viernes, 8 de junio de 2007

BUSQUEMOS SIEMPRE LA UNIDAD, Y LA CARIDAD CRISTIANAS



Para algunas personas hablar de la unidad, o ser elementos de unidad donde estemos es hasta cierto punto un sin sentido, porque están acostumbrados a caminar cada quien por su lado, o a buscar siempre cada quien sus propios intereses, razón por la cual no les importa si la búsqueda de estos intereses divide o hace infelices a los demás, o destruyen la dignidad de los que les rodean; a los seres humanos se nos a olvidado que como bautizados y cristianos a la vez, estamos obligados a vivir en la unidad, y ser portadores de ella, recordemos lo que nos dijo Jesús, «En esto conocerán todos que son discípulos míos: en que se aman los unos a los otros» (Jn 13, 35). Interesante verdad, esa es la marca principal de la unidad, y el elemento que debe caracterizar al cristiano. En la Última Cena, Jesús reza por sus discípulos «para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti» (Juan 17, 20-21). La unidad es, por tanto, el «tesoro» que les ha dado. Un tesoro que presenta dos características peculiares: por una parte, la unidad expresa fidelidad al Evangelio; por otra, como indicó el mismo Señor, es una condición para que todos crean que Él es el enviado del Padre. La unidad de la comunidad cristiana esta orientada, por tanto, a la evangelización de todos los que nos rodean, sin hacer distinción de raza, ni lengua. Es muy facil romper la unidad, para ello no se requiere ninguna ciencia, solo basta con hacer mal uso de la lengua, o con volverte fanatico religioso o político, o con sentirte superior a los demas, por tu condicion social, o sentir que eres mas importante o mas inteligente, y ya se hizo una gran brecha, no es necesario estar en un puesto prominente para hacerlo, simple y sencillamente con no valorar a los demas y dejarte llevar por el ego o la superioridad y con eso basta. Nunca he logrado entender el porque de las discusiones sin sentido que se arman a causa de las sagradas escrituras, cuando en estas lo que se refleja no es la enemistad por religión, si no el amor a ser uno, como Jesús y su padre lo son, pero algunos torpemente la fanatizan y creen que hacen el bien y evangelizan, mas no se dan cuenta que con ello están desvirtuando el contenido de esta, siempre es importante entender la relación que tenia Jesús con los doce, y ellos aprendieron a ser unidos pero antes que nada eran amigos, y llegaron a amarse, sin importar que eran totalmente diferentes, y de hecho así nos toca ahora a nosotros en esta sociedad tan diferente, buscar como punto central la amistad basada en el amor al prójimo, antes de ver su clase y condición social, debemos de aprender a ver el reflejo de Dios que hay en el hermano, y partiendo de ahí verlo como un hermano. La última vez que viaje de El Salvador para Virginia, en el avión al lado mío venia un hermano que no era católico, y al ver que yo era sacerdote y que vestía como tal, me vio con desprecio y comenzó a decir cosas hasta cierto punto despectivas, y llego al grado de pedir a la aeromoza que lo cambiara, porque dijo, según el, que no era capaz de viajar con un hereje como yo… me dio mucha pena, el ver su actitud, pero en el fondo pensé, que lastima que se llame cristiano, y no tiene ni la mas mínima pizca de caridad, ni educación y respeto, como entenderá el, el evangelio, que entenderá de lo que dice Jesús « que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti», y así como este hermano hay muchos que no son capaces de aceptar al otro. Da pena ver pueblos enteros divididos y enemistado por colores políticos, o por cuestiones que no llevan a nada, es cuestionante ver que después de las contiendas proselitistas, la euforia pasa y lo único que quedan son insultos, enemistades, y división, y mi gran pregunta siempre ha sido, que ganamos con todo eso, cual fue el resultado positivo de todo esto, un pueblo lleno de heridas y dividido, no tiene lógica verdad. Creo que nos falta madurar mas y ver que si no somos capaces de construir la unidad donde quiera que estemos no lograremos consolidar ni la paz, ni mucho menos el amor dentro de nuestra sociedad, "La unidad -dijo el Papa- es un don de Dios y fruto de la acción de su Espíritu. Por eso, es importante rezar. Cuanto más nos acercamos a Cristo, convirtiéndonos a su amor, más nos acercamos también los unos a los otros". (Benedicto XVI 18 de enero de 2007) El camino de la unidad es ciertamente largo y no fácil, pero no hay que desanimarse sino seguir recorriéndolo, contando con la ayuda de Cristo. Tenemos que ir madurando cada día mas, y adentrarnos mas en el evangelio, nunca debemos de ser piedras de tropiezo para fomentar la división, en nuestros trabajos, nuestros hogares, con nuestras amistades, debemos de luchar por vivir respetándonos los mas que se pueda. No te conviertas en el elemento principal de división, mejor que todos te conozcan porque eres alguien que une y no que divide.
Que Dios nos de el don de la unidad donde quiera que nos encontremos. Bendiciones para todos.

