viernes, 8 de marzo de 2013

IV DOMINGO DEL TIEMPO DE CUARESMA


Estaba todavía lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos.
(Lc.15, 20)




1-     Despreciamos el amor y nos alejamos de la casa de nuestro padre.

Esta parábola es sumamente rica de significado. Constituye la médula de la espiritualidad cristiana y de nuestra vida en Cristo; considera al hombre en el momento mismo en que se aleja de Dios, olvidándole, para seguir su propio camino hacia la tierra del desamparo,  donde de forma errónea espera encontrar la plenitud y vida en abundancia.

Que ingenuos somos al pensar que encontraremos la felicidad fuera de nuestra casa, fuera del calor que dan los brazos del Padre que nos alimenta y nos consuela cuando estamos tristes y abandonados. Cuando estamos con el Padre nos volvemos arrogantes, exigiendo lo que no nos pertenece y cobrando lo que no nos hemos ganado, pero ahí está el verdadero padre, que entiende nuestra ignorancia y nos permite hacer uso de la libertad, para que entendamos que fuera de sus brazos y de su techo, no encontraremos más que soledad, hambre, tristeza, pobreza y dolor.

La parábola describe, pues, el progreso -lento al principio, pero triunfante al final- que le hace regresar, con el corazón quebrantado y libremente abandonado, a la casa de su padre. El texto que se nos presenta hoy es un manual completo para entender el camino de conversión de todo ser humano, y cuando hablo de esto me refiero, a que en muchas ocasiones sin que, ni para que, pensamos que hay algo mejor, y abandonamos nuestra casa para largarnos a lo desconocido, haciendo uso de nuestra propia arrogancia vacía y desmesurada, despreciando el amor que nos lo da todo, un amor que alimenta y abriga nuestra vida personal, y que no se puede encontrar en nada que no sea Dios.

Usualmente este trozo evangélico se aplica a aquellos que se han alejado de la fe, que se han alejado de la iglesia. O lo que es más  aún, aplicarlo a los que llevan una vida de pecado público y a causa de eso no son felices. Es fácil aplicarlo a ellos, porque no necesita mucha explicación, la parábola en si lo dice todo.
Ahora bien, que pasa con nosotros, los que seguimos perseverando en la fe, que venimos a la iglesia continuamente y que practicamos con frecuencia; será que no va con nosotros?. Pienso que la aplicación es incluso más dura y dolorosa, porque muchos dentro del camino de fe piensan que lo tienen todo y que nunca se han alejado. En primer lugar, no debemos de olvidar que todos somos pecadores, y que cada vez que lo hacemos, retrocedemos en nuestro camino de conversión. La conversión continua es el regreso a la casa del Padre, y todos estamos en camino a esa casa, en otras palabras, todos imitamos a este muchacho que deja todo, por nada.

1-     Dios es un Padre, que espera con ansias a sus hijos alejados.

A mí me gusta mucho hacer uso de mi imaginación, y me imagino que ese padre, quizás anciano, todos los días esperaba el regreso de su hijo, tenía la confianza que su hijo volvería. A él, no le importaba lo que se había perdido materialmente hablando, a él, le interesaba su hijo.
Me pregunto por qué no fue él en busca de su hijo, porque no dejó su casa para encontrarse con el muchacho y persuadirle que volviera, o quizás con justa razón, obligarlo a que volviera a donde pertenecía, su propia casa; pero la respuesta es sencilla y lógica, el viejo padre, respeta la libertad de su hijo, y no lo obliga, porque el viejo sabe cuánto lo ama, y el muchacho rebelde, también lo sabe. Y es que el amor autentico, es siempre un camino de regreso, solo el amor puede hacer cambiar a un ser humano, es el único camino para encontrarse con uno mismo. El amor echa fuera el miedo y el desprecio, rompe cualquier atadura y destruye cualquier barrera.

