
lunes, 16 de julio de 2007
SACRIFICIOS Y LAGRIMAS CONVERTIDOS EN DOLARES

lunes, 25 de junio de 2007
MAESTROS, GRACIAS POR PARTIRNOS EL PAN DE LA SABIDURIA.

Hablar de un maestro, o de la “seño” o el “profe” como cariñosamente les llamábamos, es hablar de esos hombres y mujeres que ha dedicado su vida entera a la formación de las futuras generaciones, a la forja de caracteres y futuros profesionales, en palabras sencillas pero entendidas, por sus manos pasan las generaciones del mañana, el futuro de la humanidad, a ellos les debemos en gran medida mucho de lo que sabemos y porque no decir, lo que ahora somos profesionalmente hablando, nos inculcaron valores morales, porque muchos de ellos han sido ejemplo y modelo de vida cristiana, humana, moral y espiritual. Uno de estos días estaba pensando que no hay profesional en el mundo que en su niñez no haya tenido un profesor o una profesora que le haya tomado la mano, para enseñarle a hacer esa letra “o” que por más que batallábamos nos salía como forma de un huevo, y me recordaba de esa maravillosa experiencia vivida, - aun recuerdo mi primera maestra, que con que cariño, dedicación y paciencia me enseñaba, tomando mi mano, con sus manos el lápiz, o llevando la lección de lectura con su dedo en aquel viejo, silabario - de papel periódico por cierto, y con dibujos en blanco y negro, y en algunos casos, un poco roto – fue ahí, donde aprendimos a leer y repasar las vocales, donde nuestros maestros nos enseñaron a dar nuestros primeros pasos y abrirnos camino en el vasto mundo del saber, conociendo las primeras letras, la ciencia, las matemáticas que mas tarde nos harían doler la cabeza a muchos. Siempre he tenido una especial admiración por esta profesión, y en especial por los maestros y maestras de Kinder y de primaria, son ellos los que en primera instancia nos forjaron las bases de nuestro aprendizaje, que con dibujos, cantos, fabulas, cuentos y con ese ingenio mágico nos comenzaron ha hacer soñar con nuestro futuro, quien no recuerda aquella profesora que en los buenos días en el Kinder nos cantaba, aquella interesante canción. “febrero chiquitín, tin tin tin…” para hacernos conocer los meses del año, o vamos a casita a ver a mamita a ver a papá…” o aquel ingenioso cuento de “el cadejo del cadejal” para hacernos interesar en la lectura; cuando vienen a mi mentes estos recuerdos, veo en mis maestros, que para ellos no fue solo una profesión sino una vocación, un apostolado, por que ellos nos dieron los primeros bocados del saber literario, y el amor por los libros, el amor por ser mejores, lucharon por inculcar en nuestros corazones deseos de superación, lucharon por hacernos hombres de valor, hombres trabajadores amantes de la paz, e ilusionados con hacer una mejor sociedad, se esmeraron por hacernos volar alto y llegar lejos, soñaron con vernos un día siendo profesionales y estoy seguro que se sienten muy felices y orgullosos de ver que muchos de sus alumnos, que pasaron por sus manos, somos ahora sacerdotes, abogados, ingenieros, médicos, periodistas, etc somos profesionales, nos conocieron siendo unos niños, e incluso saben que algunos no éramos bien portados y les toco que castigarnos en mas una ocasión. Días después de mi ordenación sacerdotal, me invitaron a participar de una escuela de Padres en mis ex-escuela, “Fermín Velasco” y me dio mucha alegría regresar después de casi 18, y recordé a todos estos maestros que me enseñaron y que me ilusionaron., que creyeron en sus alumnos, fue como transportarme, ver que algunos de mis maestros aun continúan ahí, siguen ilusionados forjando corazones.
Quiero en este artículo, hacer un especial agradecimiento a todos los maestros y maestras, de manera especial a los de Sensuntepeque, que al igual que todo los demás, se esfuerzan por enseñar, que a pesar de sus limitaciones, de sus problemas, aun siguen perseverando haciendo este bello apostolado, porque el trabajo del maestro en muchos casos no es reconocido con los meritos que se merece, ni es agradecido por muchos como es debido, desgraciadamente nos olvidamos que ellos han jugado un papel importante en nuestra vida y en nuestro desarrollo, y aun lo continúan haciendo con las presentes y futuras generaciones. Un especial agradecimiento, a todos aquellos maestros que ya se jubilaron, gracias por formarnos y enseñarnos, gracias por su dedicación, por sus sacrificios, por enseñarnos a soñar, me siento orgulloso de haber sido alumno de muchos de ustedes, gracias por las correcciones y por las llamadas de atención, porque esas fueron la parte mas difícil para ustedes, corregirnos; quisiera mencionarlos con sus nombres, pero es casi imposible hacerlo. Vaya mi admiración y respeto para todos ustedes maestros queridos y abnegados, Dios les bendiga por enseñarnos con amor y paciencia. Que Dios les bendiga y siempre están en mis oraciones.