lunes, 4 de junio de 2007

NUESTRAS MADRES UN REGALO DE DIOS



Recuerdo hace algún tiempo cuando era estudiante en mis primeros años, que el mes de mayo era esperado con muchas ansias y alegría, y era por muchas razones, es el mes de las flores, el mes de las frutas, entre otros, pero una de ellas que era la mas importante, era, por que en este mes se celebra el día de la madre, no se hoy, pero en esa época lo celebrábamos con que dedicación y esmero, nuestros profesores nos hacían ensayar números artísticos, y preparar poemas, canciones y organizar esa fiesta, repartir las invitaciones impresas en la dirección en aquel antiguo aparato que se giraba con la mano, luego coloreábamos el dibujo, que el profesor o profesora de estética, había dibujado con sus propias manos con mucha dedicación en la invitación, (que por cierto aun conservo una de recuerdo) para llevarla a nuestras mamás con mucha emoción y alegría; que tiempos aquellos, verdad. Y es que, no es para menos, celebrarle a esas mujeres tan maravillosas que nos ha dado parte de su vida, que nos han regalado la maternidad en una DONACIÓN de sí mismas: en el servicio desinteresado, y la preocupación constante por nuestra vida y nuestra salud, la entrega personal, abnegada y amorosa, que cada día en nuestras vidas.
Creo que son el ángel, que Dios nos regalo para plasmar su amor puro y desinteresado en nuestras vidas, y le dio un nombre muy especial, le llamamos MAMA, y es que las dotó con un corazón grande y una capacidad de perdonar y aceptarnos ilimitada, y una sabiduría innata que es única en ellas. Ellas son las únicas capaces de querernos por lo que somos no por lo que tenemos.
Admirablemente es el único ser en la tierra que es capaz de arrancar su corazón por sus hijos, son mujeres de Fe, de esperanza y caridad, son mujeres de sacrificio profundo y continuo, son mujeres desinteresadas y dispuestas a darlo todo para conseguir nuestra felicidad, son un ejemplo de ese amor puro y sublime de Dios. Es por ello que como hijos debemos de estar siempre agradecidos con Dios por darnos una madre como la que tenemos, y vivir siempre agradecidos con ellas por su incansable amor y dedicación a nuestro cuidado, y esto desde que nos empezamos a formar en su vientre, y desde allí nos comenzaron a alimentar con su misma vida, con su misma alma, con su mismo amor. Todos tenemos parte de sus vidas en nuestra vida, todos tenemos parte de su ser en nuestro ser, todos tenemos su sangre y su amor en nuestras vidas, por que ellas son vicarias de Dios para transmitirnos la vida. No entiendo y nunca lo he entendido, como pueden haber hijos e hijas que no sean capaces de ser agradecidos con su madre, que las tratan mal, que las insultan, que las desprecian, que se avergüenzan de ellas por su sencillez y humildad, porque tienen esas manos curtidas y rotas por el trabajo, porque el paso de los años les ha dejado una huella infranqueable en sus rostros, en sus ojos y en su cabellos; y todo porque, por ser madres, por esforzarse para que tuviéramos lo que tenemos y para que fuéramos lo que somos, trabajaron y se esforzaron para conseguir nuestro alimento, y nuestro desarrollo y ahora tienen una mirada cansada y fatigada, pero llena de esperanza, de fe y de calidez que solo ellas pueden dar. No las ignores, no las trates mal, no las desprecies, ni las veas con recelo, recuerda que antes de tener todo lo que tienes, Dios te la regalo a ella, sintámonos orgullosos de ellas, porque ellas se sienten orgullos de nosotros, aun así hallamos cometido lo errores que hallamos cometido.
Hace algunos meses aquí en la parroquia, se presento una persona y con lagrimas en los ojos, diciéndome que no hallaba como hacer porque tenia un cargo de conciencia, le pregunte porque, me contesto- porque mi madre acaba de fallecer y en vida la trate muy mal, se fue y no le pude decir lo mucho que la quería, y por mis caprichos y ambiciones le hice pasar momentos amargos, y difíciles, nunca le ayude porque creí que así me iba a aceptar mis errores y equivocaciones y la deje morir sola- y por ello quiero, me dijo, que le celebre un acto funeral de lo mas elegante que pueda, y quiero enterrarla en el cementerio mas caro y costoso de Arlington, con una tumba de granito y mármol… no dije nada, solo guarde silencio, pero me quede pensando, que ignorantes y necios somos los hijos con nuestra madre, creemos que somos mas sabios que ellas, solo porque quizás fuimos a la universidad, o tenemos alguna que otra comodidad, cuando ellas quizás no saben leer ni escribir, y nos aconsejan o corrigen, y las vemos como desfasadas y equivocadas porque no aceptan que estemos en el error, muchos las tratan mal y hasta las explotan, y al final cuando se van, cuando Dios las reclama para si, nos quedamos solos y con cargos de conciencia, haciendo gastos absurdos que ya no llenan nada, quieren tranquilizar su conciencia, con lapidas caras y espectáculos de dolor, cuando en vida no fueron capaces de agradecer lo mucho que les dieron. En vida hermano, en vida, ahora que la tienes con tigo, hazle sentir que la quieres, ayúdale en todo lo que este a tu alcance, sácala a pasear, dile que la quieres, regálale algo, dale ese beso que nunca le has dado, dile que te sientes orgulloso de ella, y hazla sentirse orgullosa de ti. En lo particular, yo cada día le agradezco a Dios por la madre que me dio, y me siento orgulloso de tenerla, porque soy lo que soy porque ella siempre ha estado ahí con migo, sus consejos y enseñanzas son siempre la mano de Dios en mi vida. Madres, gracias por ser como son Dios las bendiga siempre y perdónenos que nosotros como hijos a veces no valoramos su amor y su sacrificio. Que Dios las bendiga.