viernes, 23 de enero de 2009

FIESTA DE LA CONVERSION DE SAN PABLO

La Iglesia celebra hoy la Conversión de, uno de los más grandes apóstoles de la Iglesia. Pablo de Tarso, un hombre extraordinario. Cuando se habla de Pablo se habla de un valiente y audaz apóstol. Nunca se imagino llegar a ser lo apóstol de Jesucristo, pues era uno de sus más fervientes enemigos, y un gran perseguidor de la de la Iglesia de Jesús. Era enemigo a muerte de los cristianos.
Pablo no era un hombre malo, solo que estaba equivocado en sus creencias. Pero quien era Pablo en realidad: Era hijo de judíos fariseos de cultura helenística y con ciudadanía romana. Fue contemporáneo de Jesucristo e incluso estuvo en Jerusalén en la misma época que él, aunque probablemente no se conocieron. Pablo tenía una sólida formación teológica, filosófica, jurídica, mercantil y lingüística (hablaba griego, latín, hebreo y arameo).
Era un hombre de gran preparación intelectual, moral y geográfica. Jesús sabe elegir a sus apóstoles, de acuerdo a sus capacidades, El necesitaba que alguien llevara el evangelio a los paganos, alguien que conociera y supiera entrar en los corazones de estos.
La primera lectura que hemos leído este día, nos cuenta el acontecimiento que cambiara la vida del apóstol. Camino a Damasco, se encuentra con Jesús quien lo interroga, y le hace entender quien es él en realidad y le entrega su nueva tarea, ser apóstol de los gentiles. Meditando en este acontecimiento del Apóstol Pablo, pienso que El y nosotros no somos muy diferentes, tenemos mucho en común, el deseo de la búsqueda de la verdad, Pablo perseguía a los cristianos porque creía que eso era la verdad, y creía que hacia lo correcto y lo mejor a matarlos. Nosotros muchas veces cometemos muchos errores creyendo que estamos haciendo el bien, y muchas veces caminamos por la vida ciegos y necios en nuestras propias formas de pensar y de actuar.
Pablo se encuentra con Jesús, y escucha el interrogatorio, ¿Porque me persigues?, a nosotros también nos puede pasar lo mismo, solo que no le damos importancia, El hombre moderno a lo que menos le da importancia es a la voz de Dios, a su llamado, a sus proyectos, vivimos metidos en nuestras propias vidas y pensamientos que no dejamos que Dios hable a nuestras vidas, Pablo vivía igual, su mundo era el perseguir a los cristianos subido en un caballo. El perseguidor es transformado en apóstol, el explicara en sus cartas que, su deseo de evangelizar viene de la misma conciencia de verse salvado por el Señor.
Jesús tiene que bajarlo, bajarlo hasta el suelo, y el mismo lo dice: “Caí por tierra y oí una voz que me decía”. Mi pregunta para nosotros es, tenemos que espera a caer por tierra en nuestros errores para entender y escuchar la voz de Dios? Tenemos que bajarnos nosotros por nuestra voluntad, bajarnos de un caballo que se llama soberbia, envidia, preocupación, odio, resentimiento, trabajo, racismo, infidelidad, entre otros.
Bajarnos y escuchar lo que Dios tiene que decirnos, esta fiesta es para meditar sobre nuestra propia conversión, sobre nuestro cambio de actitudes y de vida, porque del cambio de vida de cada uno de nosotros vendrá el cambio y la transformación social. San Pablo intercede por nosotros para que seamos evangelizadores comprometidos como tú.