Sus comentarios a palex_diaz@hotmail.com
jueves, 21 de junio de 2007
A ESOS PADRES BIEN PADRES

Hemos estado celebrado en estos días el día del padre, y creo que es justo y necesario hacer un énfasis especial a estos hombres de valor que son los papas, padres o nuestros papis como le llamábamos cuando éramos niños, que junto con las madres hacen un gran equipo para sacar adelante la educación de sus hijos y forjar su futuro, imprimir en sus almas el sello del amor por el trabajo y el respeto a los valores humanos y cristianos. Quiero hacer una exhortación en este artículo a ser agradecidos con ellos a valorar sus sacrificios y sus esfuerzos, quiero primero hablar de sus virtudes para luego hablar de aquellos que no son tan padres como nosotros quisiéramos. “El respeto a los padres (piedad filial) esta hecho de gratitud para quienes mediante el don de la vida, su amor y su trabajo, han traído sus hijos al mundo y les han ayudado a crecer en estatura, en sabiduría y en gracia.” (Antología de Textos #27-b), y la Sagrada Escritura nos dice “Con todo tu corazón honra a tu padre y no olvides los dolores de tu madre. Recuerda que con ellos has nacido, ¿Cómo les pagaras lo que con tigo han hecho” (Si.7,27-28). Recuerdo cuando estaba en el seminario, uno de mis compañeros hablaba de su papá con gran orgullo y con gran respeto y recuerdo que decía que su papá era para el, un maestro, un amigo y un confidente, porque siempre estaba pendiente de el y que todo lo que el sabia de la vida se lo había copiado a el, y es que no es para menos, un verdadero padre no necesita ir a la universidad para enseñar a sus hijos, basta con mostrar el amor a Dios a los mandamientos y el respeto en su vida misma, y a los valores y plasmarlo en las acciones de la vida cotidiana, y eso es ya una sabiduría que transforma, decía el papa Juan Pablo I, hablando de su padre. A esos hombres sabios, que se han marcado sus manos, sus rostros y su vida trabajando junto a sus esposas, que tienen la mirada cansada, por el peso de los años, pero que aun viven con ilusión y con alegría, a ellos damos nuestras sinceras felicitaciones, por que su sabiduría nos sigue enriqueciendo y aun tienen mucho que contar, porque entendieron el proyecto de Dios en sus vida, y ese proyecto era, convertirse en vicarios de Dios en la tierra, pastores de una familia, e impulsores del amor y la verdad, bendito sea Dios por ellos. Ahora bien; cabe decir que en la actualidad muchos hombres no han entendido el proyecto de ser padres, uno de estos días hablado con uno de los jóvenes de mi parroquia, me dijo que el envidiaba mucho a uno de sus amigos, le pregunte porque, y su respuesta fue similar a la muchos muchachos en la actualidad, a mi padre no le interesamos, porque el vive su vida en otros menesteres; me quedé sin palabras, pero me puse a reflexionar, que hay muchos padres no se han puesto a pensar que están marcando sus hijos por el resto de su vida y que muchos no llegan a superar ese trauma, de sentirse excluidos o rechazados por sus mismos padres. Quiero hacer un llamado hoy en el día del padre, a todos aquellos hombres irresponsables que creen que la luna es de queso, y juegan con los sentimientos de sus hijos y de sus esposas ,y que no son capaces de responsabilizarse de sus hijos, que creen que con enviar cada mes una cuota alimenticia – que no es tan alta por cierto y que nos es algo mas que para tranquilizar su conciencia – , ya cumplieron con su responsabilidad, que creen que con ver a su hijo cada vez que se puede o comprarle algo, ya salieron de su responsabilidad, los hijos mas que esa pobre cuota o lo que sea que le dan, merecen mas que eso, ellos merecen respeto, cariño, amor, quieren que sean padres, que eduquen y que muestren con su vida lo que es ser un hombre de verdad. Una caricia y el tiempo compartido con responsabilidad y su ejemplo de vida, valen más que todo el dinero del mundo. Que no se les olvide a estos padres irresponsables, que no siempre van a ser jóvenes y van a tener lo que les rodea, que un día desearan tener a su lado a esos seres que Dios les encomendó, y que no supieron educarlos ni ser amigos al menos y entonces será muy tarde, porque ya los habrán perdido. Día a día me estoy enfrentando con este fenómeno, que esta haciendo daño a nuestras familias, y si hace daño a nuestras familias, está dañando nuestro futuro, estamos legando una sociedad dividida y llena de heridas interiores. Hijos deben de agradecer a Dios porque les dio un papá que los quiere y que los valora, que tienen en ellos un amigo y un maestro, que los hace sentir hijos, y a los que no lo tenemos porque nos abandono, o no supo ser un hombre responsable, no lo juzguemos, ni lo critiquemos, mejor pidámosle a Dios por el para que un día reconozca que cometió un error y si un día te pide un favor, dáselo con toda seguridad y con la frente en algo. Finalizo diciendo a todos aquellos padres que leen esta columna, - y que han sido irresponsables con sus hijos,- que ellos no tienen la culpa de los problemas existentes, acérquense a ellos, búsquenlos que ellos les esperan. Y a los papás que se dan del todo con sus hijos, sepan que sus hijos están orgullosos de ustedes, gracias por ser así, para ustedes mi respeto y mi admiración, Que Dios les bendiga siempre, y felicidades en su día.
lunes, 18 de junio de 2007
EL CALENTAMIENTO GLOBAL UNA REALIDAD NO UNA LEYENDA

En una de mis ultimas homilías en la parroquia donde trabajo, hablé a cerca de este tema, haciendo conciencia a todos mis fieles de la destrucción y el daño que los hombres hemos y estamos causado al planeta donde vivimos, algunas personas me dijeron luego que ellos venían a la iglesia para escuchar hablar de Dios y no para que yo les dijera, o les diera una ponencia sobre la contaminación o el aumento del agua en los mares a causa del calentamiento existente, y me dio mucha tristeza porque eso me dio a entender que no nos importa cuidar el planeta ni nos importa destruir lo que Dios nos construyó con mucho amor y perfección, creemos que hablar del tema es un asunto de los científicos y que son cuestiones que se inventan y ya. Pero una de las realidades existentes es que el planeta se esta calentando de manera precipitada y nosotros seguimos sin darnos cuenta de lo que pasa.
No es la primera vez que estamos hablando del calentamiento global como preocupación primordial en estos días. El tema lo estamos escuchando por todas partes. Lo que más me preocupa es que cuando estamos anunciando desde el púlpito que hay que lanzar un SOS para cuidar el medio ambiente o proteger lo que nos queda en este bello planeta, muchos feligreses piensan que se trata de un tema de moda pasajero, que es una propaganda más o un comercial para vender protectores de piel o de embellecimientos faciales etc. Este es un tema candente, grave y muy serio para la humanidad. Desafortunadamente nuestra comunidad mundial está enterada en un 25% de las consecuencias catastróficas que pagaremos si no buscamos soluciones inmediatas para remediar este gran problema que impactará nuestras vidas de forma significativa.
Los seres humanos, indiferentes a esta terrible tragedia estamos contribuyendo a este fenómeno. Somos, queramos o no, un factor principal con nuestra actitud negativa al tratar al medio ambiente, veamos como ejemplo del tema, el calor insoportable en nuestro país, los cambios bruscos de temperatura, las épocas en las cuales no llueve, y podemos poner mil ejemplos, entre los cuales puedo contarles que aquí en Estados Unidos, la primavera este año a sido de lo mas raro posible, hay días que amanece la temperatura baja, que pareciera que es invierno, y al día siguiente caliente como en verano, nos llamo mucho la atención que en marzo es raro que caiga nieve, porque ya es primavera, pero este año nevó en pleno viernes santo. Interesante verdad, pero seguimos contaminando el planeta de una acelerada, sin darnos cuenta que lo destruimos.
