sábado, 16 de febrero de 2008

II DOMINGO DE CUARESMA

LA TRANSFIGURACION DE JESUS EN EL MONTE TABOR
“A partir del día en que Pedro confesó que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, el Maestro "comenzó a mostrar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén, y sufrir... y ser condenado a muerte y resucitar al tercer día" (Mt 16, 21): Pedro rechazó este anuncio (Mt 16, 22-23), los otros no lo comprendieron mejor (Mt 17, 23; Lc 9, 45). En este contexto se sitúa el episodio misterioso de la Transfiguración de Jesús sobre una montaña, ante tres testigos elegidos por él: Pedro, Santiago y Juan. El rostro y los vestidos de Jesús se pusieron fulgurantes como la luz, Moisés y Elías aparecieron y le "hablaban de su partida, que estaba para cumplirse en Jerusalén" (Lc 9, 31). Una nube les cubrió y se oyó una voz desde el cielo que decía: "Este es mi Hijo, mi elegido; escuchadle" (Lc 9, 35). (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 554). La Transfiguración del Señor que celebraremos este domingo, fue un acontecimiento de mucha importancia en la vida de los apóstoles, y especialmente en la vida de quienes fueron los testigos directos de este hecho. Los apóstoles no habían entendido del todo el mensaje de Nuestro Señor, no entendían que él “debía de ser entregado en manos de los hombres, que le matarían, y que al tercer día resucitaría” (Mt 17,22-23). Y no entendían esto porque ellos, hasta que no reciben el Espíritu Santo, continúan razonando de manera humana y no a la manera de Dios: “Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: ¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso! (Mt 16,22). Y era necesario que los apóstoles entendieran bien quien era Jesús, que entendieran cual era su misión y que creyeran en él; y para ayudarles a comprender toda esta gran verdad es que el Señor quiso mostrarles algo de su gloria y de la felicidad del cielo, por lo menos a tres de ellos. Aun así, no acababan de entender quien era Jesús y cual era su misión; por eso, cuando San Pedro se vio rodeado de gloria le dice a Jesús: “Señor, que bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías” (Mt 17,4). Lógicamente, el apóstol Pedro “no sabia lo que estaba diciendo en aquel momento” (Lc 9,33). Pero la experiencia de la transfiguración del Señor marcó para siempre su vida y la vida de los demás apóstoles; por eso, después de algún tiempo de aquel acontecimiento, San Pedro le dirá a los recién convertidos al cristianismo: “Nosotros mismos escuchamos esta voz, venida del cielo, estando con él en el monte santo” (1 Ped 1,18). Nadie puede hablar con autoridad sobre algo sino aquellos que han tenido una experiencia de lo que están hablando, y los apóstoles habían experimentado ha Dios, ellos habían estado con Jesús y por eso hablaban, y nos siguen hablando hoy a nosotros después de dos mil años. ¿Existe en su vida alguna experiencia con el Señor, algún momento en el que usted haya descubierto claramente la presencia de Dios?

La transfiguración de Nuestro Señor, es motivo de esperanza para todos los que creemos en El.
En su carta encíclica sobre la Esperanza cristiana, el Papa Benedicto XVI, nos dice que: “El cielo no está vacío. La vida no es el simple producto de las leyes y de la casualidad de la materia, sino que en todo, y al mismo tiempo por encima de todo, hay una voluntad personal, hay un Espíritu que en Jesús se ha revelado como Amor” (Spe Salvi, n.5). Por eso, nos dice también el Papa: “quien no conoce a Dios, aunque tenga múltiples esperanzas, en el fondo está sin esperanza, sin la gran esperanza que sostiene toda la vida (Ef 2,12). La verdadera, la gran esperanza del hombre que resiste a pesar de todas las desilusiones, sólo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando « hasta el extremo », « hasta el total cumplimiento » (Jn 13,1; 19,30). Quien ha sido tocado por el amor empieza a intuir lo que sería propiamente « vida »” (Spe Salvi, n.27). Cualquier cristiano que analice con detenimiento la situación social, económica, y política de nuestro país puede acabar decepcionándose fácilmente, y puede llegar a creer que aquí existen muy pocas esperanzas de que las cosas puedan ser diferentes, ¿Cómo se puede tener esperanzas en un país donde no se respeta ni siquiera la vida de los niños? a diario mueren niños de forma violenta en nuestro país, y ya no digamos adultos. La gente sigue yéndose todos los días para Estados Unidos, y eso, aunque se diga que el camino esta cada vez mas difícil. Mientras tanto, nosotros seguimos hablando de Dios pero, ¿no nos habremos equivocado al creer en Jesucristo? Claro que no, El es nuestra única esperanza, la Esperanza que no defrauda ha nadie. Dios no defraudó a Abrahán, que en su vejez, le prometió que haría de él un pueblo muy numeroso y que le daría una tierra que manaría leche y miel. En la transfiguración de Jesús, se aparecieron Moisés y Elías, como testigos de la felicidad que espera a todos aquellos, hombres y mujeres, que crean y sirvan fielmente a los intereses de Dios mientras viven en este mundo. Convencido de esta gran verdad es que el apóstol San Pablo le dice a su discípulo Timoteo en la Segunda lectura: “Querido hermano: Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según las fuerzas que Dios te dé” (2 Tim 1,8). Esto es lo que nos sigue haciendo falta a todos los cristianos en el mundo entero: comprender que Jesucristo es nuestra única esperanza, entender que él es la Esperanza que no defrauda a nadie, y comprometernos en serio en los trabajos del Evangelio, esto significa también de que hemos de estar dispuestos a dejar que la gracia de Dios convierta nuestras vida de todo aquello que nos separa del Señor.