Su padre es un hombre misericordioso. Es la actitud misericordiosa del padre la que constituye el centro de atención de todo el relato. Lo que realmente sobresale es el inmenso amor del padre que perdona sin medida los desvaríos de su hijo pequeño. No cabe duda de que, en la figura del padre, Jesús ha querido reflejar a Dios mismo. No es menos cierto que en la actitud de ese padre amoroso podemos ver reflejada nuestra propia experiencia, porque cuando queremos de verdad a alguien somos capaces de perdonar sus errores y sus ofensas.

Muchas personas se acercan a nosotros buscando el abrazo de Dios a través de nuestro perdón y de nuestra misericordia, y en muchos de los casos, nos cerramos a amar de verdad a estos hermanos nuestros que desean regresar, les cerramos el camino de regreso.

Tenemos que tener claro que los creyentes siempre tenemos un camino abierto a la casa de Dios nuestro padre y estamos llamados también a ayudar a otros a que encuentren el camino de regreso. En algunas ocasiones nos apartamos de ese camino, quizás porque nos distraemos o por el cansancio que este implica, pero siempre tenemos que tener la disposición a regresar a los brazos misericordiosos de nuestro padre.

La pregunta es: ¿quién no ha experimentado la paternidad de Dios?, y la verdad que creo que todos de una u otra manera lo hemos sentido y nos hemos dado cuenta de que es él quien va trazando ese camino, que aunque todos somos muy diferentes, porque nuestros caminos de ida y regreso cambian, siempre nos une algo, y ese algo es que, al final de ese camino, estará un padre esperándonos con los brazos abiertos, y lo más importante que podemos regresar cuando queramos y a la hora que queramos, - que como bien lo dice mi madre - ya conoce el camino de regreso. El hijo prodigo no había olvidado este camino, y sabia que lo devolvía a su padre, por eso regresa con seguridad y alegría.

2-     Desperdiciamos y derrochamos los bienes de Dios.

 El muchacho desperdicia todos los bienes que quizás a su padre le costó con tantos sacrificios obtener, consume prácticamente la mitad de la hacienda de su padre en gastos inútiles, sin medida y sin razón. Y es natural que si lo vemos desde la perspectiva humana nos cause algún malestar porque diremos inmediatamente, que injusto fue este hijo al no respetar ni valorar lo que su padre tenía.

Pero nosotros los bautizados no somos muy diferentes con respecto a esto, tenemos todos los recursos disponibles para ser felices, y sin embargo los desperdiciamos, los derrochamos y no los valoramos. Derrochamos sin ningún dolor ni vergüenza los caminos que conducen a Dios y a la felicidad plena. Ejemplos concretos son, la fe, los sacramentos, la iglesia misma, el magisterio, la formación, y tantos otros bienes espirituales que enriquecen nuestra vida, y sin embargo no estamos conformes.

Aquí en los Estados Unidos, siempre me ha impactado la inconformidad de muchos, con respecto a casi todo, pero de manera particular en la vida sacramental, no están conformes con su sacerdote o diácono, o con su parroquia, o con la forma en que se celebra la misa; y por ello viven errantes sin sentar cabeza, siguiendo lo que les convienen, según ellos, sin darse cuenta de lo afortunados que son al tener diaria y semanalmente la Santa Eucaristía, cuando en muchos otros lugares del mundo, se conforman con una Eucaristía al mes, o quizás al año; eso me entristece, porque no sabemos valorar lo que el buen Dios nos da.
Y eso es precisamente lo que le sucede al hermano mayor, el está insatisfecho con lo que tiene, porque por lo que se puede ver a través de las palabras del papá, él lo tenía todo, era casi el dueño de todo y no tenía que pedir ningún permiso para hacer y deshacer, sin embargo la envidia y los celos lo corroen y hacen que actúe de manera egoísta, queriendo parecer la víctima del acontecimiento.

A  los cristianos de hoy en día nos pasa algo similar, hemos creado algo que se llama, la pastoral de las quejas, porque protestamos y nos quejamos por todo, con esto no estoy diciendo que no tenemos que dar nuestra opinión o una sugerencia, no me refiero a eso; a lo que me refiero es que a veces las quejas no tienen sentido y parecen más niñerías y caprichos que criticas con sentido de superación.