La iglesia, desde ya, debe de nuevo jugar un papel importante en la protección del globo terráqueo. El mundo ha sido creado por Dios y Él como creador del universo desea que todos lo disfrutemos, gocemos las maravillas y dejemos un mejor mundo del que encontramos para aquellos que ocuparán nuestro espacio en un futuro. Todos los sacerdotes, ministros y pastores, sin importar la denominación a la cual pertenezcamos, deberíamos desde el púlpito hacer conciencia del cuido de nuestro ambiente, como también a través de los medios de comunicación, debemos educar a nuestra población creyente a descontaminar este mundo de la polución que a diario estamos sembrando.
Aprendamos y enseñemos ¿Dónde está el estudio completo sobre el impacto del calentamiento global en la educación de nuestra gente? ¿Cómo se afectan lo cultivos y el suministro de agua, ya sea para actividades agrícolas o para consumo humano? ¿Cuál va a ser la contribución nacional con el fin de desacelerar este fenómeno? ¿Qué medidas regulatorias puede tomar el gobierno? Aunque de echo, y estoy seguro que nuestros gobiernos ni se percatan de la situación existente, a veces me da la impresión que los ministerios de medio ambiente no son escuchados como tal, a los gobiernos no les interesa lo que se diga, esa es mi impresión y ojala este equivocado. Porque me preocupa cuando los gobiernos protegen mas los intereses económicos de las grandes trasnacionales sin importar el daño que pueda causar al planeta, y ustedes saben que me refiero, a aquellas empresas que utilizan químicos o talan árboles o ponen en peligro nuestra sociedad, sin darse cuenta o - al menos ellos lo que hacen es tratar de ocultar la realidad - que al explotar los nutrientes o minerales de la tierra también la están contaminando y destruyendo. Y en este caso mi pregunta es ¿donde esta los encargados de cuidar el medio ambiente, donde esta su autoridad?
Desde ya empecemos a usar menos aerosoles, ambientadores, químicos a veces innecesarios; separemos nuestras basuras desde los mismos hogares entre vidrios, papeles, cartones, plásticos y orgánicos, no tiremos la basura por todos lados, no cortemos los árboles y si lo hacemos, tratemos de sembrar mas, nuestro departamento se ha visto deforestado en una forma catastrófica en menos de quince años, y si no recuerde usted las fincas espesas que habían detrás la Sotero Laínez, y todo el contorno de sensuntepeque, y cuantos árboles mas sembramos, creo que ninguno, esos eran los pulmones de la ciudad, y se y estoy seguro que algunos pondrán objeciones con respecto al tema, pero el hecho es que el efecto será real en nuestra economía y en nuestra calidad de vida, si no tomamos conciencia pronto. La responsabilidad es de todos para salvar el planeta.
viernes, 8 de junio de 2007
BUSQUEMOS SIEMPRE LA UNIDAD, Y LA CARIDAD CRISTIANAS

Para algunas personas hablar de la unidad, o ser elementos de unidad donde estemos es hasta cierto punto un sin sentido, porque están acostumbrados a caminar cada quien por su lado, o a buscar siempre cada quien sus propios intereses, razón por la cual no les importa si la búsqueda de estos intereses divide o hace infelices a los demás, o destruyen la dignidad de los que les rodean; a los seres humanos se nos a olvidado que como bautizados y cristianos a la vez, estamos obligados a vivir en la unidad, y ser portadores de ella, recordemos lo que nos dijo Jesús, «En esto conocerán todos que son discípulos míos: en que se aman los unos a los otros» (Jn 13, 35). Interesante verdad, esa es la marca principal de la unidad, y el elemento que debe caracterizar al cristiano. En la Última Cena, Jesús reza por sus discípulos «para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti» (Juan 17, 20-21). La unidad es, por tanto, el «tesoro» que les ha dado. Un tesoro que presenta dos características peculiares: por una parte, la unidad expresa fidelidad al Evangelio; por otra, como indicó el mismo Señor, es una condición para que todos crean que Él es el enviado del Padre. La unidad de la comunidad cristiana esta orientada, por tanto, a la evangelización de todos los que nos rodean, sin hacer distinción de raza, ni lengua. Es muy facil romper la unidad, para ello no se requiere ninguna ciencia, solo basta con hacer mal uso de la lengua, o con volverte fanatico religioso o político, o con sentirte superior a los demas, por tu condicion social, o sentir que eres mas importante o mas inteligente, y ya se hizo una gran brecha, no es necesario estar en un puesto prominente para hacerlo, simple y sencillamente con no valorar a los demas y dejarte llevar por el ego o la superioridad y con eso basta. Nunca he logrado entender el porque de las discusiones sin sentido que se arman a causa de las sagradas escrituras, cuando en estas lo que se refleja no es la enemistad por religión, si no el amor a ser uno, como Jesús y su padre lo son, pero algunos torpemente la fanatizan y creen que hacen el bien y evangelizan, mas no se dan cuenta que con ello están desvirtuando el contenido de esta, siempre es importante entender la relación que tenia Jesús con los doce, y ellos aprendieron a ser unidos pero antes que nada eran amigos, y llegaron a amarse, sin importar que eran totalmente diferentes, y de hecho así nos toca ahora a nosotros en esta sociedad tan diferente, buscar como punto central la amistad basada en el amor al prójimo, antes de ver su clase y condición social, debemos de aprender a ver el reflejo de Dios que hay en el hermano, y partiendo de ahí verlo como un hermano. La última vez que viaje de El Salvador para Virginia, en el avión al lado mío venia un hermano que no era católico, y al ver que yo era sacerdote y que vestía como tal, me vio con desprecio y comenzó a decir cosas hasta cierto punto despectivas, y llego al grado de pedir a la aeromoza que lo cambiara, porque dijo, según el, que no era capaz de viajar con un hereje como yo… me dio mucha pena, el ver su actitud, pero en el fondo pensé, que lastima que se llame cristiano, y no tiene ni la mas mínima pizca de caridad, ni educación y respeto, como entenderá el, el evangelio, que entenderá de lo que dice Jesús « que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti», y así como este hermano hay muchos que no son capaces de aceptar al otro. Da pena ver pueblos enteros divididos y enemistado por colores políticos, o por cuestiones que no llevan a nada, es cuestionante ver que después de las contiendas proselitistas, la euforia pasa y lo único que quedan son insultos, enemistades, y división, y mi gran pregunta siempre ha sido, que ganamos con todo eso, cual fue el resultado positivo de todo esto, un pueblo lleno de heridas y dividido, no tiene lógica verdad. Creo que nos falta madurar mas y ver que si no somos capaces de construir la unidad donde quiera que estemos no lograremos consolidar ni la paz, ni mucho menos el amor dentro de nuestra sociedad, "La unidad -dijo el Papa- es un don de Dios y fruto de la acción de su Espíritu. Por eso, es importante rezar. Cuanto más nos acercamos a Cristo, convirtiéndonos a su amor, más nos acercamos también los unos a los otros". (Benedicto XVI 18 de enero de 2007) El camino de la unidad es ciertamente largo y no fácil, pero no hay que desanimarse sino seguir recorriéndolo, contando con la ayuda de Cristo. Tenemos que ir madurando cada día mas, y adentrarnos mas en el evangelio, nunca debemos de ser piedras de tropiezo para fomentar la división, en nuestros trabajos, nuestros hogares, con nuestras amistades, debemos de luchar por vivir respetándonos los mas que se pueda. No te conviertas en el elemento principal de división, mejor que todos te conozcan porque eres alguien que une y no que divide.
