jueves, 21 de junio de 2007

A ESOS PADRES BIEN PADRES



Hemos estado celebrado en estos días el día del padre, y creo que es justo y necesario hacer un énfasis especial a estos hombres de valor que son los papas, padres o nuestros papis como le llamábamos cuando éramos niños, que junto con las madres hacen un gran equipo para sacar adelante la educación de sus hijos y forjar su futuro, imprimir en sus almas el sello del amor por el trabajo y el respeto a los valores humanos y cristianos. Quiero hacer una exhortación en este artículo a ser agradecidos con ellos a valorar sus sacrificios y sus esfuerzos, quiero primero hablar de sus virtudes para luego hablar de aquellos que no son tan padres como nosotros quisiéramos. “El respeto a los padres (piedad filial) esta hecho de gratitud para quienes mediante el don de la vida, su amor y su trabajo, han traído sus hijos al mundo y les han ayudado a crecer en estatura, en sabiduría y en gracia.” (Antología de Textos #27-b), y la Sagrada Escritura nos dice “Con todo tu corazón honra a tu padre y no olvides los dolores de tu madre. Recuerda que con ellos has nacido, ¿Cómo les pagaras lo que con tigo han hecho” (Si.7,27-28). Recuerdo cuando estaba en el seminario, uno de mis compañeros hablaba de su papá con gran orgullo y con gran respeto y recuerdo que decía que su papá era para el, un maestro, un amigo y un confidente, porque siempre estaba pendiente de el y que todo lo que el sabia de la vida se lo había copiado a el, y es que no es para menos, un verdadero padre no necesita ir a la universidad para enseñar a sus hijos, basta con mostrar el amor a Dios a los mandamientos y el respeto en su vida misma, y a los valores y plasmarlo en las acciones de la vida cotidiana, y eso es ya una sabiduría que transforma, decía el papa Juan Pablo I, hablando de su padre. A esos hombres sabios, que se han marcado sus manos, sus rostros y su vida trabajando junto a sus esposas, que tienen la mirada cansada, por el peso de los años, pero que aun viven con ilusión y con alegría, a ellos damos nuestras sinceras felicitaciones, por que su sabiduría nos sigue enriqueciendo y aun tienen mucho que contar, porque entendieron el proyecto de Dios en sus vida, y ese proyecto era, convertirse en vicarios de Dios en la tierra, pastores de una familia, e impulsores del amor y la verdad, bendito sea Dios por ellos. Ahora bien; cabe decir que en la actualidad muchos hombres no han entendido el proyecto de ser padres, uno de estos días hablado con uno de los jóvenes de mi parroquia, me dijo que el envidiaba mucho a uno de sus amigos, le pregunte porque, y su respuesta fue similar a la muchos muchachos en la actualidad, a mi padre no le interesamos, porque el vive su vida en otros menesteres; me quedé sin palabras, pero me puse a reflexionar, que hay muchos padres no se han puesto a pensar que están marcando sus hijos por el resto de su vida y que muchos no llegan a superar ese trauma, de sentirse excluidos o rechazados por sus mismos padres. Quiero hacer un llamado hoy en el día del padre, a todos aquellos hombres irresponsables que creen que la luna es de queso, y juegan con los sentimientos de sus hijos y de sus esposas ,y que no son capaces de responsabilizarse de sus hijos, que creen que con enviar cada mes una cuota alimenticia – que no es tan alta por cierto y que nos es algo mas que para tranquilizar su conciencia – , ya cumplieron con su responsabilidad, que creen que con ver a su hijo cada vez que se puede o comprarle algo, ya salieron de su responsabilidad, los hijos mas que esa pobre cuota o lo que sea que le dan, merecen mas que eso, ellos merecen respeto, cariño, amor, quieren que sean padres, que eduquen y que muestren con su vida lo que es ser un hombre de verdad. Una caricia y el tiempo compartido con responsabilidad y su ejemplo de vida, valen más que todo el dinero del mundo. Que no se les olvide a estos padres irresponsables, que no siempre van a ser jóvenes y van a tener lo que les rodea, que un día desearan tener a su lado a esos seres que Dios les encomendó, y que no supieron educarlos ni ser amigos al menos y entonces será muy tarde, porque ya los habrán perdido. Día a día me estoy enfrentando con este fenómeno, que esta haciendo daño a nuestras familias, y si hace daño a nuestras familias, está dañando nuestro futuro, estamos legando una sociedad dividida y llena de heridas interiores. Hijos deben de agradecer a Dios porque les dio un papá que los quiere y que los valora, que tienen en ellos un amigo y un maestro, que los hace sentir hijos, y a los que no lo tenemos porque nos abandono, o no supo ser un hombre responsable, no lo juzguemos, ni lo critiquemos, mejor pidámosle a Dios por el para que un día reconozca que cometió un error y si un día te pide un favor, dáselo con toda seguridad y con la frente en algo. Finalizo diciendo a todos aquellos padres que leen esta columna, - y que han sido irresponsables con sus hijos,- que ellos no tienen la culpa de los problemas existentes, acérquense a ellos, búsquenlos que ellos les esperan. Y a los papás que se dan del todo con sus hijos, sepan que sus hijos están orgullosos de ustedes, gracias por ser así, para ustedes mi respeto y mi admiración, Que Dios les bendiga siempre, y felicidades en su día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Exelente articulo, me encanto muchisimo.