por aquellos que se creen superiores a nosotros y pisotean nuestros derechos y nuestra dignidad. Te ruego por aquellos que no entienden tu mensaje.
Hoy un año mas nos postramos ante tus pies para decirte, gracias por ser nuestra madre, por ser nuestra Madre Morena de Guadalupe.

LA HISTORIA.
Las Apariciones de Nuestra Señora la Virgen de Guadalupe a Juan Diego, en DICIEMBRE DE 1531 la milagrosa estampación de su Santa Imagen en el humilde ayate de su vidente y su mensaje de amor por nosotros tienen como fin principal anunciar a su amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, a los pueblos que habitaban el "nuevo mundo".

El Sábado 9 de diciembre en la madrugada, se le aparece por primera vez al Indio Juan Diego.
Juan Diego oye cantos de pájaros. Le llaman por su nombre; sube a la cumbre del cerro del Tepeyac y ve a la Niña que le ordena ir ante el Obispo para pedirle un templo en el llano. "Hijito mío el más amado: yo soy la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdad erísimo Dios..., mucho quiero tengan la bondad de construirme mi templecito...Allí estaré siempre dispuesta a escuchar su llanto, su tristeza, para purificar, para curar todas sus diferentes miserias, sus penas, sus dolores". Aproximadamente a las 5 de la tarde, del mismo día Juan Diego vuelve a la cumbre y da cuenta de la incredulidad del Obispo y pide que escoja otro mensajero. Pero la Virgen le confirma en su misión y le ordena insistir al día siguiente. "Hijito mío el más pequeño: es indispensable que sea totalmente por tu intervención que se lleve a cabo mi deseo. Muchísimo te ruego y con rigor te mando, que mañana vayas otra vez a ver al Obispo. Y hazle oír muy claro mi voluntad, para que haga mi templo que le pido".
El Domingo 10 de diciembre como a las 3 de la tarde. Nuevamente en la cumbre, la madre se aparece por tercera vez a Juan Diego refiere su segunda entrevista con el Obispo. Aún no le cree y le ordena pedir a la Señora alguna señal. La Virgen ordena a Juan Diego que vuelva al cerro al día siguiente para recibir la señal que le dará. "Así está bien, hijito mío, el más amado. Mañana de nuevo vendrás aquí para que lleves al Gran Sacerdote la prueba, la señal que te pide. Con eso enseguida te creerá, y ya para nada desconfiará de ti". Juan Diego, no vuelve por la enfermedad de su tío Juan Bernardino.
El martes 12 de diciembre muy de madrugada. Ante la gravedad de su tío, Juan Diego sale a México para buscar un sacerdote. Rodeó el cerro para que la Virgen no lo encontrara. Pero ella sale a su encuentro; lo tranquiliza de la enfermedad de su tío: "Te doy la plena seguridad de que ya sanó": Lo envía a la cumbre por las rosas que serán la señal, A su regreso, la Virgen le dice: "Hijito queridísimo: estas diferentes flores son la prueba, la señal que le llevarás al Obispo. De parte mía le dirás que por favor vea en ella mi deseo, y con eso, ejecute mi voluntad". Al mismo tiempo que se aparece a Juan Diego, se aparece a Juan Bernardino, tío del vidente, en su casa le cura de sus enfermedades y le manifiesta su nombre y pide que de ahora en adelante, “a su preciosa imagen precisamente se le llame, se le conozca como la SIEMPRE VIRGEN SANTA MARIA DE GUADALUPE".
El mismo día martes 12 de diciembre al mediodía.En la casa del Obispo Fray Juan de Zumárraga, Juan Diego muestra las rosas que llevaba en su ayate, señal dada por la Virgen. "Desplegó su tilma, donde llevaba las flores. Y así, al tiempo que se esparcieron las diferentes flores preciosas, en ese mismo instante... apareció de improviso en el humilde ayate la venerada imagen de la siempre Virgen María, Madre de Dios, tal como ahora tenemos la dicha de venerarla en lo que es su hogar predilecto, su templo del Tepeyac".