Que Dios nos de el don de la unidad donde quiera que nos encontremos. Bendiciones para todos.
lunes, 4 de junio de 2007
NUESTRAS MADRES UN REGALO DE DIOS
Recuerdo hace algún tiempo cuando era estudiante en mis primeros años, que el mes de mayo era esperado con muchas ansias y alegría, y era por muchas razones, es el mes de las flores, el mes de las frutas, entre otros, pero una de ellas que era la mas importante, era, por que en este mes se celebra el día de la madre, no se hoy, pero en esa época lo celebrábamos con que dedicación y esmero, nuestros profesores nos hacían ensayar números artísticos, y preparar poemas, canciones y organizar esa fiesta, repartir las invitaciones impresas en la dirección en aquel antiguo aparato que se giraba con la mano, luego coloreábamos el dibujo, que el profesor o profesora de estética, había dibujado con sus propias manos con mucha dedicación en la invitación, (que por cierto aun conservo una de recuerdo) para llevarla a nuestras mamás con mucha emoción y alegría; que tiempos aquellos, verdad. Y es que, no es para menos, celebrarle a esas mujeres tan maravillosas que nos ha dado parte de su vida, que nos han regalado la maternidad en una DONACIÓN de sí mismas: en el servicio desinteresado, y la preocupación constante por nuestra vida y nuestra salud, la entrega personal, abnegada y amorosa, que cada día en nuestras vidas.
Creo que son el ángel, que Dios nos regalo para plasmar su amor puro y desinteresado en nuestras vidas, y le dio un nombre muy especial, le llamamos MAMA, y es que las dotó con un corazón grande y una capacidad de perdonar y aceptarnos ilimitada, y una sabiduría innata que es única en ellas. Ellas son las únicas capaces de querernos por lo que somos no por lo que tenemos.
Admirablemente es el único ser en la tierra que es capaz de arrancar su corazón por sus hijos, son mujeres de Fe, de esperanza y caridad, son mujeres de sacrificio profundo y continuo, son mujeres desinteresadas y dispuestas a darlo todo para conseguir nuestra felicidad, son un ejemplo de ese amor puro y sublime de Dios. Es por ello que como hijos debemos de estar siempre agradecidos con Dios por darnos una madre como la que tenemos, y vivir siempre agradecidos con ellas por su incansable amor y dedicación a nuestro cuidado, y esto desde que nos empezamos a formar en su vientre, y desde allí nos comenzaron a alimentar con su misma vida, con su misma alma, con su mismo amor. Todos tenemos parte de sus vidas en nuestra vida, todos tenemos parte de su ser en nuestro ser, todos tenemos su sangre y su amor en nuestras vidas, por que ellas son vicarias de Dios para transmitirnos la vida. No entiendo y nunca lo he entendido, como pueden haber hijos e hijas que no sean capaces de ser agradecidos con su madre, que las tratan mal, que las insultan, que las desprecian, que se avergüenzan de ellas por su sencillez y humildad, porque tienen esas manos curtidas y rotas por el trabajo, porque el paso de los años les ha dejado una huella infranqueable en sus rostros, en sus ojos y en su cabellos; y todo porque, por ser madres, por esforzarse para que tuviéramos lo que tenemos y para que fuéramos lo que somos, trabajaron y se esforzaron para conseguir nuestro alimento, y nuestro desarrollo y ahora tienen una mirada cansada y fatigada, pero llena de esperanza, de fe y de calidez que solo ellas pueden dar. No las ignores, no las trates mal, no las desprecies, ni las veas con recelo, recuerda que antes de tener todo lo que tienes, Dios te la regalo a ella, sintámonos orgullosos de ellas, porque ellas se sienten orgullos de nosotros, aun así hallamos cometido lo errores que hallamos cometido.
Hace algunos meses aquí en la parroquia, se presento una persona y con lagrimas en los ojos, diciéndome que no hallaba como hacer porque tenia un cargo de conciencia, le pregunte porque, me contesto- porque mi madre acaba de fallecer y en vida la trate muy mal, se fue y no le pude decir lo mucho que la quería, y por mis caprichos y ambiciones le hice pasar momentos amargos, y difíciles, nunca le ayude porque creí que así me iba a aceptar mis errores y equivocaciones y la deje morir sola- y por ello quiero, me dijo, que le celebre un acto funeral de lo mas elegante que pueda, y quiero enterrarla en el cementerio mas caro y costoso de Arlington, con una tumba de granito y mármol… no dije nada, solo guarde silencio, pero me quede pensando, que ignorantes y necios somos los hijos con nuestra madre, creemos que somos mas sabios que ellas, solo porque quizás fuimos a la universidad, o tenemos alguna que otra comodidad, cuando ellas quizás no saben leer ni escribir, y nos aconsejan o corrigen, y las vemos como desfasadas y equivocadas porque no aceptan que estemos en el error, muchos las tratan mal y hasta las explotan, y al final cuando se van, cuando Dios las reclama para si, nos quedamos solos y con cargos de conciencia, haciendo gastos absurdos que ya no llenan nada, quieren tranquilizar su conciencia, con lapidas caras y espectáculos de dolor, cuando en vida no fueron capaces de agradecer lo mucho que les dieron. En vida hermano, en vida, ahora que la tienes con tigo, hazle sentir que la quieres, ayúdale en todo lo que este a tu alcance, sácala a pasear, dile que la quieres, regálale algo, dale ese beso que nunca le has dado, dile que te sientes orgulloso de ella, y hazla sentirse orgullosa de ti. En lo particular, yo cada día le agradezco a Dios por la madre que me dio, y me siento orgulloso de tenerla, porque soy lo que soy porque ella siempre ha estado ahí con migo, sus consejos y enseñanzas son siempre la mano de Dios en mi vida. Madres, gracias por ser como son Dios las bendiga siempre y perdónenos que nosotros como hijos a veces no valoramos su amor y su sacrificio. Que Dios las bendiga.