CONOSCAMOS A PABLO DE TARSO

Cuando Pablo fue tirado por tierra, fue capaz de entregarle a Cristo absolutamente todo sus ser. Mas tarde pudo decir "ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi"
Pablo escribió 13 cartas que forman parte del Nuevo Testamento y están dirigidas a las comunidades de gentiles, paganos convertidos por su predicación. En ellas les exhorta, les guía en la fe y enseña sobre ética y doctrina. Estas cartas son inspiradas por el Espíritu Santo y forman parte de la revelación divina. Es decir, son Palabra de Dios y por medio de ellas Dios mismo se da a conocer. Pablo es el instrumento en esta comunicación divina pero al mismo tiempo las cartas nos ayudan a conocer al autor humano. Reflejan su personalidad, sus dones y sus luchas intensas. Otras fuentes que nos ayudan a conocer el apóstol son los Hechos de los Apóstoles escritos por San Lucas y ciertos libros apócrifos.
Pablo nació de una familia judía acomodada, de la tribu de Benjamín, en Tarso de Cilicia (hoy Turquía). Su nombre semítico era Saulo. No sabemos cuando comenzó a llamarse con el nombre latino de Pablo. Por ser Tarso una ciudad griega, gozó de ciudadanía romana. La fecha de su nacimiento se calcula alrededor del año 3 A.D. Según se cree, Jesús nació alrededor del 6 o 7 B.C. Entonces Jesucristo sería sólo unos 10 años mayor que San Pablo.
Aunque criado en una ortodoxia rigurosa, mientras vivía en su hogar de Tarso estuvo bajo la influencia liberal de los helenistas, es decir de la cultura griega que en ese tiempo había penetrado todos los niveles de la sociedad en el Asia Menor. Se formó en las tradiciones y culturas judaicas, romanas y griegas.
Siendo joven, no sabemos la edad, Saúl fue a estudiar en Jerusalén en la famosa escuela rabínica dirigida por Gamaliel. Además de estudiar la ley y los profetas, allí aprendió un oficio como era la costumbre. El joven Saúl escogió el de construir tiendas. No se sabe si jamás vió a Jesús antes de su crucifixión pero no cuenta nada sobre ello.
Hacia el año 34 Saúl aparece como un recto joven fariseo, fanáticamente dispuesto contra los cristianos. Creía que la nueva secta era una amenaza para el judaísmo por lo que debía ser eliminada y sus seguidores castigados. Se nos dice en los Hechos de los Apóstoles que Saúl estuvo presente aprobando cuando San Esteban, el primer mártir, fue apedreado y muerto. Fue poco después que Pablo experimentó la revelación que iba a transformar su vida. Mientras iba a la ciudad de Damasco para continuar su persecución contra los cristianos y hacerles renegar de su fe, Jesucristo se le apareció y tirándolo por suelo le pregunta: «Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?» Hechos 9,4. Por la luz sobrenatural quedó ciego. Pablo ante el Señor se entregó totalmente: -"Señor, ¿qué quieres que haga?. Jesús le pide un profundo acto de humildad ya que se debía someter a quienes antes perseguía: -"vete donde Ananías y él te lo dirá". Después de su llegada a Damasco, siguió su conversión, la sanación de su ceguera por el discípulo Ananías y su bautismo. Pablo aceptó ávidamente la misión de predicar el Evangelio de Cristo, pero como todos los santos, vio su indignidad y se apartó del mundo para pasar tres años en <<>> en meditación y oración antes de iniciar su apostolado. Hacía falta mucha purificación. Jesucristo lo constituyó Apóstol de una manera especial, sin haber convivido con El. Es pues el último apóstol constituido. "Y en último término se me apareció también a mí, como a un abortivo." I Corintios 15:8. Su vida es totalmente transformada en Cristo:
"Lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo. Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo" (Flp 3,7-8).
Desde entonces era un hombre verdaderamente nuevo y totalmente movido por el Espíritu Santo para anunciar el Evangelio con poder. Saúl desde ahora se llamará con el nombre romano: Pablo. El por su parte nunca descansó de sus labores. Predicación, escritos y fundaciones de iglesias, sus largos y múltiples viajes por tierra y mar (al menos cuatro viajes apostólicos), tan repletos de aventuras, podrán ser seguidos por cualquiera que lea cuidadosamente las cartas del Nuevo Testamento. No podemos estar seguros si las cartas y evidencia que han llegado hasta nosotros contienen todas las actividades de San Pablo. Él mismo nos dice que fue apedreado, azotado, naufragó tres veces, aguantó hambre y sed, noches sin descanso, peligros y dificultades. Fue preso y, además de estas pruebas físicas, sufrió muchos desacuerdos y casi constantes conflictos los cuales soportó con gran entusiasmo por Cristo, por las muchas y dispersas comunidades cristianas.
Tuvo una educación natural mucho mayor que los humildes pescadores que fueron los primeros apóstoles de Cristo. Decimos "educación natural" porque los otros apóstoles tuvieron al mismo Jesús de maestro recibiendo así una educación divina. Esta también la recibió San Pablo por gracia de la revelación. Siendo docto tanto en la sabiduría humana como en la divina, Pablo fue capaz de enseñar que la sabiduría humana es nada en comparación con la divina:
"Tened un mismo sentir los unos para con los otros; sin complaceros en la altivez; atraídos más bien por lo humilde; no os complazcáis en vuestra propia sabiduría." Romanos 12,16.