PARA MIS HERMANOS SACERDOTES, SONRIAMOS POR FAVOR

miércoles, 13 de febrero de 2008

TODOS LOS DIAS SON PARA EXPRESAR AMOR Y AMISTAD

Todos los años en el mes de febrero se celebra el mes del amor y la amistad, y en muchos lugares se toman muy en serio esta celebración, dedican este mes para hablar de del amor, pero es un amor pasajero, interesado hasta cierto punto y con un tinte erótico bien remarcado; según la sociedad consumista se celebra mediante el intercambio de notas de amor conocidas como "valentines", representados por la forma simbólica del corazón y Cupido que resulta ser un personaje de la mitología pagana de la época de los romanos, se le llama el dios del amor, Se le adjudica la creación de amores y pasiones entre los mortales y suele ser representado por un niño alado, parecido a un angelito, Cupido resulta ser el dios de los enamorados, creando de esta manera un balance entre el amor y la tragedia, que no tiene nada que ver con el amor sublime que construye y trasforma el corazón de los seres humanos. Desde el siglo XIX se introdujo el intercambio de postales producidas masivamente. A esta práctica se sumó el dar otro tipo de regalos como rosas y chocolates, normalmente regalados a las mujeres por los hombres. En Estados Unidos, esta celebración también se empezó a asociar con un saludo amor platónico de "Happy Valentine's", enviado por los hombres a sus amigas -raramente a sus amigos. Claro, todo este festejo no favorece más que a las tiendas y a los fabricantes de estos productos promocionales, que sin que nos demos cuenta, hacen que los compremos, y aumentemos sus ganancias. En algunas circunstancias estos regalos se dan solo por una simple y vaga costumbre que no conduce a nada, o si conduce a algo, será sencillamente a un amor platónico sexual o una amistad sin fundamento, que si no tiene fundamento no es amistad. Mi gran pregunta es, ¿solo febrero es para hablar de amor y amistad?, ¿solo este mes es para dar regalos, tarjetas, dedicar canciones o chocolates a los seres que se quieren? o para llevar a cenar a la mujer de la cual estas enamorado?, creo que no es así, estoy convencido que fuera más fácil comunicar este amor del cual los medios hablan tanto, si tan solo conociéramos a plenitud lo que significan esas cuatro letras “amor” que es más que una tarjeta, o un mes dedicado a este tema. El amor es algo sublime salido del corazón y que nace de lo más profundo de nuestro ser. El apóstol san Pablo nos da una definición preciosa sobre este tema, y no lo hizo por ser el mes de febrero, lo hizo porque experimento y entendió lo que verdaderamente es el amor. Pablo afirma: “Si no tengo amor, no soy más que bronce que resuena o platillos que aturden. Aunque tuviera el don de profecía, penetrara todos los misterios, poseyera toda la ciencia y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque repartiera en limosnas todos mis bienes y aunque me dejara quemar vivo, si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es comprensivo, el amor e servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es mal educado ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, soporta sin límites, el amor nunca pasara.” (1Cor.13,1-8). Creo que hay una diferencia abismal entre el amor erótico del cual nos hablan los medios de comunicación social, que invitan a gastar nuestro dinero, y el amor sublime del cual habla Pablo, es la entrega desinteresada del corazón, es la sinceridad y el respeto profundo que se dan dos personas que se aman, o que han creado una profunda y limpia amistad, que les construye mutuamente y les enseña a buscar ser mejores cada día; nunca he logrado entender porque muchos seres humanos no son capaces de llevar y construir una amistad sin intereses, ni envidias, ni engaños, o sin mesclar el morbo de lo sexual en esa amistad, o porque, muchos no pueden entender la amistad de dos personas, ya sean del mismo sexo o de sexos diferentes, alguien me dijo un día, que amigos no existían, lo único que existían eran personas que nos ayudaban a matar el tiempo, pero no amigos; le respondí que yo sí creo en la amistad y en el amor de una verdadera amistad, lo que sucede le dije, es que si tú no eres sincero con tu amistad, si tú no eres amigo verdadero, no serás capaz de construir amigos, entonces le invito a ser amigo sincero, y quiero recordarle que el día del amor verdadero y de la amistad verdadera, es hoy, no solo el 14 de febrero, es cada día que usted se atreve a amar con un corazón desinteresado y con la verdad como testigo, es un día para celebrar, demuestre amor a su pareja todos los días. Digale todos los días lo mucho que usted lo quiere o la quiere o lo importante que es para usted. Que Dios le bendiga y atrévase a amar de verdad, hoy.