viernes, 1 de junio de 2007
SER LUZ PARA LOS DEMAS
Dentro de los signos que se entregan en el sacramento del bautismo, la luz es uno de los signos que tienen un significado grande; el ministro que oficia el sacramento dice esta frase que a la gran mayoría se les ha olvidado,”…que iluminados por Cristo, caminen siempre como hijos de la luz…” (Ritual de Bautismos) desgraciadamente se nos olvido que tenemos siempre que caminar en la luz, y caminar en la luz significa caminar en la verdad y en el amor. Jesús fue muy claro al decírnoslo “Yo soy la Luz del Mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá luz y vida". (Jn 8, 12). Interesante verdad, el nos da la clave para vivir en la luz de la verdad, y es que solo Jesús es la solución a tantos problemas existentes en este mundo; siempre les digo a mis feligreses en mis homilías, que los gobiernos de nuestros países podrán crear muchos proyectos para cambiar, según ellos, los problemas existentes en el mundo, pero son proyectos vacíos, porque se les olvida, tomar a Dios en cuenta en ellos, recuerden, solo cuando el hombre se de cuenta que aceptando a Jesús en su vida y haciendo vida el evangelio podrá encontrar respuestas a tantas interrogantes en el mundo, se puede decir que cuando actuamos sin Dios, actuamos en la oscuridad y por ellos nos caemos y nos golpeamos en nuestra vida. Ahora bien, el caminar en la luz no es una opción, sino una obligación que adquirimos en nuestro bautismo, estamos obligados por tanto a ser luz donde quiera que nos encontremos, llamas encendida que iluminemos con nuestra vida, con nuestra manera de ser y de vivir, los padres ser luz para sus hijos, enseñándoles el camino de la verdad en la vida, y enseñándoles la alegría de vivir la fe, en esperanza y caridad; los gobernantes, siendo ejemplo de vida para todos los que gobiernan, utilizando en sus gobiernos el principio de subsidiaridad y el bien común para todos, pero da asco y pena ver que se utilizan estos puestos para sacar provechos personales y no para enseñar y servir a los mas pequeños, porque se tiene miedo de hacer la diferencia, son llamas que se apagan y cuesta volver a encenderlas. A veces me frustro, al ver la humanidad como un cielo nublado y en un invierno terriblemente frío, y árido, de amor, con la fría escarcha de la soberbia y el egoísmo, sin ni una estrella que ilumine y guíe, a aquellos que están interesados en buscar el amanecer calido y necesitado de fe y esperanza, por la simple y sencilla razón, de que nadie se atreve a hacer la diferencia, nos hemos vuelto veletas del modernismo, de la hipocresía, de la indiferencia, del asco de la rutina y por si fuera poco de la mediocridad. Recuerda que no hemos nacido para quedarnos estancados y en la oscuridad, hemos nacido para brillar, y brillar no me refiero solo a triunfar en la vida, me refiero al brillo del ejemplo de vida, de sinceridad, de honradez y de respeto mutuo, ya basta de seguir siendo lámparas quemadas que no ayudan en nada mas que para adornar, es justo y urgente que comencemos a ser luz, el mundo nos necesita, las futuras generaciones necesitan hijos de la luz y la verdad, que no caminemos en la oscuridad. Hay que repetir esto hasta que se entienda: la fraternidad, el amor, la entrega, no son cosas añadidas para que un hombre sea santo y perfecto. Son la substancia del hombre. Dios lo ha creado para eso. El hombre como individuo solitario no es hombre del todo. El hombre es hombre cuando vive en comunidad, y para la comunidad y en esa comunidad brilla y da ejemplo a los otros. Cuando sirve a alguien. Cuando ama a alguien, entonces es cuando irradia la luz de Cristo. “La luz del alma solo es luz cuando es repartida y compartida”. (Descalzo Martín) No olvidemos jamás que para todos —para cada uno de nosotros, por tanto— sólo hay dos modos de estar en la tierra: se vive vida divina, luchando para agradar a Dios; o se vive vida animal, más o menos humanamente ilustrada, cuando se prescinde de Dios. Nunca he concedido demasiado peso a los santones que alardean de no ser creyentes: los quiero muy de veras, como a todos los hombres, mis hermanos; admiro su buena voluntad, que en determinados aspectos puede mostrarse heroica, pero los compadezco, porque tienen la enorme desgracia de que les falta la luz y el calor de Dios, y la inefable alegría de la esperanza teologal. Un cristiano sincero, coherente con su fe, no actúa más que cara a Dios, con visión sobrenatural; trabaja en este mundo, al que ama apasionadamente, metido en los afanes de la tierra, con la mirada en el Cielo. (Amigos de Dios # 206). Te atreves a ser diferente y a ser luz para los demás.
jueves, 31 de mayo de 2007
LA VIOLENCIA UNA LEPRA QUE DEBEMOS ERRADICAR
Hablar de este tema es hablar de una realidad existente que verdaderamente necesita que se le tome especial interés; y al hablar de especial interés no me refiero solo a que critiquemos lo que sucede en nuestro entorno, sino a que busquemos de una manera seria y responsable los pro y los contras de este fenómeno que nos es mas que el fruto de la irresponsabilidad de muchos que no quisieron tomar con valentia su papel educador, ya se a como padres de familia o como gobiernos de turno, pero la realidad es tal que debemos ahora de buscar las alternativas para lograr una estabilidad y disminuir la violencia que tanto nos afecta a todos.