miércoles, 21 de enero de 2009

PREGONEMOS LA UNIDAD

Para algunas personas hablar de la unidad, o ser elementos de unidad donde estemos es hasta cierto punto un sin sentido, porque están acostumbrados a caminar cada quien por su lado, o a buscar siempre cada quien sus propios intereses, razón por la cual no les importa si la búsqueda de estos intereses divide o hace infelices a los demás, o destruyen la dignidad de los que les rodean; a los seres humanos se nos a olvidado que como bautizados y cristianos a la vez, estamos obligados a vivir en la unidad, y ser portadores de ella, recordemos lo que nos dijo Jesús, «En esto conocerán todos que son discípulos míos: en que se aman los unos a los otros» (Jn 13, 35). Interesante verdad, esa es la marca principal de la unidad, y el elemento que debe caracterizar al cristiano. En la Última Cena, Jesús reza por sus discípulos «para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti» (Juan 17, 20-21). La unidad es, por tanto, el «tesoro» que les ha dado. Un tesoro que presenta dos características peculiares: por una parte, la unidad expresa fidelidad al Evangelio; por otra, como indicó el mismo Señor, es una condición para que todos crean que Él es el enviado del Padre. La unidad de la comunidad cristiana esta orientada, por tanto, a la evangelización de todos los que nos rodean, sin hacer distinción de raza, ni lengua. Es muy facil romper la unidad, para ello no se requiere ninguna ciencia, solo basta con hacer mal uso de la lengua, o con volverte fanatico religioso o político, o con sentirte superior a los demas, por tu condicion social, o sentir que eres mas importante o mas inteligente, y ya se hizo una gran brecha, no es necesario estar en un puesto prominente para hacerlo, simple y sencillamente con no valorar a los demas y dejarte llevar por el ego o la superioridad y con eso basta. Nunca he logrado entender el porque de las discusiones sin sentido que se arman a causa de las sagradas escrituras, cuando en estas lo que se refleja no es la enemistad por religión, si no el amor a ser uno, como Jesús y su padre lo son, pero algunos torpemente la fanatizan y creen que hacen el bien y evangelizan, mas no se dan cuenta que con ello están desvirtuando el contenido de esta, siempre es importante entender la relación que tenia Jesús con los doce, y ellos aprendieron a ser unidos pero antes que nada eran amigos, y llegaron a amarse, sin importar que eran totalmente diferentes, y de hecho así nos toca ahora a nosotros en esta sociedad tan diferente, buscar como punto central la amistad basada en el amor al prójimo, antes de ver su clase y condición social, debemos de aprender a ver el reflejo de Dios que hay en el hermano, y partiendo de ahí verlo como un hermano. En una de las ocasiones en las que viaje de mi pais El Salvador para Virginia, en el avión al lado mío venia un hermano que no era católico, y al ver que yo era sacerdote y que vestía como tal, me vio con desprecio y comenzó a decir cosas hasta cierto punto despectivas, y llego al grado de pedir a la aeromoza que lo cambiara, porque dijo, según el, que no era capaz de viajar con un hereje como yo… me dio mucha pena, el ver su actitud, pero en el fondo pensé, que lastima que se llame cristiano, y no tiene ni la mas mínima pizca de caridad, ni educación y respeto, como entenderá el, el evangelio, que entenderá de lo que dice Jesús « que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti», y así como este hermano hay muchos que no son capaces de aceptar al otro. Da pena ver pueblos enteros divididos y enemistado por colores políticos, o por cuestiones que no llevan a nada, es cuestionante ver que después de las contiendas proselitistas, (como lo que estamos viviendo en este momente en el Salvador) la euforia pasa y lo único que quedan son insultos, enemistades, y división, y mi gran pregunta siempre ha sido, que ganamos con todo eso, cual fue el resultado positivo de todo esto, un pueblo lleno de heridas y dividido, no tiene lógica verdad. Creo que nos falta madurar mas y ver que si no somos capaces de construir la unidad donde quiera que estemos no lograremos consolidar ni la paz, ni mucho menos el amor dentro de nuestra sociedad, "La unidad -dijo el Papa- es un don de Dios y fruto de la acción de su Espíritu. Por eso, es importante rezar. Cuanto más nos acercamos a Cristo, convirtiéndonos a su amor, más nos acercamos también los unos a los otros". (Benedicto XVI 18 de enero de 2007) El camino de la unidad es ciertamente largo y no fácil, pero no hay que desanimarse sino seguir recorriéndolo, contando con la ayuda de Cristo. Tenemos que ir madurando cada día mas, y adentrarnos mas en el evangelio, nunca debemos de ser piedras de tropiezo para fomentar la división, en nuestros trabajos, nuestros hogares, con nuestras amistades, debemos de luchar por vivir respetándonos los mas que se pueda. No te conviertas en el elemento principal de división, mejor que todos te conozcan porque eres alguien que une y no que divide. Que Dios nos de el don de la unidad donde quiera que nos encontremos. Bendiciones para todos y un feliz Año 2009