Debemos de aprender a darnos cuenta que la iglesia es nuestra casa, y como tal debemos de disfrutarla y seguir con alegría y entusiasmo el mensaje que el Padre nos dirige de manera cordial y desinteresada, acogiendo con alegría al que regresa con las manos vacías, aunque sepamos con certeza que cuando se fue malgastó lo que quizás era nuestro. 

Qué tristeza me da, cuando veo a cristianos que se creen con derecho a despreciar a aquellos que regresan o que se integran por primera vez, es como si la adhesión de nuevo al Padre tuviera que ser también sumisión y rendimiento hacia ellos. La lógica cristiana nos dice que debemos mostrar un corazón acogedor y alegre, y hacer sentir al que llega que siempre es bienvenido a la casa de Dios Padre.

Los cristianos debemos de vivir nuestra fe de manera humilde y no vivir engreídos como si todo lo que tenemos nos pertenece, somos lo que somos y tenemos lo que tenemos no por nuestros méritos, sino por la bondad y misericordia de nuestro padre Dios. Tenemos que aprender de la actitud del padre, que espera y no se fija en lo que se perdió, hay que fijarse en lo que se tiene ahora, que es lo más importante, y es, un hijo que ha vuelto a la vida, sano y salvo.

El hijo regresó, no para pedir una fiesta, regresó herido y avergonzado, sucio, con la dignidad rota y destruida, sin deseos de pedir nada; solo un poco de comida y un empleo digno, sin embargo el padre, lo recibe con dignidad, con amor y sin reparar en que estaba  sucio y harapiento, con un fétido olor a pudrición, no hace más que abrazarlo y besarlo y llorar con él, porque ahora su corazón está en paz, su familia está completa y reunida nuevamente. Tenemos que lograr que esta maravillosa parábola del "Hijo pródigo" y del "Padre Misericordioso" sea también la del "Hermano alegre” pero sobretodo que nos sepamos identificar con uno de estos tres personajes, aunque estoy más que seguro, que de los tres, todos tenemos un poco. Amén.



VATICANO, 08 Mar. 13 / 11:40 am (ACI/EWTN Noticias).- La Sala de Prensa anunció, a través de un comunicado, que el Cónclave para la elección del nuevo Papa empezará este martes 12 de marzo.

El comunicado señala que "el Colegio de cardenales ha decidido en la octava Congregación General que ha tenido lugar esta tarde desde las 17 a las 19 horas que el Cónclave para la elección del nuevo pontífice se abrirá el martes 12 de marzo de 2013".

Ese día, indica el texto, "por la mañana se celebrará en la basílica de San Pedro la Santa Misa "Pro eligendo Romano Pontífice". Por la tarde del mismo día se entrará en el Cónclave".

COMUNICADO DE LA OFICINA DE LA PRENSA DE LA SANTA SEDE

El Colegio de cardenales ha decidido en la octava Congregación General que ha tenido lugar esta tarde desde las 17 a las 19 horas que el Cónclave para la elección del nuevo pontífice se abrirá el martes 12 de marzo de 2013. 

Por la mañana se celebrará en la basílica de San Pedro la Santa Misa “Pro eligendo Romano Pontífice”. Por la tarde del mismo día se entrará en el Cónclave.
(RC-RV)

Día internacional de la Mujer:


750 mil religiosas sirven a los más vulnerables en todo el mundo

Día de la Mujer: 750 mil religiosas sirven a los más vulnerables en todo el mundo