El santo padre Benedicto XVI, nos invita en primer lugar como Iglesia ha que tomemos conciencia de “nuestro tiempo, desafortunadamente marcado por no pocos episodios de violencia”. Y la invitación del Papa es porque los seres humanos nos acostumbramos a todo, increíble pero lo cierto es que también nos acostumbramos a la violencia siempre y cuando esta no toque a nuestra puerta. El Papa llama desafortunado ha nuestro tiempo porque la violencia nos ha invadido terriblemente, todos los días hay asesinatos por todas partes, y las autoridades son ya prácticamente incapaces de hacer frente a tanta gente que ha perdido el sentido de Dios y de la vida y que por lo mismo no se lo piensan dos veces para quitarle la vida a su próximo. Ante esta realidad de violencia podemos pensar nosotros en las guerras que siempre existen por una u otra razón en el mundo, y también de manera mas concreta en la violencia que vivimos en nuestro país, podemos pensar y decir muchas cosas pero lo que realmente interesa entender es: ¿De verdad hemos tomado conciencia de que la violencia nos está invadiendo por todos lados? ¿Nos preocupa o nos hemos acostumbrado ya a la violencia? ¿Qué estamos haciendo en nuestras familias, en nuestra comunidad para arrancar de fondo la raíz que produce la violencia en nuestras vidas? ¿Habremos entendido ya nosotros los cristianos católicos que el mundo sólo cambiara si trabajamos en serio por la conversión de cada hombre y de cada mujer? Poco tiempo antes de morir asesinado el primer presidente católico de los Estados Unidos: Jonh F. Kennedy, dijo: “La humanidad tiene que acabar con la guerra antes de que la guerra acabe con la humanidad”. Nunca el fuego se ha apagado con más fuego sino siempre con algo que no sea fuego, por eso se comportan como unos necios aquellos que en el mundo pretenden sembrar la paz cultivando la violencia, en toda la historia de la humanidad la violencia no ha hecho más que destruir a la misma humanidad y nos seguirá destruyendo mientras cada uno no hagamos lo que nos corresponde como cristianos para hacerle desaparecer en primer lugar de nuestras vidas. Cuando el Papa Juan Pablo II, visitó nuestro país en 1996, nos invitó a todos los salvadoreños a que fuéramos "Artesanos de la paz" y oró también para que El Salvador, Jesucristo, salve a El Salvador". ¿Pero hay paz en nuestro país? ¿Hicimos caso todos los salvadoreños de la invitación que el santo padre Juan Pablo II, nos hizo en aquella ocasión? Muy pocos. Hermanos, tenemos que pensar en la violencia que hace sufrir al mundo entero pero también en la violencia que hace sufrir a nuestras familias, a nuestras comunidades y pueblos pero, no pensar por pensar, sino pensar para tomar conciencia y orar para que cambie esta realidad que esta haciendo, como nos ha dice ahora el Papa Benedicto XVI, desafortunado a nuestro tiempo y a los que en el vivimos. Orar porque el Señor todo lo puede pero, comprometernos también nosotros, cada uno en su lugar, en aquello que él nos ha delegado como hijos e hijas suyos que somos. Estoy plenamente seguro y se lo digo a mis feligreses continuamente, este mundo no lo van a cambiar los gobernantes ni los políticos o políticas gubernamentales de nuestros países, esta sociedad la cambiaremos nosotros cuando nos encontremos verdaderamente con Jesucristo que es camino, verdad y vida, y encontrándonos con el podamos asimilar el mensaje del evangelio en nuestra propia vida. Tomémonos con seriedad y responsabilidad nuestro compromiso de educadores, sea un padre o madre responsable, un ciudadano responsable, no les eche la culpa a los otros, responsabilícese y comencemos nosotros por evitar la violencia. Pero ante todo oremos más, perseveremos más en la oración, en familia, y como iglesia. Porque recuerde que no estamos exentos de ser parte de este fenómeno. Que Dios nos bendiga y nos ayude ahora más que nunca.
El santo padre Benedicto XVI, nos invita en primer lugar como Iglesia ha que tomemos conciencia de “nuestro tiempo, desafortunadamente marcado por no pocos episodios de violencia”. Y la invitación del Papa es porque los seres humanos nos acostumbramos a todo, increíble pero lo cierto es que también nos acostumbramos a la violencia siempre y cuando esta no toque a nuestra puerta. El Papa llama desafortunado ha nuestro tiempo porque la violencia nos ha invadido terriblemente, todos los días hay asesinatos por todas partes, y las autoridades son ya prácticamente incapaces de hacer frente a tanta gente que ha perdido el sentido de Dios y de la vida y que por lo mismo no se lo piensan dos veces para quitarle la vida a su próximo. Ante esta realidad de violencia podemos pensar nosotros en las guerras que siempre existen por una u otra razón en el mundo, y también de manera mas concreta en la violencia que vivimos en nuestro país, podemos pensar y decir muchas cosas pero lo que realmente interesa entender es: ¿De verdad hemos tomado conciencia de que la violencia nos está invadiendo por todos lados? ¿Nos preocupa o nos hemos acostumbrado ya a la violencia? ¿Qué estamos haciendo en nuestras familias, en nuestra comunidad para arrancar de fondo la raíz que produce la violencia en nuestras vidas? ¿Habremos entendido ya nosotros los cristianos católicos que el mundo sólo cambiara si trabajamos en serio por la conversión de cada hombre y de cada mujer? Poco tiempo antes de morir asesinado el primer presidente católico de los Estados Unidos: Jonh F. Kennedy, dijo: “La humanidad tiene que acabar con la guerra antes de que la guerra acabe con la humanidad”. Nunca el fuego se ha apagado con más fuego sino siempre con algo que no sea fuego, por eso se comportan como unos necios aquellos que en el mundo pretenden sembrar la paz cultivando la violencia, en toda la historia de la humanidad la violencia no ha hecho más que destruir a la misma humanidad y nos seguirá destruyendo mientras cada uno no hagamos lo que nos corresponde como cristianos para hacerle desaparecer en primer lugar de nuestras vidas. Cuando el Papa Juan Pablo II, visitó nuestro país en 1996, nos invitó a todos los salvadoreños a que fuéramos "Artesanos de la paz" y oró también para que El Salvador, Jesucristo, salve a El Salvador". ¿Pero hay paz en nuestro país? ¿Hicimos caso todos los salvadoreños de la invitación que el santo padre Juan Pablo II, nos hizo en aquella ocasión? Muy pocos. Hermanos, tenemos que pensar en la violencia que hace sufrir al mundo entero pero también en la violencia que hace sufrir a nuestras familias, a nuestras comunidades y pueblos pero, no pensar por pensar, sino pensar para tomar conciencia y orar para que cambie esta realidad que esta haciendo, como nos ha dice ahora el Papa Benedicto XVI, desafortunado a nuestro tiempo y a los que en el vivimos. Orar porque el Señor todo lo puede pero, comprometernos también nosotros, cada uno en su lugar, en aquello que él nos ha delegado como hijos e hijas suyos que somos. Estoy plenamente seguro y se lo digo a mis feligreses continuamente, este mundo no lo van a cambiar los gobernantes ni los políticos o políticas gubernamentales de nuestros países, esta sociedad la cambiaremos nosotros cuando nos encontremos verdaderamente con Jesucristo que es camino, verdad y vida, y encontrándonos con el podamos asimilar el mensaje del evangelio en nuestra propia vida. Tomémonos con seriedad y responsabilidad nuestro compromiso de educadores, sea un padre o madre responsable, un ciudadano responsable, no les eche la culpa a los otros, responsabilícese y comencemos nosotros por evitar la violencia. Pero ante todo oremos más, perseveremos más en la oración, en familia, y como iglesia. Porque recuerde que no estamos exentos de ser parte de este fenómeno. Que Dios nos bendiga y nos ayude ahora más que nunca.
