Uno de mis amigos me envió esta reflexión
a mi pagina de facebook, me pareció interesante porque fue una de las cosas que
mi abuelo me decía siempre, debes de ser águila, el no decía pato, sino
gallina, pero entiendo que ambos animales son torpes, el pato vuela, pero no
puede estar en silencia, la gallina nunca pasa de lo mismo, pero para que te
digo algo si puedes tu mismo sacar tus conclusiones de esta historia, espero te
guste.
Rodrigo estaba
haciendo fila para poder ir al aeropuerto. Cuando un taxista se acercó, lo
primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer bien
vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien
planchados, el taxista salio del auto dio la vuelta y le abrió la puerta
trasera del taxi.
Le alcanzo un cartón plastificado y le dijo: yo soy
Willy, su chofer. Mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que
lea mi Misión.
Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: Misión de
Willy: “Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida,
segura y económica posible brindándole un ambiente amigable”
Rodrigo quedo impactado. Especialmente cuando se dio
cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, ¡¡limpio sin una
mancha!!
Mientras se acomodaba detrás del volante Willy le dijo,
“Le gustaría un café?
Tengo unos termos con café regular y descafeinado”.
Rodrigo bromeando le dijo:
“No, preferiría un refresco” Willy sonrío y dijo: “No hay
problema tengo un hielera con refresco de Cola regular y dietética, agua y jugo
de naranja”. Casi tartamudeando Rodrigo le dijo: “Tomare la Cola dietética”
Pasándole su bebida, Willy le dijo, “Si desea usted algo
para leer, tengo el Reforma, Esto, Novedades y Selecciones…”
Al comenzar el viaje, Willy le paso a Rodrigo otro cartón
plastificado, “Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de
canciones que tocan, si quiere escuchar la radio”
Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que
tenia el aire acondicionado prendido y preguntó si la temperatura estaba bien
para él. Luego le avisó cual seria la mejor ruta a su destino a esta hora del
día. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o, si
prefería lo dejaría solo en sus meditaciones. ...
“Dime Willy, -le pregunto asombrado Rodrigo- siempre has
atendido a tus clientes así?”
Willy sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no
siempre. De hecho solamente los dos últimos dos años. Mis primero cinco años
manejando los gaste la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de
los taxistas. Un día escuche en la radio acerca del Dr. Dyer un “Gurú” del
desarrollo personal. El acababa de escribir un libro llamado “Tú lo
obtendrás cuando creas en ello”. Dyer decía que si tu te levantas en la mañana
esperando tener un mal día, seguro que lo
tendrás, muy rara vez no se te cumplirá. El decía: Deja
de quejarte. Se diferente de tu competencia. No seas un pato. Se un águila. Los
patos solo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del
grupo”.
“Esto me llego aquí, en medio de los ojos”, dijo Willy.
“Dr. Dyer estaba realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo
ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire
alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los
chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí
hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien,
hice más cambios”.
“Se nota que los cambios te han pagado”, le dijo Rodrigo.
“Si, seguro que si”, le dijo Willy. “Mi primer año de
águila duplique mis ingresos con respecto al año anterior. Este año
posiblemente lo cuadruplique.
Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no
estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi
celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un
amigo taxista águila confiable para que haga el servicio”.
Willy era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una
limusina en un taxi normal.
Posiblemente haya contado esta historia a mas de
cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando
voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla
como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de
lo que les sugería.
Willy el taxista, tomo una diferente alternativa:
El decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos
y volar por encima del grupo como las águilas.
No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento,
eres maestro, Un servidor publico,"político", ejecutivo, empleado o
profesionista, ¿Cómo te comportas? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te
estás elevando por encima de los otros?
Interesante la historia, verdad, ahora tu decides que quieres ser, adelante, camina o vuela, pero no seas pato ni gallina, se un aguila.
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