MADRID, 08 Mar. 13 / 09:43 am (ACI/Europa Press).- Un total de 750 mil religiosas pertenecientes a 2 mil congregaciones agrupadas en la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), atienden cada día en todo el mundo a los colectivos más vulnerables –niños y adultos, huérfanos, enfermos y moribundos, mujeres–, según datos de la fundación pontificia Ayuda a laIglesia Necesitada (AIN).
En sus asambleas, según apunta AIN, las religiosas abordan, entre otros temas, las consecuencias de la injusticia, el hambre y la guerra, el efecto delSIDA, el comercio con personas y muchos otros retos que afrontan a diario.
Por ello, con motivo del Día Internacional de la Mujer que se celebra este viernes, AIN quiere hacer un homenaje a estas mujeres que “para muchos, son el rostro de la Iglesia Católica” y cuyo trabajo tiene “un valor incalculable, pues a menudo también prestan un servicio desinteresado en lugares a los que nadie acude y que no reciben ayuda de ningún tipo”.
“Viven tras gruesos muros de conventos o en chabolas de uralita y dirigen residencias de ancianos en barrios burgueses o dispensarios en suburbios miserables; dedican toda su vida a la oración y a la ayuda a los más pobres de entre los pobres”, señala AIN, al tiempo que añade que aunque algunos pocos se “mofan” de ellas, son valoradas por la mayoría.
En este sentido, la fundación recuerda a una de las religiosas más conocidas del mundo, Madre Teresa de Calcuta, Premio Nobel de la Paz en 1979 que, aunque “provocó reacciones encontradas, no se inmutó ante ninguna de estas reacciones, pues su vida era para ella, en primer lugar, un camino de seguimiento a Cristo, siempre desde el servicio al prójimo”.
Para AIN, sin su labor, el mundo sería “más pobre” y, por ello, lleva décadas apoyándola, financiando y desarrollado proyectos en las comunidades de Brasil, Congo, Kazajstán y Líbano.
Concretamente, AIN destaca la labor de las Hermanas del Buen Pastor –que cuentan en todo el mundo con 5.000 religiosas– con los refugiados sirios en Líbano. En Jdeideh (Líbano), entre 2011 y 2012 acogieron a 15.000 enfermos, entre ellos, a unos 11.000 refugiados originarios de Iraq (800 enfermos y 220 necesitados de ayuda psicológica o psiquiátrica).
Mientras, en República Democrática del Congo, las Hijas de la Resurrección –en la actualidad, más de 200– se ocupan desde 1966 de personas marginadas por una sociedad cada vez más desgarrada por guerras entre bandos enfrentados.
Precisamente, el Padre Werenfried van Straaten, fundador de Ayuda a la Iglesia Necesitada, fue cofundador de esta orden.
Además, en Kazajstán, las Carmelitas viven recogidas, de forma contemplativa, lo que significa que dedican su tiempo ante todo a la oración, aunque también a atender a mujeres musulmanas en el dispensario o a trabajar en el huerto.
El Obispo de Karaganda, Monseñor Janusz Kaleta, está convencido de que seguirá habiendo nuevas vocaciones.
Otro ejemplo de religiosas “imprescindibles” es el de las 800 que trabajan en las favelas de San Salvador de Bahía (Brasil).
Según explica AIN, esta ciudad crece a una velocidad vertiginosa, pues mucha gente emigra de las pobres zonas circundantes en busca de una vida mejor, aunque luego acaben en barrios de chabolas. Allí es donde trabajan estas religiosas con las familias, con los enfermos y en las escuelas.

jueves, 7 de marzo de 2013

EL LEGADO DE BENEDICTO XVI




. Publicado el 15 de febrero de 2013 • En El tiempo Latino •

Escribí este articulo hace unos dias para el periodico "El Tiempo Latino" y no había tenido tiempo de publicarlo en la web. Saludos.

Esta mañana el mundo se sobresaltó con una noticia inesperada, El Papa Benedicto XVI renunció a seguir al frente de la iglesia!, nadie se lo podía creer, pero es la verdad, nuestros corazones están tristes ante tal noticia. La iglesia va a dejar de tener la guía de un hombre que ha vivido 86 años al servicio de Dios y de la humanidad, fue para todos el maestro el hermano y el amigo, un hombre sencillo que dedicó su entera vida a Dios y a pastorear y confirmar en la fe a sus hermanos.  