miércoles, 30 de mayo de 2007
LA FE ES PARA VIVIRLA Y PARA SER MEJORES CIUDADANOS EN EL MUNDO
La fe es para vivirla. “Fe: ha dicho un santo: “Da pena ver de qué abundante manera la tienen en su boca muchos cristianos, y con qué poca abundancia la ponen en sus obras” (San Josemaría Escrivá de Balaguer, Camino, n 579). El Papa no sólo nos pide en este mes que oremos para que los cristianos maduremos en nuestra fe sino también para que expresemos esa fe en Jesucristo mediante opciones de vida claras, coherentes y valientes: “Sucedió en Rumania, en tiempos de persecución, estando reunidos un gran número de fieles católicos en un lugar para orar, de repente entraron un grupo de hombres fuertemente armados y amenazaron a todos diciéndoles: “ustedes son unos perros cristianos y los vamos a fusilar a todos pero, si alguno está dispuesto a renegar de Cristo, le dejamos salir en este momento”. Unos pocos entre los que estaban sentados se pusieron de pie y salieron, los demás no se movieron. Entonces aquellos hombres cerraron las puertas y les gritaron a los de afuera: “nosotros somos en verdad católicos, pero no queremos orar con personas que no están dispuestas a morir por su fe, así que les pedimos que no se vuelvan a parar más en este lugar” (P. Juan Rivas, Lideres y dirigentes, p.33). Aunque sea duro pero tenemos que reconocerlo que la gran mayoría de bautizados ya nos hemos acostumbramos a una vida cristiana mediocre: “Seleccionamos de Cristo, lo que nos agrada o nos conviene pero rechazamos lo demás” (Manual de la Legión de María, IX, 3). Es erróneo que “queramos hacer un cristianismo a nuestro gusto. No queramos domesticar el Evangelio, sino que nosotros domestiquémonos al Evangelio y tratemos de seguir al Cristo auténtico, si de veras queremos ser salvos” (Mons. Romero). Quien ha madurado en su fe lo demuestra, como ha dicho el Papa, mediante opciones claras de vida, coherentes y valientes. Pero esto no es lo que está sucediendo hoy en día con la mayoría de bautizados, son muchos los que por todos lados llevan vida de camaleones, es decir que, adoptan el color que más les conviene en cada situación de su vida, viven como diría San Pablo “buscando sus propios intereses y no los de Cristo Jesús” (Fil 2,21). Y otros aún diciendo que creen en Jesucristo viven “como enemigos de la cruz de Cristo” (Fil 3,1. Nos dice la Iglesia “Todos los fieles cristianos, doquiera que vivan, están obligados a manifestar, con el ejemplo de su vida y el testimonio de su palabra, al hombre nuevo de que por el Bautismo se revistieron, y la virtud del Espíritu Santo, por quien han sido fortalecidos mediante la Confirmación; de tal modo que todos los demás, al contemplar sus buenas obras, glorifiquen al Padre y perciban en su plenitud el sentido auténtico de la vida y el vínculo universal de la unión de los hombres” (Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia, n 11). Vivir la fe de manera auténtica es una cuestión de conciencia, un reto que cada una y cada uno decide si aceptar o rechazar. Usted es libre de vivir, si quiere, un cristianismo nada más de nombre, sin complicarse la vida, sin preocuparse por nada ni por nadie. Sólo que sepa algo: esa actitud no es propia de un buen cristiano, sino de una cristiana, de un cristiano a medias ¿quiere usted ser de ellos? Es su decisión.
