jueves, 11 de septiembre de 2008

XXV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

LA EXALTACION DE LA SANTA CRUZ
Hoy este domingo la Iglesia nos propone meditar sobre el misterio que encierra la Santa Cruz. Consta por la tradición que esta fiesta se celebraba en Jerusalén ya en el siglo V, el objetivo de esta fiesta es enaltecer y glorificar la cruz del Señor, porque la cruz para los discípulos de Cristo no es señal de muerte sino de vida, como expresa la primera lectura de hoy con el simbolismo de la serpiente de bronce levantada por Moisés en el desierto, la cruz no debe de ser vista como infamia y derrota sino como salvación y victoria, algunos que no han logrado entender su gran significado creen que los cristianos cargamos la cruz como signo de masoquismo, pero la realidad plena es que la cruz la cargamos y la aceptamos con amor.
El prefacio de la misa de hoy condensa profundamente el sentido de la fiesta de hoy, al expresar con claridad que Dios ha puesto la salvación del género humano en el árbol de la cruz, para que, donde tuvo origen la muerte, de ahí resurgiera la vida… como todos sabemos el demonio engaño al género humano en un árbol con frutos comestibles, así también en un árbol,(cruz) Dios nos dio el regalo el fruto de la salvación y venciera al que destruyo la vida naciendo a una vida nueva.
San Pablo, que reflexionó profundamente sobre la paradoja de la cruz decía: “Dios me libre de gloriarme si no es de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo” (Gal 6,14) el mismo Pablo les exhortaba sobre las diferentes visiones que se tenían y añade “Los Judíos piden signos, los griegos buscan sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los Judíos y necedad para griegos; pero para los llamados a Cristo – judíos o griegos – fuerza de Dios y sabiduría de Dios ( 1ª Cor 1,22s) Los cristianos del mundo moderno no estamos acostumbrados a aceptar la cruz, muchos aun la siguen viendo como un castigo o como algo que no tiene sentido tenerla ni llevarla, por ende no es bien vista ni aceptada, pero la los cristianos es fuete de vida, como nos lo ha dicho San Pablo, y es signo de vida eterna porque sin cruz no hay salvación, debemos de aprender a sobrellevar con fe, amor y alegría nuestras diferentes cruces, de cada día, siempre y cada instante.
Permítenos Señor que nos gloriemos de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo con sus pasiones esta crucificado para nosotros y nosotros para el mundo. Amén