Al mismo tiempo me regocijo porque la renuncia del Papa nos muestra a un hombre que no se aferra al poder, sino que lo rinde en la medida que reconoce que su misión ante Dios y ante la humanidad, ha sido cumplida.  Benedicto XVI da una gran lección a todos aquellos que tienen poder y que les cuesta trabajo dejarlo. Su decisión marcará para siempre el futuro de los pontífices y de la Iglesia, tanto por el modo de presentar la doctrina como por el modo de gobernar. El ha sido el Papa de lo esencial. Pasará a la historia como un gran predicador que  ha hecho accesibles a todo tipo de personas los contenidos de la Fe. 

Durante estos siete años ha evitado cualquier protagonismo. Quiso que se conozca el mensaje del Evangelio. O sea, que Jesús existió realmente y que era Dios. Por eso, ha dedicado su tiempo libre a la trilogía “Jesús de Nazaret”. De igual manera dedicó  sus enteras energías a la reconciliación: Por ejemplo, reconciliación con las víctimas de abusos, a las que ha visitado en muchos de sus viajes; reconciliación con el Islam; reconciliación con los tradicionalistas lefebvrianos; y reconciliación entre Fe y Razón. 

Los creyentes y los que amamos la iglesia vemos este acontecimiento con tristeza pero con fe, y entendemos que en su humildad nos continúa enseñando a ser cristianos, a aceptar cuando ya no se puede continuar. Es de sabios y hombres de Dios aceptar nuestra debilidad y dejarla en manos de Dios, de arrogantes el aferrarse al poder de manera inmisericorde. Bendito sea Dios por darnos un hombre como Benedicto XVI. 

El padre Alex Díaz es Vicario Parroquial de la parroquia
"Sagrada Familia" de Woodbridge, Virginia.

PRIMERAS CONFESIONES EN LA PARROQUIA "LA SAGRADA FAMILIA"



El sábado pasado 02 de marzo, celebramos en la parroquia “La Sagrada Familia” aquí en Dale City Virginia la celebración del  Sacramento de la Reconciliación para los niños que recibirán la primera comunión en mayo próximo. Esto quiere decir que para ellos fue su primera confesión, su primer encuentro con Jesús a través de la sacramento de la misericordia y del perdón.

Todo inicio a las 11 de la mañana en punto, el Padre Gerry  Creedon nuestro párroco, fue quien presidio el pequeño acto penitencial, aunque para ellos no fue un acto penitencial, sino una pequeña celebración para hacerles ver que no hay que tener miedo, como es sabido por todos, el padre Gerry es un hombre pacífico y tranquilo: “No deben de tener miedo a celebrar este sacramento, que nadie les va a regañar, fueron sus palabras,” ya que muchos pensaban que les iban a llamar la atención por esas pequeñas e inocentes faltas que habían comentado.

Terminado el acto penitencial, llego la hora cero, el momento de saber que pasaría, todos buscaron al sacerdote de su preferencia, con el que más se sentían cómodos para abrir su pequeño corazón. Todos nerviosos, repitiendo las oraciones y los pasos correspondientes para confesarse, lo más interesante es que a la hora de hacerlo todo se les había olvidado.

Para ellos fue un momento emotivo y especial, aunque como he dicho muchos de ellos estaban muy nerviosos pensando en que pasaría en ese momento. Es impresionante ver la inocencia de los niños al momento de hacer su primera confesión, lo sacerdotes tratamos en ese momento de hacerles entender que la confesión no es momento para que se les juzgue por lo que han hecho, sino que es un momento para aprender lo importante que somos delante de Dios. En lo particular me gusta mucho hacerles entender que sus pequeñas faltas son parte de la vida y que tenemos que trabajar para cambiarlas y convertirnos en fieles y santos hijos de Dios, hijos de Dios que de verdad vivamos en su presencia.

Cada vez que confieso a los pequeños, me animo a continuar en el ministerio, su inocencia y su forma de ver la vida, me hacen ver la bondad de Dios y sentir su presencia. Entiendo el porqué Jesús los amaba tanto, porque definitivamente de ellos es el reino de los cielos.
Bendiciones para todos
Su amigo.
P. Alex