EL MUNDO ESTA ENFERMO POR FALTA DE AMOR

Hace algún tiempo cuando era estudiante me pregunte varias veces de porque nuestro mundo es tan cruel, y a veces tan déspota en su actuar, y después de darle tantas vueltas al asunto, les podrá parecer risible, mi conclusión fue la misma que muchos otros, el mundo esta enfermo de amor, a nuestra sociedad le falta amor; y esto es sencillo, lo vemos a menudo en nuestro actuar cotidiano, familias enemistadas, hombres y mujeres que se odian entre si, nadie quiere sentirse responsable de ayudar a los otros. El hombre se ha materializado de una manera que le cuesta aceptar a los demás con el amor sublime con el que Cristo nos ha mandado vivir. El amor debe de ser uno de los signos principales con los cuales nos debemos de identificar, y Jesús nos lo dijo de una forma muy clara: “En esto conocerán que son mis discípulos, en que se aman los unos a los otros, igual que yo les he amado” (Jn. 13,35) todos queremos ser amados, a todos nos gusta sentir el cariño de los demás, pero que triste que poco nos gusta amar a los demás. El amor es vital, para el desarrollo de la misma humanidad, la arrogancia, la prepotencia, el orgullo, la indiferencia, el egocentrismo, la envidia, son el cáncer que destruye nuestros vínculos personales, nuestros matrimonios y porque no decirlo, nuestras amistades mismas. El hombre que no ama, se vuelve vació, e insensible y agonizante, pierde la esperanza de crecer y ser mejor, olvida el objetivo con el que fue creado, olvida que es fruto de una amor. San Pablo nos habla del amor y dice: “Hermanos: aspiren a los dones de Dios más excelentes. Voy a mostrarles el camino mejor de todos. Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que bronce que resuena o platillos que aturden. Aunque tuviera el don de profecía, penetrara todos los misterios, poseyera toda la ciencia y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque repartiera en limosnas todos mis bienes y aunque me dejara quemar vivo, si no tengo amor, de nada me sirve” 1ª Cor.13, 1-13. Interesante lo que nos dice San Pablo verdad, con esto nos quiere decir que aunque nos esforcemos al máximo en esta vida pero si no lo hacemos con amor no tiene sentido, todo lo que hagamos en esta vida tratemos de hacerlo con amor, desde lo mas pequeño hasta lo mas grande, que cuesta que tratemos a nuestros hermanos con respeto, porque no podemos tratar a los demás con sinceridad y transparencia, hagámoslo o al menos intentemos hacerlo. Tengo claro que cuesta tratar bien a aquellos que nos tratan mal, pero eso es que porque no confiamos en Dios, no pierdas tu tiempo odiando, y perdiendo la felicidad en algo que no te ayuda a crecer, ama y vive con libertad espiritual, El amor es la solución a todos los problemas de la tierra: “El mal debe de ser combatido con el amor, nos decía Juan Pablo II, solo el amor engendra amor, el odio engendra odio. Y que razón tenía cuando lo decía, “Amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor." (1 Jn. 4:7-8) Alguien podría pensar, que este articulo es demasiado piadoso, pero la verdad es que creo y estoy seguro que no hay otra solución en el mundo para erradicar el odio y el mal que existe, que el amor, y recuerde cuando trate mal a alguien o piense en vengarse de alguien que esta contradiciendo su compromiso con el maestro, porque usted es un reflejo vivo de Dios, y cuando usted sonríe y se alegra y vive la vida con ilusión, Dios sonríe a través de usted. Necesitamos con urgencia, matrimonios que se amen de verdad, creo que no hay matrimonios perfectos, ni familias perfectas, ni hombres y mujeres perfectos, solo hay matrimonios, familias y hombres y mujeres que se aman, y buscan solucionar sus imperfecciones desde el amor, porque todo aquel que odia es por falta de amor. “El amor es comprensivo, el amor e servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es mal educado ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, soporta sin límites. El amor no pasará jamás”. 1ª Cor.13, 1-13. Que le parece si comienza a querer a aquellos que no lo quieren, que sea nuestro propósito en este año. Que Dios les bendiga.
martes, 29 de mayo de 2007
Tenemos el deber de ser artesanos de la paz

"La paz es el anhelo que todos los seres humanos buscamos. Creo que en el mundo son pocos los que no anhelan tenerla. Todos nos esforzamos o al menos tratamos de buscarla y todos estamos obligados a ser constructores de paz."
Estas fueron palabras que el tan querido y recordado Juan Pablo II nos dijo en su primera visita a nuestro país en 1983. "Todos tienen el deber de ser en este país, tan convulsionado por el odio y la violencia, artesanos de la paz"
Me parece que fue ayer que lo dijo, y ya han pasado veinticinco años, y aún nos falta mucho por hacer. Nada vale tanto como la paz. Por eso Jesús mismo dijo: "Dichosos los que trabajan por la paz porque ellos serán llamados hijos de Dios" (Mt 5,9).
Siempre me he preguntado como alguién que se denomina cristiano, no es capaz de trabajar con asiduo por conseguir un estado de paz en el ambiente donde vive y se desarrolla. Y es que ser un elemento de paz no es nada fácil y sencillo, porque implica que hay que comenzar por tener paz interior para poder transmitirla, y plantarla; y para tener esa paz interior hay que hacer obligatoriamente, un encuentro personal con Jesús vivo y resucitado, un encuentro que es necesario y que urge.
Uno de estos días se acerco una persona y me pregunto: ¿Padre, cual cree usted que es la solución más correcta para cambiar toda la violencia que impera en nuestra sociedad? Le conteste que todo esto cambiará hasta que todos los hombres y mujeres asimilemos con responsabilidad el evangelio, y lo hagamos vida, en nuestras vidas mismas. Cuando el evangelio cala en lo más profundo de nuestro corazón, nos volvemos diferentes, y la paz interior sale a la luz.
Al hablar de convicción me refiero a vivir con transparencia y sinceridad, apartando de nosotros esos fanatismos absurdos que lo único que hacen es dividirnos más. Claro, todo esto hay que verlo con ojos de fe. Si lo vemos con ojos humanos nada de esto es posible, pero recordemos que "para Dios todo es posible" (Mc 10,27).
Es tiempo que como seres humanos nos detengamos a examinar que el odio, la violencia, la envidia, y todo aquello que atenta contra la armonía de nuestro diario vivir, no nos hace felices, y por ende no nos lleva a nada. ¿ No se ha preguntado alguna vez que es lo que le estamos legando a nuestras futuras generaciones? Al paso que vamos lo que heredaremos no es más que una ciudad desgarrada y estropeada, por el odio y la división.
Ya San Pablo nos lo advirtió: "No se acomoden al mundo presente" (Rm 12,2). Usted puede convertirse en el terrorista de su propia vida, de su familia, en el terrorista de su comunidad pues "si no vive en paz con Dios sólo difícilmente vivirá en paz con su prójimo" (Juan Pablo II).
Nuestro tiempo nos exige que trabajemos por "salvar a la persona humana y renovar nuestra sociedad. Pero se trata de salvar al hombre y a la mujer en su unidad y totalidad, con cuerpo y alma, corazón y conciencia, inteligencia y voluntad" (GS 4). Como cristianos no podemos sentarnos ha esperar para que Dios arregle todo lo que nos hace sufrir en este mundo sino que, nos corresponde también a nosotros trabajar para hacer de este mundo un lugar más digno donde podamos habitar todos los hijos e hijas de Dios.
Por eso, la Iglesia nos dice: "Todos los fieles cristianos, dondequiera que vivan, están obligados a manifestar, con el ejemplo de su vida y el testimonio de su palabra, al hombre nuevo de que por el Bautismo se revistieron, y la virtud del Espíritu Santo, por quien han sido fortalecidos mediante la Confirmación; de tal modo que todos los demás, al contemplar sus buenas obras, glorifiquen al Padre y perciban en su plenitud el sentido auténtico de la vida y el vínculo universal de la unión de los hombres" (AG 11).
Por tanto, urge que nos responsabilicemos de nuestras propias acciones y comencemos a ser hombres y mujeres que forjemos con nuestras vidas la paz que tanto anhelamos, encontrémonos con Cristo, y seamos cristianos vivientes en nuestra sociedad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)